Me dirigía una vez más al depósito de cadáveres en la camioneta de Michael, puesto que, la mía se encontraba a unas cuadras del taller no teníamos tiempo que perder en ir a recogerla.
Nos ofrecimos a llevar a Tobías, pero este declinó la propuesta. Dijo que se reuniría con el resto de nosotros en la morgue. Por una parte, odiaba que se fuese solo, ni siquiera podía dirigirle la palabra, fue Michael quien se encargó de hablar con él. Sin embargo, desde otro punto vista, era un alivio no tenerlo cerca para pensar bien en todo lo sucedido entre nosotros y de igual manera evitar la tentación de lanzarme sobre el nuevamente.
¿Y bien? — interrogó Michael a mi lado, trataba de mirarme de reojo sin apartar la vista de la carretera.
¿Y bien qué?
No te hagas el tonto ¿Qué estaba ocurriendo entre tú y el murciélago antes que yo llegase? — desembuchó al fin lo que tanta curiosidad le causaba— Desde que salimos has estado demasiado callado y pensativo.
Mi compañero resultaba ser muy observador cuando menos hacía falta.
No sé a qué te refieres.
Hablé en mi defensa rezando interiormente para que Michael captara mis pocos deseos de contar nada y cambiase de tema, pero como siempre me equivoqué con respecto a las decisiones de él.
Mira Ryan— murmuró suavemente en un tono, quizás, comprensivo— Vi lo que estaba sucediendo minutos antes de que entrase al taller— se detuvo para ver mi reacción y al percatarse de que no diría nada continuo— Interrumpí porque se trata de un asunto de vida o muerte de manera literal.
Ambos quedamos callados, cada vez me quedaba con menos posibilidades de escape. Aprovechando que nos detuvimos en un semáforo en rojo mi compañero se giró a mirarme mostrando la picaresca sonrisa que usualmente poseía.
Entonces ¿vas a contarme o tengo que empezar a adivinar yo?
Estaba atrapado en un pozo sin salida, me habían cachado infraganti. Daba igual si lo contaba o no, me juzgarían de todos modos.
—Besé a Tobías.
—Eso lo sé genio, dime algo de lo que no me haya enterado.
POR DIOS ESTE HOMBRE ERA UNA VERDADERA MOLESTÍA EN EL CULO.
—Creo que el vampiro es mi pareja destinada.
Por unos segundos que me parecieron horas el silencio reinó en el vehículo. Quedé esperando el reproche, las quejas y el enojo, pero en su lugar solo escuché:
— ¿Y?
— ¿Cómo qué Y? — conteste exaltado — Te das cuenta que tu mejor amigo o mejor dicho tu alfa tiene grandes posibilidades de ser gay, o peor aún, se muere de ganas de meterse en las sabanas, nada más y nada menos, de un vampiro.
Para cuando terminé de gritar ya habíamos llegado a nuestro destino. Tal perecía que era a mí a quien había traicionado algún miembro de la manada, me sentía culpable por no ser capaz de transmitir ejemplo a mi clan. Michael apagó el motor y con una sonrisa a la que le faltaba poco para ser carcajada respondió.
—Qué importa quién te guste o lo que seas, sigues siendo tú: mi alfa, mi amigo y mi hermano, tus gustos no cambaran quien eres. La mayoría de nosotros odia a los vampiros porque nos han criado para eso, tal vez esta relación sea buena para solucionar este problema— se detuvo un segundo pensando en sus siguientes palabras— Creo que si ese chupasangre realmente está destinado a ti deberías arreglar el problema que hayan tenido, aunque no sé lo que paso, se le notaba dolido antes de que yo entrase en escena, no es común que un vampiro se muestre vulnerable ante cualquiera.
Diciendo esto Michael bajo del auto dejándome con la boca abierta ante su momento de sabiduría. Baje del carro también poniendo mi mente en blanco para enfrentar el problema mayor que esperaba en el interior del edificio.
