-Aprovecho esta ocasión para decirte que tener una hermana como tú es algo sensacional, gracias por ayudarme y siempre estar para mí. A medida que va pasando el tiempo y vamos creciendo, nuestro amor fraternal aumenta. Gracias por darme las herramientas necesarias para salir adelante. Aunque la distancia nos separe de forma física, nunca olvides que siempre te llevo en mis pensamientos y dentro de mi corazón. Los momentos a tu lado siempre los guardo como valiosos tesoros y espero que podamos compartir muchos más, agradezco que seas parte de mi vida, que nunca me olvides a pesar del paso del tiempo y que sigamos teniendo un vínculo tan único. Aunque has alzado vuelo, a través de tu ejemplo he conocido lo que es la comprensión, lealtad y ternura. Sueño con el momento en que pueda darte un gran abrazo y expresarte lo mucho que me complementas. Espero que al escuchar el cantar de los pájaros en las mañanas, recuerdes que hay alguien a kilómetros de distancia que te admira y no deja de extrañarte. Realmente no sé cómo expresarte lo feliz que me hace tenerte, tú eres mi mejor amiga, mi consejera y sobre todo mi máxima protectora; me siento muy feliz de poder contar con una persona como tú en mi vida.
Eres la mejor consejera que he podido tener, me has ofreciendo tu hombro para poder llorar y cada vez que he necesitado de un consuelo, tú has estado ahí, sin excepciones y sin excusas. Aunque me haya molestado que estuvieras tan pendiente de mí, ahora lo entiendo y te agradezco.
Gracias por compartir momentos tan importantes conmigo, por ser parte fundamental de mi formación como persona y por nunca rendirte. ¡Más que una hermana, eres una madre para mí!
By: Rebeca pérez ballester. 1/11/22
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