Capítulo 19: Kei
Llega un punto en el que no tengo ni idea de dónde estamos, sé que es cerca del edificio central pero no la ubicación exacta.
- Oh, me apetece ver al pequeñín – Kei tiene una forma de hablar muy particular, es arrogante y da grima.
- ¿Pequeñín? – Ponte tú ahora a descifrar lo que quiere.
- La bola peluda blanca que te acompaña siempre – Hace un circulo con las manos – El monstruo raro.
- ¿Te refieres a Hero? – Vaya manera más horrible de describirlo – Lo siento pero no puede ser, está en el edificio central y ahí sí que no entras.
- Eso suena a reto – Esboza una enorme sonrisa – Me gustan los retos.
- Hazme un favor y vete – Empiezo a replantearme toda mi vida – Esto es una puta locura, si alguien descubre esto estaremos en problemas.
- ¿Y por que estaríais en problemas si alguien lo descubre? – dice otra voz. Kai, que no sé de dónde ha salido, está frente a nosotros, a un par de metros.
- Por nada – Intento mantener la calma, puede que me pasara lo de Hero, ¿pero esto? Mataría a Kei y a mí con él – Es que le hemos robado a un señor una ¿manzana? – Qué mal se me dan las excusas.
- ¿Habéis robado una manzana? – Kei empieza a reírse por lo bajo – A un señor – No me creo la mentira yo, se la va a creer él.
- Bueno vale, no es eso – Piensa Perleone – Es que… – No se me ocurre nada.
- Hemos robado unas granadas de fragmentación de la nave de suministros – Kei empieza a hablar – Por lo de Adam y eso – He de admitir que piensa rápido, pero ¿cómo sabe que Adam se llama Adam?.
- ¿Y éste quién es? – Kei es ligeramente más alto que Kai, vaya lio con los nombres – No me suena haberle visto antes – Señor, que no descubra que es un demonio – ¿Y por qué lleva gafas de sol si no hay sol?
- Sobre eso – Ronda dos – Se llama Kei y es… – Kei me interrumpe.
- Su novio, soy su novio – ¿Pero qué? ¿Por qué le dices eso? – Y llevo gafas de sol porque me gusta llevarlas, ¿algún problema?
- ¿Su novio? – Kai no parece muy contento con la explicación de Kei – ¿Tú? – Lo mira de arriba abajo, y después me mira a mí, confuso.
- No es mi novio – La simple idea me da náuseas, ¿yo con un demonio? Ni en mis peores pesadillas.
- Bueno, nos estamos conociendo, ya sabes a lo que me refiero – Kei le dedica una sonrisa orgullosa a Kai, que está flipando a juzgar por su cara.
- Ya, yo venía a ver como estabas pero ya veo que bien – Tierra trágame – Perdón por interrumpir.
- No pasa nada tío – Kei le da un golpecito en el hombro a Kai – No podías saber que estábamos en una cita.
- Primero, no soy tío, soy Kai – Quiero llorar y matar a Kei, si no lo mata Kai antes – Y segundo, no me toques.
- Vaya, nuestros nombres son muy parecidos, qué curioso – Kei ignora las palabras de Kai y sigue en su mundo.
- Si, muy parecidos – Kai da miedo – Bueno, os dejo.
- Genial – Kai por favor no te vayas, no me dejes con este loco – Venga Ellie, vamos a tu cuarto.
- Te llevo si me prometes que te vas a comportar – Me he ganado el cielo, en el fondo lo sé – Con tal de que no me des más el follón.
- Prometo comportarme si tú pones de tu parte – Igual Hero lo mata por mí.
- Acabo de recordar que necesito que Ellie me acompañe – Kai se da la vuelta cuando apenas lleva tres pasos.
- ¿Yo? – Yo solo quería dar un agradable paseo en memoria de Adam – No tengo humor para reuniones ni nada de eso.
- Sí, tienes que ayudarme con… – Paso olímpicamente – El papeleo.
- Ni lo sueñes – ¿Yo y papeles? No suele terminar bien, soy más de perderlos – Kei vámonos antes de que me arrepienta de todo esto.
Kai nos acompaña todo el camino hasta la puerta de mi habitación, y para más incomodidad ninguno dice palabra durante el trayecto. No entiendo tampoco por qué Kai tiene que venir, no voy a cambiar de idea con respecto a lo del papeleo.
- Bueno, pues ahora sí, adiós – Digo mientras abro la puerta y empujo a Kei dentro.
Mejor donde no le pueda ver más gente. Todavía estoy esperando a que haga algo, un gesto, una señal que me indique que no es de fiar y que en realidad ha venido a matarnos. Para mi desgracia parece ser inexistente.