56

Pase directo a mi habitación, junto a Zayden, leí unos correos, hasta que él salió después de que dijera que me iba a dormir, y es que estaba muy cansada, después de leer que tenían mis retratos para la coronación, y cuál de mi rostro iría en los billetes y las monedas apague todo para dormir.

Me levanté temprano, tenia una junta por computadora, con los mandatarios Japoneses, estuve una hora hasta que termino y salí al salón, estaba desierto, había botellas vacías sobre la mesa, saque una garra de jugo, fruta para hacerme el desayuno, cuando voltee Alessio estaba despeinado sentado frete a la barra.

—Podías al menos hablar para saber que estás en la habitación

—Buenos días

—Buenos días, no te ves bien

—Descubrí que tu amigo no es aburrido

—¿Mi amigo?

—Zayden —Lo miré —Sabe emborracharse 

—¿Emborrachaste a Zayden?

—No, él lo hizo, le gusta mucho la ginebra y eso 

—¿Estaba bien?

—Si

Me senté a su lado y procedí a comer, él se sirvió jugo mientras se frotaba la cabeza.

—Buenos días

Me volteé encontrándome con Zayden parecía pasarla muy mal. 

—¿Te encuestas bien?

—Siento que me va a explotar la cabeza, recuérdame, no volver a tomar, esto es el infierno 

—Ten —Alessio le dio un vaso —Se te pasará

—Es algún jugo

—Así es 

—Si vuelvo a tomar así moriré —Maritza y Esteban aparecieron 

—¿Qué todos tomaron?

—No era nuestra culpa que fueras a dormir 

—Tenia una junta a la seis de la mañana

—Estás de nuevo en la televisión 

—Ahora que dicen, acaso mate a alguien ahora

—Dicen que para ti amar es un crimen

—Ya 

—Aquí están los periódicos de la bolsa, y el petróleo, la unión de países europeos, esperan una reunión para mediados de abril

—Podemos ver una película —Mire a Zayden — O podemos jugar damas chinas

—La junta con los empresarios es mañana a medio día y la revisión de los documentos de estado son para mañana

—O podemos ir a la playa 

—¿No quieres que trabaje? 

—Si Zayden, estoy haciendo mi trabajo

—Lo siento Maritza, pero cada vez que trabaja termina desfallecida 

—Es verdad

—Las carpetas están en mi maleta, solo envíalo, retrasa la junta, ya que no me han llegado los últimos informes que se suponen debían entregarme, y dile a Carlo que revise los informes de inversiones, yo taco quiero trabajar hoy 

—Lo olvide —Mire a Zayden —tenemos una cena

—Tú no olvidas cosas

—Señor Caruso por favor cree que podrá arreglar algo para después de las doce, este una cena sencilla

—Seria almuerzo, si bueno con lo mucho que se retrasan lo llamaría cena ¿Podría?

—Veré que puedo hacer

—Iré a descansar, nos vemos después

—Espera Zayden de que es la cena

—No sé 

—¿Cómo que no sé?

—El licor lo afecto

Llegamos en un de los autos, cuando bajamos, Zayden tomo el brazo de Maritza.

—Tú vas de negro, y yo igual, debo ir con Maritza para no desentonar 

—Okay

Tome el brazo de Esteban, y caminamos hasta la entrada.

—Está raro

—Ni que lo digas, te ves bien hoy 

—Gracias, tú estás muy guapo

La seguridad venía detrás de nosotros, Alessio, James y Martin, el lugar estaba lleno, la cena se realizaría en un domo de cristal, seguimos a Zayden, hasta una de las mesas.

—Bien llegamos 

—Sí, ¿De quién es la fiesta?

—De la prima, de la amiga, de un sobrino, del hijo del tío tercero, de mi abuela materna

—Okay, a la próxima Raft es suficiente

—Bien es de Stuart 

—No sien quien carajos, es ese Stuart, pero bueno 

—Su majestad es muy bueno verla, pensé que no vendría 

—Yo tampoco sabia que venía, pero aquí estoy 

—Me permite esta pieza —Mire la mano de hombre y acepte 

El hombre estaba muy cerca para mi gusto, y aunque intentaba alejarme no podía, le hice una señal al equipo y fue Alessio que se acercó.

—Creo que el tiempo termino —Él solo lo miro y se fue suspire aliviada, pero la intervención había llamado la atención —¿Bailas? 

—¿Es pregunta o una exigencia?

—Te estoy preguntado —Acepte su mano y me apego a él —Entonces lo que hablamos ayer

—Pelamos mucho, no crees 

—Lo necesario, creo, pero sería aburrido si no, tu amigo me contó algunas cosas —Mire sobre el hombro de Alessio a Zayden

—¿Qué cosas?

—¿Por qué no me dijiste lo de Máximo?

—Porque no te compete, tú tampoco me dices tus cosas —Me miro 

—No quiero seguir peleando Rouses

—Pues yo estoy muy enojada contigo Alessio —Me miro —Te dije que el hecho de que no me casara…