P E Ó N [ #1 - Los Fugitivos ]

Capítulo XII

Me sentía mal después de decirle eso a Julie, sabía que ella trataría de salvar a todos sin importarle su vida, por lo que solo le advertí.

–Julie, entiende que habrá ocasiones donde tendrás que pensar en ti misma antes que en los demás.

Me di la vuelta y le di la espalda, comenzando a caminar hacia el desierto. Cargaba a Kaly en mis brazos, ella se encontraba inconsciente debido a haber inhalado el humo dentro de la casa. Supongo que llevándomela del lugar estará bien.

Me detengo a pocos metros para esperar a Julie y a Melissa, pero ninguna aparece. Estoy seguro que Julie estará llorando, tendré que arreglar las cosas con ella más adelante.

Cerca de mi hay una roca, me aproximo a ella y dejo a Kaly recargada en esta.

Me doy la vuelta y logro distinguir una tercera silueta en el lugar. Esta toma del pelo a Julie y la levanta del suelo. Puedo escuchar los gritos de ambas, Melissa no podrá hacer nada.

Me acerco lentamente mientras tomo una piedra de tamaño mediano. Puedo escuchar parte de su conversación.

–Parece que he encontrado a una. ¡Bingo!

Espera, yo conozco esa voz. Es un tanto infantil, pero autoritaria. Vuelvo a observar la silueta, es de un tamaño pequeño, no ha de alcanzar todavía el metro sesenta.

Me acerco un poco más.

A una distancia de aproximadamente diez metros, logro distinguir un pelo de color rojo, similar al del fuego detrás de él. Miro más de cerca, sus ojos tienen un color similar. No hay duda.

Capitán Edge.

Era el amigo más cercano de Mager, por lo que estoy completamente seguro que él sabe algo de nosotros, es imposible que Mager no le haya comentado lo que descubrió.

¿Qué hace él aquí?

Justo cuando estoy pensando, él saca un cuchillo de su cadera y lo lleva al cuello de Julie con la intención de matarla, no puedo permitir que eso suceda.

Tomo la piedra en mis manos y me preparado para lanzarla. No podré acabar con él de un solo golpe, pero dejaré espacio para poder escapar.

–Esto será divertido.

En ese momento, justo cuando el cuchillo estaba a punto de tocar la piel de Julie, le arrojé la piedra, esta logró impactar en su cabeza, haciendo un corte en la frente, manchando su rostro de sangre.

Edge cayó al suelo.

Corrí rápidamente hacia Julie y la tomé, teníamos que salir de este lugar. Melissa estaba a pocos metros de mí, por lo que tomé su mano y comencé a caminar hacia donde había dejado a Kaly. Estaba seguro que Edge se levantaría en poco tiempo. Todo lo que podíamos hacer era escapar, no teníamos armas ni nada para atacarlo.

Podía ver una expresión oscura en el rostro de Julie.

Lo sé, luego hablaremos. Me disculparé.

Al llegar donde Kaly, solté a las chicas y caí al suelo, me había cansado de correr.

–Parece que nos encontraron.

–¿Parece?

Melissa habló sarcásticamente. Parece que está enfadada conmigo, y tiene una justa razón, no tenía porqué dejarlas atrás o hablarle de esa manera a Julie, pero la ocasión lo ameritaba. No es que me guste hacer ese tipo de cosas.

–No pensé que ellos nos siguieran hasta acá.

–¿Quieres decir que esto no era parte de tus planes?

–Claro que no.

Podía notar que el tono de voz de Melissa iba aumentando. Definitivamente estaba enojada.

–¿Quieres calmarte?

–¿¡Cómo me pides que me calme!? ¡Casi morimos por tu culpa!

Creo que tiene razón. Somos los culpables de atraer al ejército a la zona sur de la ciudad, un sector de la población que trabaja sin meterse en el camino de las clases superiores para asegurar su supervivencia. Ahora, nosotros habíamos acabado con todos ellos.

–Melissa, ¿confías en mí?

–¿¡Qué cosas dices!? ¿¡Acaso estás ciego!?

–No soy tú.

–¿¡Qué dijiste!?

Lo siento, tenía que hacer ese chiste lo más antes posible, y quién diría que tú me darías la oportunidad de decírtelo. Es maravilloso.

–Nada, nada. Solo quiero saber si de verdad confías en nosotros, o te dejas llevar por tus emociones.

Me levanté lentamente del suelo, arrastrándome hasta la roca donde dejé a Kaly. Me senté a un lado de ella.

–¿Por qué habría de confiar en ustedes?

–Recuerda, prometiste ayudarnos si manteníamos a tu hermana a salvo. Y mira, oh, no puedes.

–¡Deja de hacer esa broma!

Los gritos de Melissa hicieron que Kaly se despertara. Ella no sabía lo que estaba ocurriendo, por lo que teníamos que explicarle todo desde el inicio. Su respiración se escuchaba normal, parece que no habrá problemas en el futuro.

–Yo he cumplido con mi palabra y salvé a Kaly.

La chica talló sus ojos y comenzó a mirar el paisaje, tratando de ubicarse.



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Editado: 16.08.2020

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