De hecho, Daniel y Samuel son combinaciones muy diferentes. No se conocían hasta que se vieron por primera vez, sin tener idea, alguna, que serán el mejor equipo entre los cinco continentes.
Luego de pensar los pros y contras, decidió refugiar al joven Samuel. Ganando, una nueva persona en la casa.
El motivo para aceptarlo, es que encontrar las herramientas necesarias ha sido un dolor de cabeza, es un problema, que lo ha frustrado durante mucho tiempo, por lo tanto, necesita un vigía y explorador.
Cuando, Daniel dejó en claro, las condiciones para quedarse, sabían muy bien, entre ellos, que se usaban mutuamente, uno quería encontrar objetos y el otro quería aprender acerca del mundo. Teniendo el mismo objetivo común.
Samuel siempre ha sido muy inteligente afuera, y solo con Daniel será como un bebé obediente.
Daniel. Ha estado esperando durante mucho tiempo tener alguna herramienta. Queriendo ver la información en la memoria y aprender el idioma.
Como resultado, sigue ignorante acerca, cómo es afuera de la zona de residuos.
"Parece que Eva, va a estar hibernando por un largo tiempo, más exacto 90 días. Sería bueno, tener a alguien más para hablar". Pensó Daniel.
Para arreglar la laptop o hacer un procesador mejor. El destornillador en sus manos, funciona para abrir la tapa con cuidado, sin dañar las piezas de adentro. Es un avance.
Samuel miró a Daniel, que se encontraba en una esquina, organizando piezas de metal a su alrededor. Cogió en silencio un objeto bastante suave y se sentó en la puerta de la casa.
La casa es extremadamente pequeña, pero demasiado cómodo, nada parecido a las casas de los nativos.
En este momento, ambos organizaban sus pensamientos.
"Bueno, revisando las piezas de la laptop, puedo buscar las herramientas más importantes". Pensó Daniel, intentando buscar, la mejor manera de que Samuel lo ayudara.
Recordando al invitado, Daniel voltea a la puerta "Es muy tranquilo, desde que le dije que me esperara, no se ha movido de ese lugar". Observó a Samuel.
—Hermano Dani ¿Qué estás haciendo? —pregunto Samuel, tenía mucha curiosidad, por ver tantas cosas nuevas.
Causándole un escalofrío a Daniel, al utilizar la palabra hermano y Dani.
— No me digas hermano, tampoco Dani — con una mirada en shock: - ¿Tienes algo que preguntarme?
La cara de Samuel es un poco inocente.
— ¿También escapaste de tu aldea? —preguntó, intentado entender qué clase de persona, es su hermano mayor.
Recordando. Hace 5 días una presencia (su hermano) asustó a todos los nativos de la aldea.
En realidad, los Ratar, tienen la mejor intuición de sentir a un enemigo más poderoso que ellos mismos.
Incluso, los otros nativos más agresivos de la aldea en el Oeste, son más débiles, que los Ratar, razón por la cual mantienen una sociedad en armonía, alejados cada uno.
Sin tener miedo o preocupación, como cuando ocurrió cinco días atrás.
Samuel, quería conocer la causa de aquello, arriesgando su propia vida, es más, dejando atrás a su aldea llena de alimentos.
Pasó, por varios problemas como ataque de ratas acida, momentos sin comer, falta de sueño, caídas y raspones. Sin ninguna pista, en encontrar a la persona, que causó tanto terror.
Tomando en cuenta, Samuel no tiene familia, y es demasiado joven. Llevando ese sentido de aventura, conocer a una persona superior y aprender sobre lo desconocido, lo llevó a conseguir a Daniel.
Un día antes de rendirse, encontró un cachorro, lo siguió hasta que desapareció. Como única pista, Samuel decidió hacer guardia por esta zona, que ha estado bastante tiempo explorando.
— No recuerdo mí aldea y tampoco sobre mi pasado. —tomando desprevenido a Daniel con la pregunta.
Mini se acuesta frente a la puerta, queriendo decir, tranquilo yo vigilo o también listo para salir. Independientemente de si era uno o la otra, la mochila de Daniel se encuentra, casi listo.
— ¡¡¡Woofff!!! — menea la cola, girando en vueltas.
— Esta bien mini, en un rato salimos — voltea con una mirada tierna a su fiel cachorro.
Por lo tanto, arregla una lista, con todas las herramientas necesarias, recordando las palabras de Samuel, Afirmando que podía encontrar lo que fuera.
Y ahora, la mochila está lista, obviamente no es para llevar comida, es más, sirve para guardar lo que consigan afuera.
La otra mochila, sin arreglar, será donde esté lo indispensable, como comida para varios días y agua para una semana.
Daniel con dos hojas de papel, en la mano derecha, parecía estar pensando en algo: "Son el mejor boceto de dibujo acerca de las herramientas".
"En verdad soy muy malo dibujando, espero Samuel entienda" . Pensó, con la esperanza de conseguir las herramientas, al menos las más importante.
"Oh", Samuel preguntó de repente, - ¿Vamos a salir? -
—Si, arréglate —mirando todos los dibujos en su mano y sonrió de forma maliciosa - Te voy a explicar acerca de lo que tenemos que conseguir.
Samuel inclina la cabeza, independientemente de lo que hay buscar. Solo son garabatos.
"Joder, está loco, como voy a conseguir todo eso". Sé preguntó, con preocupación de no lograr conseguir nada.
Mientras los dos niños, parecen muy cercanos, planeando su próximo objetivo. Uno, más preocupado que el otro.
...
.
En ese momento, muy lejos de la casa.
Se encuentra, la aldea de los nativos en el lado Oeste. El cielo estaba despejado, desde hace ocho días, no se ha vuelto a ver signos de lluvia o nubes oscuras.
A simple vista, se observa muy pocas casas, es más, solo eran estructuras muy sencillas, paredes de adobe, con pisos de tierra, algunos solo tenían postes de manera, y techos de aluminio.
También, hay una que estructura que destaca, entré todas, se encuentra completamente hecha de piedra, reforzado de cemento y puerta de hierro.