6. No más oportunidades

Camille

Sali envuelta en una cobija y tomé lo que había dejado, una funda con algunas pastillas para el dolor de cabeza e inclusive para la gripe, por lo que sonreí

Mi hermano entro seguido de mí y me abrazo

—¿Ahora que quieres? —pregunte y me miro

—Va a venir James y otros amigos a jugar barajas ¿Quieres salir? —pregunto y suspire

—Pero yo no quiero beber —amenace y asintió

—Tu no lo harás, yo si —hablo y me reí

Cuando salí, las amigas y amigos de mi hermano ya estaban llegando, entre ellos llego James, quien al verme se acerco

—Me entere que tu mamá te…

—Si, pero eso no importa, se nota que andas muy pendiente de mi —hable y él me miro por unos segundos

—Claro pues, aunque quiero saber otra cosa —dijo y le hice señas para que siguiera—, no estabas con tu amiga Romina ¿Cierto?

—Si estaba con ella —dije de inmediato

—Vi a tu amiga cuando me fui con mi madre al odontólogo —informo y me reí

—Bueno, si no estuve con ella, da igual, no tienes por qué saber de todos los movimientos que doy en el día —reclame enojada y tomo mi mano, la cual la separe de inmediato

—Pero me importas —dijo y puse mi mano en mi frente, me sentía frustrada

—¡James! por favor ¡Basta! ¡Hasta ahí! —exclame enojada y él sonrió melancólico —, es decir, no deberías preocuparte de esa manera conmigo

—eso hacen los amigos —dijo

—Pero tú no lo haces en ese sentido, tú buscas más que eso y ya te dije que no me siento preparada, además sabes muy bien el por qué estamos en esta situación —pronuncie

—pero aquí seguimos, sé que fue mi culpa —hablo

—¿Pasa algo? —pregunto mi hermano, al ver mi enojo y mi incomodidad y negué—, voy a ver qué mismo se hace

Se alejo para acercarse a Diego, dejándonos nuevamente solos con James

—Siempre he tratado de no decir que fue tu culpa, pero tus actitudes han cambiado y te juro que hay veces que me asfixio ¡me asfixias! ¡Te juro! —dije enojada y me levanté para tomar un vaso de agua, mientras algunos amigos de mi hermano hablaban, y él, él no me quitaba la mirada a pesar de que estaba conversando con mi hermano  

—Pero escúchame —dijo cuando me recosté en el mesón de la cocina y tomé agua

—¿Qué quieres que escuche? —reclame

—Me gustas, enserio recuperemos lo que un dia se perdió —dijo y lo mire

—James, entiende que hay cosas que no pueden volver a ser las mismas, como siempre te he dicho las personas nos equivocamos y está bien, es parte de nuestro aprendizaje, pero también está el punto en donde las equivocaciones se hacen tan rutinarias y constantes que simplemente hacen que uno se decepcione y al final tire la toalla para no seguir insistiendo en algo que simplemente ya está roto—hable

—Oigan ya vengan, después o mañana arreglan su crisis matrimonial —nos llamó Diego y James le dio una mirada de enojado

—Entiendo todo, él está aquí y por eso te muestras tan asi, desde que acabo toda tu ilusión con él te volviste más fría de lo que ya eras, él no supo valorarte —dijo y mi respuesta fue simplemente mirarlo enojada y pasar por su lado para dirigirme a donde se encontraban los demás

Me senté cerca de mi hermano y empezamos a jugar

*******

En la madrugada

Me sentía cansada, asi que trate de ir a mi habitación sin que nadie me detenga ya que ellos querían que aún no terminara la noche, por lo que fueron en busca de algún lugar abierto y comprar alguna bebida, mientras discutían que mismo se haría, en cuestión de que iba al baño me levante para irme a dormir y al entrar a mi habitación me lleve un gran susto al ver a Diego en mi habitación

—¡Sal! —exclame enojada y él se apresuró a tomar mi mano y la aparte—, no entiendes que quiero que te vayas, no tienes derecho de entrar a mi habitación cuando se te dé la gana

—Espérame —dijo cuando tome su mano con intenciones de sacarlo—, quiero decirte algo

— No me digas ¿Decirme más mentiras? —pregunte y me miro sorprendido—, no te quiero aquí, sal ahora mismo

—Me gusta verte con ese empoderamiento, te vez demasiado linda—dijo y rodé los ojos

—Si eso era todo, adiós —dije y en un movimiento de su parte, cerró la puerta y me acorralo contra la pared

—Déjame hablar cinco minutos —dijo y desvié la mirada

Era un completo cínico ¿Cómo se atrevía a darme cara después de todo lo que paso? Nunca tuvimos una relación, sin embargo, hubo situaciones que marcaron un antes y un después, y entre ellas está que nunca se dio la oportunidad de conocerme más allá de otro plano, nunca se dio la oportunidad de conocer más allá de lo que veía, mientras tanto yo sí lo hice.

Por otro lado, también vi la oportunidad de saber si en realidad lo que sentía se había ido, asi que sin pensarlo me acerqué a él y lo besé

Sus besos eran ese fuego que hacía derretir al hielo de mi corazón, volviéndolo dócil e ingenuo; hoy, simplemente sus besos no tenían el mayor protagonismo, eran momentáneos que desaparecían de manera rápida y se marchaban al sentir el frio que emanaba mi alma y corazón.