Parallel stories

04/01

Recordé algún día de mi vida en donde todo fue muy extraño. Aunque me gustaría describirlo tal cual fue, se que mis palabras no son lo suficientemente útiles para hacerlo. Aun así, lo intentare.

Si mis palabras llegan a describir, lo que fue un día como cualquier otro, podría describir lo que yo pude llamar una "un día especial"
Cualquier persona saldría en la noche, bajó la luz de las velas, en un restaurante de quien sabe cuantas estrellas, pero no era el caso, la persona a quien esperaba, era diferente, decidió que el mejor lugar sería en una biblioteca, en una ciudad a varios kilómetros desde dónde yo vivía
No me reúse, de hecho, si hay algo que me agrada, son aquellos lugares que se encuentran más lejanos a mi hogar, no sería del todo "común" mis gustos, pero quien es realmente normal en estos días.
Partí temprano en la mañana, tome el primer autobús a la redonda que me llevase hacía la estación de trenes, en dónde partiría a las 12h Y 30min el cual me llevaría hacia el lugar en donde ella me esperaría.
Mientras viajaba, recordé que en mí bolso de viajé, guardaba un viejo libro, que había empezando hace unos cuántos meses, y que aún no había terminado. Hoja tras hojas, me perdí entre sus paginas, hasta finamente terminar con él, en cuanto observó por la ventanilla, veo que voy por un cuarto de caminó, y sin tener más que leer, me dispongo tan sólo a esperar hasta llegar a aquella ciudad. La recordaba, había ido unas cuántas veces, trate de guiarme un poco por las calles, para tratar de no perderme en el caminó, ni demorar mi llegada. Alrededor de 30 minutos, llegue al lugar, una biblioteca, muy conocida en la ciudad. Mire a mis alrededores, pero no la encontraba, dude un poco si vendría así que mire la hora, tal vez se había retrasado, en cuánto vi que había llegado media hora antes de lo acordad. Sin más, entré al lugar en busca de unas cuántas obras literarias para pasar el tiempo hasta cuando ella llegase.
Al cabo de unos 15 minutos, sentí vibrar mi bolsillo, en cuánto revisó, veo que en mi celular me había llegado un mensaje de está persona, preguntándome 《¿dónde estás?》
Sin más, me dirigí hacia la puerta en su búsqueda. Al doblar por unos cuántos estantes, logró verla, buscándome por doquier.
Marchamos de ése lugar en rumbo hacía lugar más tranquilo, tras caminar y parar en el algunas vidrieras, nos detuvimos en un parque.
Sin mucho que decir nos aventurarnos a tener nuestras charlas frecuentes. Cada palabra que decíamos, mi mente se liberaba y sin siquiera quererlo, canté sin más mis penas, sin saber en qué pensaba. Nuestras palabras se cruzaban, en un vaivén de oraciones, nuestras ideas compaginaban... pero todo era erróneo, y nada pasaba, al poco tiempo de despedirla y marcharme, mis recuerdos se borraban, y mis ideas ya no eran claras, no entendía nada, porque mis recuerdos se destrozaban.
Trate de recordar al llegar a casa, no recordaba ni su cara, ni ropa, ni nada, solo había vacío, y una sensación de algo, que tal vez sucedió, pero que no recordaba. Hablé con ella, para unir las piezas, tras una larga charla, supe que mis ideas eran ciertas, pero hasta cierto punto; no todo es color de rosas, cómo lo era su atuendo, ella era más fría que el mismo invierno.
Una cálida noche de verano, de martirios y recuerdos, en cuál yo podía recordarla. Hoy recuerdo su rostro, llenó de descontento; unos ojos vacíos, y una piel pálida, una mirada que poco expresaba, gritando palabras a la nada, porque no estaba ahí para escucharlas, mi mente nunca estuvo, se marchó ése día.



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En el texto hay: relatos de la vida, relatos reales, relatoscortos

Editado: 24.04.2023

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