Llegamos a la entrada de la morgue y ya se podía sentir la tensión en el aire, al cruzar la puerta un gran número de seres se encontraba distribuido a lo largo de la sala. El mayor porcentaje era de lobos reunidos alrededor de Nolan y Zack, en segundo lugar, estaban los cambiaformas junto a su líder Dylan, un cambiaformas jaguar, y por último en un extremo de la habitación solo se encontraban dos vampiros: Tobías y otro joven que se encontraba lo suficientemente cerca como para susurrarle al oído provocando que mis entrañas se revolviesen.
A LA MIERDA LA MENTE EN BLANCO. ¿QUIÉN ERA ESE Y QUÉ HACE TAN CERCA DE MI CHICO?
Con mi llegada todos los murmullos de la sala cesaron y controlando el instinto de ir al final de la habitación y arrancarle la cabeza al nuevo vampiro, avancé en dirección contraria al resto de líderes.
—Este viaje han matado al triple de la vez anterior— informó Nolan — y no se han limitado solo a los lobos.
—Lo imagino, si no hubiese sido así no estaríamos reunidos todos los líderes juntos.
—Ha quedado un superviviente— se adelantó a decir Dylan.
Esto si me sorprendió, sinceramente no esperaba que entre tanta matanza quedase alguien vivo.
— ¿Quién es? — pregunto Michael, por lo visto no fui el único sorprendido ante la declaración del cambiaformas.
—Un iniciado nuestro—retomó la palabra Dylan— Apenas tiene diecisiete años, se encuentra en el hospital con unos cuantos rasguños, está vigilado por mi segundo al mando—casi en una súplica continuo— Entiendo que como líder del pueblo tengas el derecho a interrogarle, pero por favor no le presiones, es solo un niño.
Asentí brevemente, era admirable como hacía a un lado su orgullo con tal de protegeré a los suyos. Gire para observar el conjunto de cadáveres, era tanto el destrozo que apenas las figuras eran reconocibles. No encajaba en la ecuación que dejase un sobreviviente solo con leves arañazos, había gato encerrado en todo esto.
—Michael, junta a un grupo de reclutas de todas las especies y reúnan toda la información que puedan sobre las víctimas. Necesitamos saber si existe un hilo conductor entre los asesinatos— hablé al resto del personal— Yo iré al hospital a conversar con nuestro superviviente a ver qué descubro.
Iré contigo— enunció Zack a mis espaldas colocando la mano sobre mi hombro en un gesto muy familiar.
De acuerdo.
Tobías y su compañero comenzaron a caminar en dirección a la puerta, pero antes de salir mi vampiro hablo.
—Ayudaremos en todo lo que sea necesario, mis chicos ya tienen información de utilidad, me marchare ahora para organizarla y poderla entregar al encargado de recogerla.
Antes de que le diera tiempo a irse Zack se mofo de él en voz alta.
—No deberían dejarlos marchar sin supervisión, recuerda quiénes son y las características de que los cadáveres tienen todos los cuellos destrozados y están carentes de sangre.
Lancé una mirada de enojo a mi hermano, pero era ya demasiado tarde. Las palabras estaban dichas y los murmullos entre la multitud comenzando. Tobías me observo con una frialdad que era capa de helar hasta al propio fuego.
—Mira cachorro—provocó, pero no a Zack sino a mí— Ya es hora que le dejes claro a tu gente y al resto que no somos el peligro en esta ciudad, también hemos sido víctimas, incluso antes que ustedes. Solo porque somos los chicos nuevos del pueblo con los títulos de BAD BOYS no significa que tienen el derecho de juzgarnos, utilizarnos o divertirse a costilla nuestra.
El paso de frialdad a la decepción captada en su rostro me dio a entender que no era solo del insulto de Zack de lo que hablaba sino también, de lo que había pasado entre nosotros horas antes. Creía que jugué con él, ahora sí que me sentía como una rata traidora.
Toda la habitación volvió a quedar en silencio, nadie se atrevía a hablar. Fue el compañero de Tobías quien dio el primer paso.
—La información que desea el alfa le estará disponible en media hora, si nos permiten nos retiramos ahora—el tono de su voz era un desafío a que volviesen a faltarle el respeto a su líder, solo que esta vez ni siquiera Zack hablo.
Mi vampiro se marchó acompañado de un hombre que no me gustaba y creyéndose una simple diversión para mí. Pero eso cambiaria pronto.
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Editado: 19.04.2020