Pasado en los corazones

.48.

Siete años atrás, el día anterior a descubrir toda la verdad.

Elián y yo estamos volviendo de nuestra cuarta cita esta vez hemos ido al cine y luego a cenar, yo tenia muchas ganas de ver una película basada en un libro que había leído así que esta mañana cuando Elián me ha propuesto ir a verla no he podido negarme.

Esta es unas de las tantas razones que hacen que ame a Elián Davis, que haya recordado que ese libro me encantó y que estaba deseando ver la película solo hace que esté más segura de la decisión que voy a tomar.

Quiero acostarme con él.

Puede parecer una locura a mi corta edad pero estoy tan cómoda y tan segura con el que no puedo imaginar otra manera mejor de perder la virginidad.

Nunca hemos hablado de este tema pero sé que Elián ha estado con otras chicas a diferencia de mi que todavía no he tenido novio ya que aunque esté "saliendo" con Elián el todavía no me ha echo la gran pregunta.

Quizás esta noche lo haga.

Tengo que aprovechar que mi abuela y Holland no estarán en casa, mis tíos nos propusieron hacer unas escapada pero yo me negué excusándome con que no me sentía preparada todavía para hacer rutas largas en coche. Esto es una verdad a medias porque si hubiera sido Elián quien me lo hubiera propuesto no me habría negado.

-Estás muy callada, ¿en que piensas?

Vamos dando un paseo agarrados de la mano, no queda mucho para llegar a mi casa.

-Quiero que esta noche durmamos juntos *le digo*

Elián me mira extrañado ya que normalmente él suele quedarse hasta que yo me quedo dormida y luego se marcha.

-¿No le molestará a tu abuela? *me dice*

-No está en casa

-¿Y Holl? *dice*

Algo empieza a molestarme y un miedo se me instala en el pensamiento.

-¿Estás buscando una excusa para no dormir conmigo?

La expresión de Elián cambia justo antes de que pare de andar, se planta delante de mi para besarme apasionadamente.

-Solo quiero que seas consciente de que va a ser una tortura para mi tenerte a lado y no poder tocarte *dice*

-¿Quien dice que no podrás tocarme? * me rio*

Elián vuelve a andar pero esta vez va más rápido parece que vaya a echar a correr en cualquier momento.

-Florecilla espero no haber malinterpretado tu mirada

-Mis ojos nunca han sabido mentirte *le digo*

Este comentario hace que vuelva a apresurar el paso, no debe estar contento con el ritmo que llevo porque de un momento a otro Elián me lleva en brazos. Recorremos así el último tramo de la calle hasta llegar a la puerta de la casa, mi acompañante me arrebata las llaves para ser el mismo quien abra la puerta.

Me rio al ver sus ansias por llegar a mi habitación.

Nada más cruzar la puerta Elián se abalanza sobre mi para fundir nuestros labios, este beso para nada es como los otros que nos hemos dado, este es salvaje a la par que sexy.

Parece literalmente que Elián quiera devorarme y me encuentro a mi misma queriendo ser devorada.

Sonrió ante mi comentario.

-¿En que piensas? *me dice*

-En que te quiero *le digo*

Elián para de devorarme el cuello para fundir nuestras miradas, veo algo extraño en ella.

No es la primera vez que le digo que le quiero, la primera vez se quedo un rato congelado pero rápido reacciono y me besó , todavía el no me lo ha dicho pero sé que él también me quiere.

Volveremos a besarnos y así vamos hasta mi habitación, separándonos solo para coger aire y para no caernos por las escaleras.

Cruzo la puerta de la habitación mientras me deshago de su camiseta de un grupo de rock.

Admiro su torso tonificado y un tatuaje que le cubre las costillas, en ella está un verso de su canción favorita.

Vendería mi alma sólo para ver tu rostro...rompería mis huesos sólo para curar tu dolor.

Se lo hizo poco después de que mis padres murieran y soñando despierta imagino que se lo hizo por mi, jamás le he preguntado pero dentro de mí quiero creer eso.

Besó su tatuaje antes de dejarle que me pase la blusa por la cabeza, esta es de Jane ya que yo no suelo llevar este estilo de ropa, es bastante escotada para mi pero quería sentirme guapa en nuestra cita.

Poco después los pantalones desaparecen.

Elián me contempla de arriba a abajo y me siento pequeña ante su mirada felina, instintivamente me cubro con los brazos.

-Jamás sientas vergüenza ante mi florecilla

Sonrió como una boba.

Entre besos y caricias Elián y yo nos convertimos en uno y como Jane me había contado la primera vez duele pero ver sus ojos azules contemplarme con adoración una vez que hemos terminado se que a merecido la pena.

Conversamos abrazados sobre qué mañana iremos a la playa todo el grupo antes de que me gane el sueño y termine durmiendo sobre su pecho.

Esa noche perdí mi virginidad sin saber que había sido apostada.

Esa noche entregue algo creyendo que estaría segura al dárselo a él.

Estaba muy equivocada




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