Alma destrozada.

Me destrozaste el alma cuando te marchaste, cuando me dijiste que cosas como estás van y vienen, tal vez tengas razón, pero me destrozaron esas palabras, tantos amores y ninguno me rompió el alma como lo hiciste tú y tu estúpido egocentrismo de pensar que siempre estaría a tu disposición y que al momento de irte no pasaría nada, te detesto por eso pero decir que fuiste un "amor pasajero" sería un insulto a mis sentimientos y a todo lo que vivimos juntos, aquella habitación fue testigo que entre nosotros había una química inexplicable, un sentimiento que no era amor, era un sentimiento que no se podía comparar, mucho menos explicar, pero nunca quisiste reconocerlo, sí lo admitió todavía pienso en ti no ha pasado un solo día en el que no te piense, debo confesar que no puedo vivir sin tus besos, sin tus caricias, te metiste tan fácil y tan adentro en mi alma que no encontré la manera de sacarte, debí seguir intentandolo sabía que tarde o temprano te ibas a marchar, lo sabía pero el día que te marchaste quise decirte que no te fueras pero decírtelo significaba perder la poca dignidad que me quedaba, aquella dignidad que pisoteaste y que preferí defender antes de dejar que la pisaras más, preferí parar de discutir y dejarte, pero aún recuerdo aquellas palabras que dijiste, me hiciste sentir la mujer más insignificante de todo el mundo, juro que siempre recordaré esas palabras en mi memoria y las recordaré al verte, no para vengarme, no para decírtelo en la cara, simplemente para recordar que mi lugar no es a tu lado, porque esas palabras son las que me destrozaron el alma.