Me puse de pie mientras el televisor se volvía a encender, el cielo estaba tornándose oscuro.
—Creo que hay que comprar uno nuevo
—Bueno, ya nada —Dije regresando a ver a Esteba
—¿Pongo música? —Asentí
La estancia se llenó de música mientras miraba el cielo, mis pies comenzaron a moverse al ritmo de la canción, sentí que flotaba mientras me movía con los ojos serados por el lugar.
Un cuerpo se pegó al mío, y comenzó a moverse al ritmo de la canción, mire sobre mi hombro.
—Princesa
—Eros —Sonreí
Calm Down siguió sonando un rato más, mientras bailábamos en medio de la sala, cuando la canción acabo, me volteo y me quede mirándolo.
—Creo que deberías limpiar tu nombre
—Realmente no había pensado en eso, creí que ya no vendrías
—Tuve mucho que hacer, pero no estás sola
—No —Miré al resto
Ellos son los hermanos Caruso, él me miro y sonrió.
—Alessio no pensé verte aquí, es un placer ¿Todos son hermanos?
—No, ellas —Señale a sus acompañantes —Son sus novias
—Supongo que usted es la única Caruso mujer
—Supone bien
—Bien, escuche que tenias un tratado y una conferencia con la cámara de los lores ¿Algo en mente sobre el asunto?
—Nada, Máximo es un príncipe al igual que yo, no importa donde sea su procedencia, pero la brecha se hace cada vez más pequeña
—Lo bueno es que tienes a tu dulce Zayden contigo —Lo mire y me senté —Un día dejaras que te vista
—No estoy para hablar de eso
—No me gusta como te pone límites, eres un alma libre, lo único que hace es aprisionarte y lo peor es que te dejas
—No tengo fuerzas para luchar más, contra…
—Ni se te ocurra decirlo, marcaste un antes y un después en la monarquía, la princesa que no fue doblegada, el hecho que no recuerdes no significa que dejaras que alguien te trate así
—No me aceptará como soy —Me tomo de ambos lados de la cara
—Pues entonces no es la persona correcta para ti —Me solté de su agarre y descanse mi frente sobre su pecho —Sé que Zayden cree saber que es lo mejor para ti, y se que sabe muy bien que no es una boda
—Tú también te casas
—Porque debe haber un heredero
—No me cae tu prometida, su voz es
—¿Cómo la de una guacamaya? —Asentí —Si lo sé, pero no había más
—Una respetada antropóloga y filosofa, muy lista —Nos reímos
—Lo que necesites Rouses, pídeme lo que sea, por más pequeño, simple y ordinario, estaré para ayudarte
—No creo que a tu esposa le guste mucho
—Pues no me importa, no puedo salvarte, solo decirte que estoy aquí contigo
—Lo sé
—¿Cómo van esos recuerdos? —Lo mire
—Horribles, mate a la pobre televisión
—Mañana voy a Grecia
—Salúdame a mi prima
—Espero no verla, debo hacer una diligencia, se supone que debo informar a la nación que quiero que mis hijos tengan la ciudadanía Griega por parte de mi madre
—Griego, Inglés e Italiano, son buenas raíces
—Tú tienes mejores
—No —Lo miré —¿O si?
—Si
—tengo nacionalidad Egipcia, Inglesa, Griega, Turca, Rusa por parte de la abuela de mi padre y creo que Alemana o era Suiza, no recuerdo —Sonrió
—Vez
—Son muchos, algunos ni siquiera e ido en años, solo por trabajo
—Pues date tiempo
—Aún no acabo, y me falta
—¿Qué trae por aquí a toda una familia? —Miro a los Caruso que se habían vuelto a sentar
—Queríamos ver como estaba Rouses
—Qué noble de su parte, muy noble
—Su majestad —La puerta se abrió —El duque de Sussex
—Pensé que llegaría mañana —Mire a Maritza y ella asintió
—Buenas Noches —Miro a mis invitados —Creo que hay vistas —Me dio un beso en la mejilla y un ramo de Margaritas
—Sí, están de vista, pero ya se iban
—¿Ya cenaron?
—No, pero vendrán mañana, a conversar sobre el tratado de vinos que estamos por crear
—Hola Eros
—Zayden, es grato, verte de pie, siempre —Lo miré —Vine a saludar a Rouses, y hablar sobre su conferencia en la cámara de los Lores
—Lo hará bien, la educaron para eso
—Sí, pero uno que otro comentario no vine mal, ¿o si?
—No
—Nosotros nos vamos, vendremos mañana a concretar el contrato
—Sí, los espero
Me despedí de ellos con apretones de mano, mientras Zayden se sentaba.
—No crees que es muy tarde para vestir así y con visitas
—No crees que deberías decirle lo hermosa que se ve, esta muy linda —Mire a Alessio —Sobre todo con ese pantalón —Susurro, pero lo escuche y creo que Zayden también
—Si creo lo mismo —Dijo Eros —No estamos en el siglo doce, relájate
—Las costumbres americanas no son buenas
—Y ser muy inglés es muy pesado
—Los veo mañana
Salieron y me senté mirando a ambos.
—¿Por qué siempre pelean?
—Por nada, solo que debiste cambiarte de ropa
—No me sentía bien, y estoy cómoda así, no voy a ponerme un vestido, cuando es lo último que quiero
—Lo que vistes dice mucho de ti
—Y lo que dices dice mucho de que no me conoces —Me quedo mirando
—Sabes que no es verdad, solo estás abrumado con el hecho de que no acepten a Máximo como futuro rey por su color y con el hecho que el este cerca
—Alessio no se acercará a mí, sale con alguien, y si estoy de los nervios, y debo casarme para no perder el trono, no estoy bien, porque no recuerdo todo, y cuando lo hago parece que moriré, y lo único que haces es criticarme —Me puse de pie —Creo que voy a dormir
Camine para ir a mi habitación.
—Rouses no lo escuches, a veces es muy Inglés
—¿Te vas?
—Las cosas no se harán solas Rouses, debo irme —Me beso en la frente —Llame si necesitas y Rouses —Lo mire —No es tarde
#17941 en Otros
#2931 en Acción
#28346 en Novela romántica
mafia italiana y amor, mafia erotica amor secuestro, mafia italiana embarazo
Editado: 23.05.2023