Mire el celular sin saber que escribir, pero no se me ocurría nada, aún estaba muy enojado con ella, pero…, porque tenía que ser tan difícil.
—Solo llámela, o déjele un mensaje —Miré a la señora Patel
—Debe estar ocupada
—Deje le un mensaje, ella lo verá después —Bufe, dejo las carpetas sobre la mesa y se quedó parada en la puerta —Señor, creo que debería llamarla —Alce una ceja, se volteó a verme —La reina madre está aquí —Camine hasta la puerta y en realidad, la reina madre caminaba hasta mi oficina.
—Señor Caruso
—Su majestad —Me incliné
—No hice cita, pero espero que me atienda
—Claro su majestad —Miro a la señora Patel
—Sabe hacer café y no esos horribles que saben a metal —Asintió —Bien, pues por favor prepáreme uno con dos de azúcar, no muy caliente
—Su majestad —Se retiró, paso a mi oficina y se sentó mirando todo lo que tenía en mi escritorio, sobre todo las fotos de Rouses
—Parece que está muy ocupado señor Caruso —La señora Patel entro con el café —Que eficiente servicio tiene
—Gracias, señora Patel
—Señor, su majestad —Espero que cerrara la puerta, la mujer comenzó a mecer el café y yo me senté frente a ella
—Ha notado que Rouses, suele ponerse de mal humor cuando no duerme bien —Menciono sin mirarme —Pues lo heredo de mí —No sabía a qué quería llegar —No he dormido en toda la noche señor Caruso y mi nieta me está evitando, tal vez se vaya de nuevo
¿Sé irá?
—No lo vea mal si se va es porque siente —Se quedó mirando el escritorio
—Es muy difícil saber lo que siente, pero verá señor Caruso yo llegué ayer, porque me dijeron que había una propuesta de matrimonio, además de otros horribles papeleos, al llegar no encontré a nadie y en su cuarto encontré una de esa pruebas de caseras de embarazo ¿Estaba embarazada? Y no me lo dijo, ella estaba embarazada, mierda me quede sin palabras —Entonces me puse hacer cuentas por si era una de sus amigas, así que la señorita D’Fonsi es lesbiana, así que entre mujeres no creo que se puedan embarazar, su hermana, no puede tener hijos —¿Cómo rayos sabía eso? —Si lo sé señor Caruso, cree que dejaría que cualquiera viva con mi nieta después de todo lo que hemos pasado, entonces solo quedo Rouses, ahora de quien era el bebe, a pasado con Zayden desde que usted se fue —¿Se acostó con él después de mí?. —Pero es imposible que él la haya embarazado, ya que él está desahuciado desde principios de este año por el cáncer que ataca su cuerpo, y la otra persona es usted, que ha regresado a la vida de mi nieta y ha causado
—Yo lamento eso —Me miro —Lo siento, aún no termina
—Y que mira a mi nieta como si fuera su tanque de oxígeno desde que lo conozco; al llegar a casa ayer yo la golpeé —Debí haberla llamado, me pase la mano por el cabello —Una parte de mí está feliz por su embarazo y otra está muy decepcionada de su acto, y sobre todo que no lo quiera solucionar, por eso estoy aquí, señor Caruso, sé que ella debía decirle, pero no tengo tiempo para esperar, así que le pregunto que…
—Me casaré con ella —Me apresuré a decir sin pensarlo dos veces —Yo me casaré con ella
—¿Lo dice en serio? Ella dijo que no quería casarse con usted —Comunicación Rouses comunicación —No por las razones equivocadas
—Esto no es equivocado —Respondí —Yo la amo y de una u otra forma hubiera conseguido casarme con ella —Ella me miro —Porque aunque ella no estuviera embarazada hubiera venido aquí
—Así es señor Caruso, entonces ¿se casará con ella?
—Lo haré
—Bien, informaremos de su compromiso al mundo, diremos que no quieren esperar más, tal vez quiera ponerse de acuerdo de alguna historia con ella, está más decir que tendrán entrevistas y salir juntos, versé felices —Asentí —Una cosa más —Pidió —Deje que ella se lo diga, sé que se lo dirá, pero no será pronto
—Supongo que no
—Y resuelva el inconveniente con la señorita Fosti, porque si no yo lo haré
—Eso ya está solucionado
—¿Sí? Pues el hecho que haya amenazado a Rouses no me dice mucho
—¿Qué ella qué?
Rouses
Maritza me había salido hoy tenia el día libre, y aunque me sintiera cansada por todas las preguntas que me lanzo Richard, quien se fue al mismo tiempo que Zayden, no le pedí que se quedara, los zapatos me estaban matando y se me hacía agua la boca por un filete de carne y papas.
Estaba por salir, cuando choque con alguien.
—Lo siento, venía distraída —Levante la mira al ver al sujeto de más de un metro noventa frente a mí —Alessio ¿Qué haces aquí?
—Vine a verte —Mire a mi alrededor, varias personas se habían detenido a vernos
—¿Pensé que me llamarías?
—Supongo que esto está mejor ¿No?
—Supones bien
Mi cerebro comenzó a maquinar algo para evitar que nos vieran juntos y evitar que se diera cuenta de mi embarazo.
Subimos al elevador, no dijimos mucho, nada en realidad.
—¿Y como te fue hoy? —Pregunte
—Bien, tuve la visita de un cliente y hablé con tu abuela —La sangre se me heló
—¿Mi abuela? ¿Qué quería mi abuela?
—Sobre lo del contrato
—Ah, ¿Qué le dijiste? —El alma volvió a mi cuerpo
—Que lo discutiría contigo
—¿Aún quieres trabajar conmigo?
—Yo si ¿y tú?, supongo que debe ser agotador tener a un idiota sobre protector sobre ti
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Editado: 23.05.2023