Capítulo 3

Creo que estoy recuperando la conciencia, estoy en los brazos de un hombre, pero no puedo mover la cabeza para mirarlo, trató de hablar, pero sólo sale un simple balbuceo, él me responde que todo estará bien, en ese momento, reconozco la voz, es el Sr Roberto, pero en vez de pedirle explicaciones, prefiero disfrutar ese momento en sus brazos, sentí esa paz que corría por mi cuerpo, tenía un poco de sueño, pero esta no era la ocasión adecuada para dormir, luego de unos momentos llega el doctor, al parecer no me había dado cuenta de que estábamos en un hospital.

-Parece que te estás mejorando ¿no es cierto Señorita Fernanda?.

-Creo que Sí. Quiero explicaciones pero no quiero parecer un poco exagerada, así que iré paso a paso.-Disculpe doctor ¿quien me trajo aquí?-

-Primero que nada recibí una llamada de la escuela, al parecer era una alumna que se había desmayado, así que fuimos rápidamente a ayudar, cuando te trajimos, le pedí a una de tus maestras que le marcará a alguien de tu familia para que se enteraran, pero tus padres dijeron que estaban un poco ocupados así que quisieron buscar a otro familiar tuyo, pero al parecer no tenias a nadie más registrado ya que casí a todos los tenías bloqueados, todos menos al Sr Roberto, al principio pensábamos que no lo conocíamos y que podría ser tu novio, porque lo tienes registrado así :

♡♡Roberto♡♡

-No creo que sea hora de hablar de eso doctor-.

-Tienes razón mija...
Así que le hablamos y aceptó en venir a apoyarte y además el  quería hablar con tus padres-.Se ve serio.¿No es cierto Sr Roberto?

-Así es Doctor-. Dijo Roberto.

En ese momento mi corazón se empieza a agitar tanto que creo que de nuevo me voy a desmayar, ya que no se que querrá decirle a mis padres.  De sólo pensar en las consecuencias, también de pensar en que van a decir mis padres, me dan ganas de vomitar, porque recuerdo que de pequeña, nunca me agradó nadie de los chicos de mi salón, mis padres pensaban que era muy rara, ya que la mayoría de mi familia, a mi edad, ya tendrían novio, creo que esa es otra de mis diferencias. Llegan muchos pensamientos, trató de acomodarlos pero no puedo. Volteó hacia atras y veo que El Sr Roberto está mirando hacía mí, me mira tan lindo y tan hermoso, que si tuviera las fuerzas suficientes, me encantaría levantarme e ir a abrazarlo muy fuerte, pero se que eso no pasará. Después de unos minutos de silencio y mirada fija, él es el primero en bajar la mirada, no entendía porque, si no estaba el doctor, y además nada nos detenía, luego entendí que era lo mejor, dado que, si el Sr Roberto iría a platicar con mis padres, obviamente también hablaría del contacto visual que le tengo, pero en fin el doctor me dijo que tenía que descansar, y claro no me haría ningún daño dormir un poco, luego de una hora y media me desperté, luego hablé con el doctor y ya me iba a dar de alta, en fin cuando me iba a ir, recordé lo del Sr Roberto, así que mejor me di prisa para que el no pudiera hablar con mis padres, entonces cuando todo marchaba bien, Escucho que alguien está gritando...

-María Fernanda crees que me podrías esperar-.
Volteo hacia atras e inconscientemente digo en voz alta...

-Sr Roberto!!!-.