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En el salón de clases... 

- Y así, es como se logra la técnica llamada “puntillismo “  

Vaya, este día ha sido más largo que de costumbre. Dentro de mí, siento una pequeña punzada en mi pecho que me hace percibir que algo no está bien. En ese instante, lo primero que pasó por mi cabeza es Brais. Salí del aula de clases y le marqué desde mi teléfono. 

Un timbre… dos... tres... cuatro... y al buzón. Definitivamente algo no anda bien. Él siempre contesta enseguida el móvil. Intenté llamar otra vez, pero fue en vano. Cada intento me enviaba al buzón y eso hacía que mis nervios crecieran mucho más junto con mi preocupación. 

La hora de salida se acercaba y lo único que podía pensar, era en volver pronto a casa para poder ver si Brais se encontraba bien. 

- Es todo por hoy. Recuerden la tarea la próxima clase. Que tengan un buen día chicos y chicas. 

- Adiós maestra –dijeron en coro. 

Tomé mis cosas y salí de ahí lo más rápido posible. ¿El camino siempre es tan largo o solo es porque voy con prisa? 

Llegué y al entrar en el apartamento solo se escuchó un silencio preocupante. Fui hacia la habitación, nada. El baño, tampoco. Tal vez en el balcón, ni un rastro. Algo llamó mi atención sobre la encimera, una nota.  

“Fui de compras al market de la señora Ross, para poder tener suministros en la alacena” 

-Brais- 

Bueno, por un momento pude relajarme un poco, pero de pronto el timbre sonó indicando que alguien estaba del otro lado de la puerta. 

Miro por la mirilla para ver de quien se trata, pero no veo a nadie. Abro la puerta y me encuentro con otra caja frente a ella. La tomo y me adentro en el apartamento para ver de qué se trata todo esto. Abrí la caja y pude encontrarme con algo que me dejó un completo shock. 

- ¿Cómo puede ser posible? -dije llevando una de mis manos a mi boca por el asombro - ¿Quién es esta persona y por qué me hace esto a mí? 

Dejé las fotos a un lado y procedí a llamar a la policía. Esto era la gota que derramó el vaso. No podía seguir aguantando todo esto. 

- Repítame de nuevo la historia señorita... 

- Garza... Elizabeth Garza. 

- Bien señorita Elizabeth, prosiga –dijo el oficial mientras se disponía a anotar en una libreta todo lo que yo fuera a decirle...

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