Para las telarañas.

Gata

Como una gata en el tejado me senté, con mil aullidos atorados en la garganta y mil lágrimas chapoteando el cuarto solitario de mi alma.

Y pensando pensé, nunca fui parte de.

La opaca bombilla que apenas alumbraba la lobrega habitación, nunca sería capaz de alumbrar el dilemico camino que me aguarda. 

Y escuchando escuche que decían - Si conviertes a alguien en la razón de tu ser...- ¿Con eso sería suficiente? No para la vida mía. 

Soy una sombra, una sombra que se sentó sintiéndose sola, y un poco loca subio al tejado a alinear las constelaciones. 

Nunca supe como hoy que desde ayer no sería ni seré el sentido de mi propia existencia, y llore como suelen hacerlo los niños pequeños. 

Descubriendo descubrí que era más sombra que gata, más silencio que cuerpo. He albergado más al inconformismo que a mí propio ser. 

La gata se pone triste  porque soñando no se viven los sueños, ni crecen y se extienden las débiles raíces en el pavimento.

 



#30535 en Otros

En el texto hay: poesia, poesia romantica, poesia corta

Editado: 07.01.2019

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