Sinceramente no entiendo como no me he vuelto loca con la vida que llevo aquí, talvez sea porque no estoy tan sola o porque se sobrellevarlo nose y talvez nunca lo sepa. En estos días tengo–o más bien se hacen más fuertes–sueños pero no cualquiera si no esos que son recuerdos, pero permanecen gracias a los malditos sueños, y lo peor, no se pueden controlar, regresan más fuertes que antes y eso no es bueno.
Han pasado cinco días desde que nos dijeron lo que vamos a hacer–que por cierto no me hace gracia–y que a la mayoría no les gustó pero no podemos hacer nada.
Y ahora justamente estoy en mis clases las peores del día que es sociales y la mierda apesta nunca me gustaron, no entiendo para qué las imparten si ni siquiera ellos dan el ejemplo en fin...
—Ven crees que sea buena idea que me corté el cabello, esque nose ya no me gusta, lo tengo maltratado y...
—¡Anastacia cállate! El viejito nos va a regañar–la señorita casi lo grita ¡Dios! Habla demaciado
—Perdón
La clase siguió y afortunadamente ella no siguió hablando, la última y que más me gusta es cálculo y ojalá y toque un tema que me guste, generalmente todos los temas me gustan pero hay algunos que son demaciado difíciles y por más que hago el intento de entenderlo no lo logro, la profesora dice que no tengo que presionarme ya que ella tampoco lo hace tan bien y dijo que si quiero mejorar más, sus palabras no mías, no debo presionarme.
Terminaron las clases y Ana sólo está quejándose de que son muy difíciles, que no entiende porque las dan si ni siquiera nos van a servir, y bueno en parte tiene razón porque estamos aquí para aprender a luchar y defender a todo el pueblo, porque si señores señoras y demonios, tenemos un pueblo que vive como gente normal y no tiene que preocuparse por defender a los demás. Todos los que estamos aquí somos hijos de políticos, guerreros, de los directores de las casas o porque hicieron algo para que ellos pensarán que eran buenos luchando o tenían un alto intelecto; yo soy de los segundos y últimos; mi mamá es–o bueno era–una guerrera y también hice algo para que ellos dijeran que soy una exelente guerrera, y no es que me enorgullece, para nada.
—¡Diaan!–así me dice Elena, es una combinación de Diana y Andrómeda; Diaan
—Ela, hola
—¿Como has estado?
—Bien, y tu
—Que bien, pues bien sólo un poco cansada, pero...
Alguien chocó conmigo y para mi desgracia derramó una cosa viscosa, que parece radioactivo, sobre mi
—Joder, ¡perdón no te ví! Enserio lo siento ¡Perdón!¡Perdón! Esque yo...
—Basta, fue culpa de los dos ninguno se fijaba en su camino
—Enserio perdón, no fue mi intención
—Ya sólo ten cuidado la próxima vez, porque puede y no te lo perdonen
—Si, si
—Vamos Ven, tienes que limpiarte
Se preguntaran porque el chico estaba tan preocupado; pues todos saben lo que hice y si fui capas de eso no dudan en que a ellos les pase lo mismo, en conclusión; me tienen miedo, y no me gusta.
—Si, de todos modos me hiba a cambiar para el entrenamiento
Las tres fuimos, pero Ela se fue a su pabellón que no era el mismo. Me cambie mi ropa que consistía en unos vaqueros negros con una playera holgada gris, y mis botines negros; y los reemplace por la ropa del entrenamiento; unos jeans negros con bolsas de un material parecido al cuero–son un tanto flexibles, lo suficiente para que sean cómodos pero resistentes–botas estilo militar negras, y una playera del mismo color. Mi cabello, mi cabello lo dejé así pues no le puedo hacer nada, lo tengo muy corto para poder hacer algo en el.
Ana va con un conjunto igual al mío pero en color rojo con negro, los colores son diferentes ya que ella es de la categoría media; o sea que no es peligrosa pero tampoco débil y yo soy de la categoría peligrosa y no me gusta serlo. Los “débiles”–que no lo son–tienen un color amarillo con café. Y hay más personas de categoría media.
—Ya no quiero pelear siempre termino como pollo morado–lloriquea. Anastasia es buena peleando pero sólo no lo hace por flojera
—Eres buena pero no lo haces bien porque no quieres
—Agh tu lo dices porque se te hace fácil y casi siempre ganas pero yo no
—No ganas porque no quieres—le digo burlona
—Ya no voy a discutir eso
—Vale, mejor vamos por Elena
Recorrimos los pasillos hasta llegar a la puerta que daba al pabellón de Lena y esperamos a que saliera, se veía muy bien con la ropa del entrenamiento de mismo color que el mío, Ana también, y yo pues, yo nose pero me gusta mucho así que no importa. Fuimos hasta el patio que, afortunadamente esta al aire libre; es un espacio enorme en donde la mitad de este esta cubierto por césped, y en esta tiene algunos cuadros de pavimento pero dejando un espacio de puro pasto, y la otra parte es concreto. Los cuadros se utilizan para la peleas que son casi siempre o para practicar en parejas, el césped para los que practicamos tiró con arco, y el espacio de concreto para correr, prácticas en conjunto, de igual modo peleas; que consisten en, ya sea hacer dos equipos, donde estos se enfrentan, o individual; donde todos pelean contra todos–y son las que más me gustan–y con todas las clasificaciones.
—Rápido, no tengo todo el puto día ¡Muevan sus traseros aquí!—si ese es el entrenador
—Perro mal parido, ¿no puede dejar de gritar por un momento?
—Nose Anastasia, porque no vas a preguntarle–el sarcasmo es parte de mi, vive en mí, yo soy el sarcasmo
—¡Jajaja! No es divertido Andrómeda–se emperro cuando me dice así es porque algo que dije le molesto–el bastardo no deja de gritar
—Ya ya dejémoslo, y tu Venus abeces no se distinguir, si es con sarcasmo o no–ven lo que les dije, mi segundo(o bueno cuarto) nombre es sarcasmo
Nos acercamos y no pasaron ni diez segundos cuando ya estábamos calentando, el dice que cuando haya que pelear con alguien que no seamos nosotros, no nos van a dejar calentar– y eso es obvio–así que tenemos que acostumbrarnos.
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Editado: 03.03.2021