Rebeca comenzó con su ritual junto con el ave y los ángeles se quedaron mirando. El demonio rugía, salía voces de lobo y de oso, su voz era rasposa.
La chica demonio -¡No se dan cuenta que los estoy dando un favor! –dio un rugido y empezó a babear.
Rebeca lo ignoró y más que todo Gabriela le hacía apresurar. El ave (Gabriela) empezó a dar vueltas sobre el demonio, esta emanaba fuego y cada vez el remolino fue creciendo, para los ángeles era sorprendente lo que estaban presenciando. Rebeca movió las manos y de ella un pequeño humo de color negro apareció, cada vez este humo iba creciendo y cuando estaba listo ella estiro su brazo y el humo se dirigió hacia el ave. El remolino de fuego y el humo negro se mezclaron mientras que Rebeca se acercó al demonio y sacó el amuleto, era un collar, el demonio no paraba de moverse. Sus ojos de la chica empezaron a blanquearse y de ella poco a poco salió un humo que iba directo hacia el remolino.
Rebeca -¡Ahora! –lanzó el collar hacia el remolino, sola la chica se movía de forma extraña, ya que estaba siendo extraída ese mal que habitaba en su cuerpo. El collar hizo que el remolino se convierte de color dorado, el demonio volvió hacia su hogar, pero iba sufrir las consecuencias. Poco a poco el collar iba dando unas pequeñas grietas. El collar se hizo trizas y el remolino desapareció.
El ángel Mabel –Eso fue genial.
Rebeca –Solo necesito un favor.
El ángel Mabel -¿Y qué es?
Rebeca –Quiero que protejan a la chica y que le pongas unas esposas.
El ángel Gael -¿Para qué?
Rebeca –Por ahora esta chica se considera muerta –los dos ángeles se asustaron –Pero hay una pequeña cosa que le mantiene con vida, así que al poner las esposas ningún demonio si es de gran coincidencia que pasara uno por aquí, no podrán entrar en su cuerpo, por las esposas.
El ángel Gael –Entendido –se acercó a la chica y comprobó lo que dijo Rebeca era real, su pulso de la chica estaba un poco bajo –Ya está –había desatado las sogas y en su remplazo puso las esposas
Gabriela –Es hora de irnos Rebeca
Rebeca –Regreso pronto –caminó hacia la puerta donde un buen rato habían pasado los chicos, no era la primera vez en cruzar esa puerta y peor en ir a salvar a sus compañeros.
Editado: 05.01.2021