Pandemia. Bienvenidos Al Nuevo Orden Mundial.

CAOS

Capitulo 8

CAOS

“No hay necesidad de fuego.
El infierno son los otros”
Jean Paul Sartre, filósofo francés.

 


  En un instante la vida puede dar un giro de 180 grados.
  Uno, o varios.
  Valencia quedaba  media hora.  Barcelona a tres y media.Y Madrid a cuatro horas.
  Esas eran las distancias a las que se encontraba de los focos de esta nueva epidemia.
  Distancias que irían disminuyendo en cuestión de pocos días, siendo optimistas.
  En pocas horas, siendo realistas. 
  
  Marco era un tipo previsor. La experiencia del Bernabéu le empujó a ello.
  Daba por hecho la aparición de futuros problemas. Sabía que la masacre de Madrid hacía poco más de un año era el comienzo . Razón de más para estar preparado. 
  En su casa disponía de lo suficiente para aguantar atrincherado  durante tres meses al menos. 
  Había ideado una solución para cada uno de los problemas que suponía llegarían con el tiempo. 
  Ante un más que seguro problema de suministro de agua potable, Marco había excavado un pozo dentro del recinto vallado que comprendía La Casona. 400 metros donde había plantado distintos cultivos, en un principio más como hobby que por necesidad, hasta el  cambio de perspectiva propiciado por las circunstancias que envolvieron el atentado del Bernabeu.
  Aquellos rudimentarios cultivos  servían para cubrir una parte importante de suministros  a su despensa. Incluso daba para alimentar en parte a unos pocos animales que había  acomodado en una pequeña alquería a medio construir de unos cuarenta metros, tras  La Casona. Varias gallinas, y  varios conejos constituían  su reserva de carne y huevos para los  tiempos  difíciles por venir.
  Había previsto también un posible fallo  en el suministro.En el  tejado de La Casona había instalado 12 paneles solares que le proporcionaban lo necesario para  abastecer de energía los pocos electrodomésticos de los que disponia.
   El depósito de combustible de la Hilux estaba lleno. Preveyendo así la posibilidad 
de tener que abandonar todo aquello de un modo precipitado.
  
  Quizás el pasado reciente le estuviera alarmando más de lo normal, pero para Marco todo aquello parecía el comienzo de algo más gordo.
   La televisión y la prensa hablaba de atentados. Pero aún habrían de encontrar un culpable, real o ficticio, al que arrojar a los perros.
  Sabía por experiencia propia que en esos casos no siempre coincidía el nombre del culpable real con el propuesto a la opinión pública.
  
  Chasqueó la lengua. Negando un par de veces con la cabeza. Viendo la necesidad de dar con su hermana.
  No sabía nada de Mónica  desde hacía tres meses. El tiempo  transcurrido desde la última visita que hizo a La Casona. Una  visita que no pasaría a la historia por estar entre las mejores, precisamente.
  Los dos tenían carácter.
  En el caso de Mónica, solía acompañar sus  momentos de mal carácter con una lengua suelta.  Lo cual no solía llevar a buen puerto la mayoría de las veces.
 
  Pero eso ya no importaba. 
  Debía localizar a su hermana. Y traerla aunque fuese arrastras a La Casona.
  
  El lugar donde estaba emplazada la vivienda y su construccion particular la convertían en punto estrategico para aguantar al menos un tiempo la tempestad que se avecinaba. No estaba a la vista de posibles turbas. Pocos en el pueblo sabían que había sido rehabilitada. Los muros de tres metros que cerraban el perímetro de los cuatrocientos metros cuadrados del recinto suponían una defensa extra.
  Según sus cálculos, dosificando sabiamente el alimento,  cinco o seis personas podrían aguantar durante tres meses al menos.
  Las plazas ya estaban asignadas. Había sitio  para Roberto y su padre. Quizás su hermano también. Para Vasia, quien se había convertido prácticamente en un hermano.

  Solo faltaba Mónica.

  En ese momento no  sabía muy bien como habría de hacer para mantener en la misma casa a su hermana y Roberto. La relación de esos dos no acabo tan bien como hubiera deseado. Una de las razones de sus dolores de cabeza.

  Recordó que el supermercado del pueblo abría los domingos hasta las dos de la tarde.
  Sería buena idea valorar la situación real allí dentro. 
  Nada como ver el estado de las estanterías de un supermercado para calibrar el nivel de miedo que tenía la población, y la capacidad de reabastecimiento de la que disponía el Sistema.
  El supermercado no  quedaba lejos del Racó. A solo a unos cien metros, bordeando una de las calles que desembocaba en la plaza que ya comenzaba a dejar atrás.

  Le llamó la atención la cantidad de gente que había en la puerta de entrada. No alcanzarían la docena. Pero guardaban cola escrupulosamente siguiendo las directrices de una de las cajeras reconvertida en guardia de seguridad. Coordinando la entrada y salida de los clientes y facilitando gel hidroalcoholico a todo el que cruzaba la puertas.
  La mayoria cubrían su boca con mascarillas o pañuelos, siguiendo más o menos las recomendaciones de  los medios.
 Pensó que no perdía nada por improvisar una protección con un pañuelo.
  Dentro ya, la zona de cajas mostraba  bastante movimiento.

  El pasilllo que ofrecía productos refrigerados estaba prácticamente vacío. Apenas quedaban uno o dos paquetes de cuajadas, un paquete de queso fresco, y algún yogurt bailando solo. 
  El resto de congeladores, refrigeradores y demás en los pasillos contiguos mostraban aspecto parecido. 
  En el resto de pasillos que ofrecían productos de alimentación, las estanterías habían quedado desiertas prácticamente en su totalidad. Desde las de aperitivos, hasta las   de conservas, pasando por las de comida preparada, y por todas las que ofrecieran cualquier cosa que llevarse a la boca.
 La gente iba de un lado a otro como poseída. 
  Allí dentro imperaba la ley del “salvese quien pueda”.
  Igual que pasaría fuera, si aquel problema duraba mucho.
 
   Visto que con el suministro de alimento no iba a tener suerte,  tomó rumbo al pasillo de belleza, buscando algo en el rincón dedicado a Parafarmacia. Necesitaba alcohol, vendas, y apositos para heridas.
  Al menos podría rellenar su botiquín.



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En el texto hay: crimen, mafia, conspiracion

Editado: 13.11.2021

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