Pase lo que pase, siempre te querré ©

***

Dueñas

Espero no hacerla daño, la tortura de besos que me está haciendo pasar no se la perdonaré tan fácilmente. Pasaron todavía uno minutos hasta que Helena, liberó mi pene de mis calzoncillos. Pude ver su cara de asombro, acto seguido lo envolvió, empezó a subir a bajar su mano por todo mi recto, estaba dura, demasiado. Eché un jadeo y pode sentir su lengua rozándome la punta del glande. Esta chica hace maravillas, a que me he equivocado de hermana... No creo, aunque si fuese el caso, Helena estaba haciendo lo mismos que nosotros.

Helena Smith

Terminé de chuparsela, no sé ni como lo hice, a ver si el pillar a mi hermana las pocas veces que había tenido sexo servían para algo...

terminé de acariciarle para besarle de nuevo, él me empezó a acariciar la espalda, bajaba por la pierna y volvía a subir, de un giro, se puso encima mío y empezó a besar mi cuello, solté un gemido. 

Esto está llegando muy lejos y no estoy preparada. Creí que sí, pero una sacudida de miedo recorre mi cuerpo cada vez que pienso en meter eso en mí. La estoy cagando pero no puedo evitarlo

-Adri... yo... creo que no estoy preparada... lo siento-. Me levanté y me metí en el baño. esto no podía ser, no podía cagarla mas. creí estar preparada y lo que soy es una niña, entenderé que Adrián no me vuelva a hablar...

Oigo como la puerta de mi cuarto se abre y como mas tarde la de la calle repite el mismo movimiento para finalizar con un portazo.

La he cagado, Dueñas me va a odiar, todas la oportunidades que tenía se han desvanecido. Mis lagrimas empiezan a correr por mis mejillas y ni el sonido de mi puerta abriéndose, pueden detener el torrente  de emociones que me recorren por dentro. Cara esta sentada a mi lado, me abraza y me susurra palabras bonitas y tranquilizantes. 

-Helena, no sé que te ha pasado pero sabes que puedes contar conmigo-. Sus palabras eran sinceras. Mi cuerpo cubierto únicamente por la sábana ayudaban a deducir qué había pasado. -Yo... Dueñas y yo hemos estado apunto de... hacerlo... y yo... pues... no he querido-. mis lloros resonaron por toda la habitación.

 

 




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