Paradoja: Los viajes temporales del doctor Montes

Capítulo XXI: Bizarro

PARTE 4

“Transmigración temporal”

Así habla Matías Montes Flores en esta primera parte:

En otro inicio

Había pasado más una semana desde que todo volvió a la normalidad… bueno casi todo…

Con la excepción de aquel momento en el que mi madre y yo fuimos testigo de aquel resplandor de la esfera de los recuerdos en mi habitación, no ha vuelto a ocurrir nada extraño… bueno, eso cuando me percaté de muchas situaciones inusuales que las daré a conocer:

Desde el primer día supe que la medicina tomó un nuevo rumbo como prescindir de los médicos para el diagnóstico de las enfermedades. En vez de eso, existen tecnologías muy avanzadas en el proceso detección temprana, de curaciones físicas y de enfermedades.

Todo era muy atípico a lo que había vivido en principio. Es más, en todas las realidades paralelas del presente en la que me vi envuelto estaba la medicina tradicional, tal cual como la conocí. Ante esto concluí que algo más había ocurrido en el pasado que alteró el orden cronológico. Supuse que mi intervención temporal provocó algunos “efectos secundarios” como la de que Margoth, esposa de Víctor, desarrollase el proyecto del futuro “Meta-humanos” en su primera etapa.

A consecuencia de todo esto, las escuelas de medicina se han dedicado más a formar personas que se dedicasen más a la mantención de las nuevas maquinarias y robots de alta tecnología. Fueron prescindiendo poco a poco de la educación de nuevos médicos que diagnostiquen, curen y operen a las personas. Y muchas personas formadas en la medicina han perdido sus empleos y se le haya quitado el interés al estudio de la medicina.

Por esta razón, mi “otra versión alterna” estudió pedagogía en educación básica, ya que, si era tan exigente el mantenimiento de estas máquinas, entonces no valía la pena estudiar ingeniería robótica medicinal, y más si los hombres poco a poco prescindieran de la medicina por el desarrollo del sistema inmunológico. En cambio, la educación escolar requería más personal y era lo único que quedaba.

También me enteré que mi otro yo impartía clases en el Colegio Green Day de Citytroy, ciencias naturales, y que tenía la jefatura de un sexto básico. Los alumnos eran pasivos en el sentido negativo de las cosas debido a que esta generación es “hija de la tecnología y del celular”.

Con lo que respecta a algunos conocidos: No he sabido nada de Samantha. Supuse que, a consecuencia de estos acontecimientos, su vida tomó otro rumbo, más aún, si le agregamos que Víctor se quedó con Margoth y Enrrico, no tendría ese vacío paternal y presuntamente fue adoptada por otra persona. Había visto a algunos de mis “ex colegas” tomar otros rumbos en la vida como comerciantes, profesores, arquitectos, etc.

A pesar de todo, había algo no cambió: Pedro seguía siendo un mecánico independiente con el sueño de trabajar en una multinacional de automóviles de carreras y participar en los grandes circuitos mundiales. Por lo menos seguíamos siendo amigos de infancia. Un día hablamos un poco al respecto de nuestros sueños en su taller:

- Es una lástima que tuviera que pasar todo esto. Hablo de ese proyecto de la medicina avanzada. Si no hubiera ocurrido, tú serías de esos doctores que había en antaño, como tu padre.

- Mmm… no sé… no sé…

- Encuentro que es un poco frustrante trabajar como profesor con esos chiquillos sin respeto.

- ¡Ja! Como en toda época, amigo mío.

- ¡Vamos! Los niños de hoy, lo único que les interesan es que sus fonos estén cargados y con internet para ver sus series indecentes.

- ¿Series indecentes? Jajajaja. No me hagas reír ¿Y no eras tú de los mismos?

- Jajaja… ¿Y vo’? ¿Acaso no sentías curiosidad?

- Jaja. ¿Y cuándo?

- ¿No recuerdas aquella vez que estábamos en la sala viendo esos videítos? Te invité a que vieras y te acercaste lentamente… Y cuando estabas casi cerca, una de esas chicas raras nos sorprendió y casi nos descubrió en nuestras fechorías…

- Sí claro, no lo recuerdo… jajaja.

- ¿Qué? jajaja ¿Cómo no te vas a acordar?… A ver ¿Cómo se llamaba? ¡Ah sí! Stella, fue Stella.

- ¿Stella?

Fue ahí que me acordé de ella una vez más y toda esa sonrisa se esfumó. Entre paréntesis: Pedro estudió conmigo hasta el primero medio y luego se cambió a una escuela mecánica para seguir sus sueños. Es por eso que él conoció a Stella y Sofía.

Le pregunté a Pedro:

- ¿Qué habrá sido de ella?

- ¿Ya te acordaste, pillín?

- Eh… solo me preguntaba estará por aquí o en el campo…

- No lo sé… no he sabido nada de Stella ni de su otra hermana Sofía (Que por cierto era muy fea).

- Bueno… Tengo que irme.

- ¿Tan rápido?

- Así es.

- ¿No me digas que quieres rencontrarte con Stella?

- Pues…

Justo en ese instante, el ambiente se enrareció y se manifestó una especie de golpe o pulsación que duró unos segundos. De primera no le puse mucha atención. Pero continuando, proseguí:




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