Capítulo 4

Ella recorrió su mirada por todo el lugar ya que estaba silencio. Dio unos pasos, pasando la sala, pensando que todos están descansando ya que la anoche no era la excepción como las anteriores noches, todo rara un gran caos y un gran peligro, pero ellos sabían las rutas que tomar.
Pero un carraspeo le hizo y no lo pensó dos veces.

-Emily, querida confidente que quieres -ella de volteo y vio a Emily sentada con las piernas cruzadas.

-¿Ya comiste?

-Como siempre preocupándose  por los demás.

-Los dos niños están jugando videojuegos y el señor leyendo, como siempre

-No cabe duda que el dinero les hace ser perezosos -Emily se levanta.

-Vamos a la cocina, seguro tienes hambre -Rebeca estiró su brazo.

-Adelante, yo te sigo.

Los dos caminaron hacia la cocina, Rebeca tomo asiento y Emily le sirvió la comida. Ella también se sentó y espero que diga algo Rebeca, pero ella no dijo nada y siguió comiendo, Emily notó el sobre, lo agarró y lo abrió, lo observó unos minutos y dentro de ella sacó una foto.

-No lo note -dijo por fin Rebeca.

-No notaste qué.

-La foto, el dinero, cuanto es.

-El dinero es mil doscientos y la foto es de una jovencita muy bonita.

-¿En la foto feliz? Y ¿Qué te parece el dinero?

-Por mí está bien, en tanto la foto la jovencita se encuentra feliz.

-¿Sola o acompañado? Dame los detalles

-Esta acompañada por otros jóvenes.

-Sus amigos, cuantos son.

-Son cuatro incluyendo a la jovencita, foso chicos y dos chicas, la jovencita le esta dando un besito a un chico mientras que los otros dos se abrazan, todos felices.

-Déjame ver

-Te estoy diciendo la verdad -le entregó la foto -¿En qué piensas? -Rebeca examinó la foto

-Bueno en verdad todos son felices pero hay algo que no encaja.

-Por que siempre debes sacar todo lo malo.

-Recuerda el anterior caso.

-Pero este es nuevo, siempre sacas conclusiones apresuradas.

-Mismas palabras que del padre, al parecer los dos piensan iguales.

-Pero es la verdad, tus conclusiones a veces son ciertas y otras no.

-Exacto porque te quejas. En  cuento a esos niños deben estar con julio, aprendiendo de todas las materiales posibles, ya que así aprendan un poco, que les apegue la inteligencia.

-¿Te estás quejando? -dijo a la vez formando una sonrisita.

-Solo estoy diciendo que un poco mas inteligentes, ya que por ellos nos metemos en problemas.

-Tienes razón. Entonces hay que prepararnos.