Alessio
Decírselo era algo que había querido desde antes del accidente, se quedó dormida en mis brazos después de que volviera a dejarme profanar su cuerpo.
Ahora tenia que reunirme con los abogados de Emilia y el mío, y Emilia.
—¿Ya te vas?
—Espero no tardarme
—Bien
—Si van a salir con cuidado
—Vale —Bese su frente —Pórtate bien
—Yo siempre me porto bien
Llevaba tres horas discutiendo con Emilia, ya quería regresar con Rouses, yo solo quería que lo viera una vez por año, no más, no podía quitarle a su madre tan bruscamente.
—Él tendrá a Rouses,
—Ella no es su madre
—Pero sé que ella lo querrá como si fuera su hijo
—Señor Caruso el punto cinco indica que la señora, quiere cederle los derechos a su esposa, esto quiere decir que el nombre de su esposa constara en el acta de nacimiento de su hijo
—¿Quieres desaparecer de su vida? ¿O borrarlo de la tuya? —No respondió —Debo hablar con Rouses
—Creo que terminamos por hoy
Salimos de ahí estaba ofuscado, cansado.
—Es mejor que nada Alessio, sé que se ve mal, pero hay casos peores, si fuera al revés, eso sería muy complicado, además tu esposa parece buena persona, ¿A menos que no le gusten los niños?
—Acabamos de perder un bebe Ciro, no como reaccione, y si le gustan, es buena con ellos
—Entonces no veo porque no aceptar
—Porque mi hijo merece que su madre lo ame
—A veces madre no es la que engendra, sino la que cría, lamento, lo…
—Gracias —Asintió
Llegue a la habitación, encontrándome solo con Erick, que estaba dibujando, al verme corrió hasta mí gritando.
—¿Dónde está Rouses?
—En el baño ¿Qué hiciste hoy?
—Nada muy interesante, ¿Y tú?
—Salimos y recolectamos conchas, compramos papitas y Rouses me enseño a volar una cometa, también tomamos helado, y regresamos porque ya hacía mucho sol
—Llegaste
Rouses camino hasta mí con unos diminutos shorts, y un top azul que dejaba ver su ombligo, quería matarme eso seguro.
Me dio un beso y sonrió.
—¿Fuiste así a la playa?
—Si ¿Por qué? ¿Mi ropa tiene algo de malo?
—No, ¿Alguna novedad?
—¿No te gusta mi ropa, verdad?
Baje a Erick y regreso a lo suyo.
—A mí me gusta —Me acerqué — No me imagino cuantos ataques cardiacos, provocaste, quiero que te sientas cómoda Rouses, no me molesta que te miran en realidad
—¿No?
—No, porque lo haría
—¿Por qué eres un celoso?
—Soy tu esposo, el que mira sufre y el que toca goza —Se rio —Me alegra que puedas ser tú
—¿Goza mucho, señor Caruso?
—Como no tienes ni puta idea, tengo que decirte algo —Sonrió
—Ya me dijiste que me amas —La llevé hasta la habitación y entrecerrar la puerta. —¿Qué pasa?
—Emilia quiere cederte los derechos sobre Erick
—¿Qué?
—Tu nombre aparecería en sus documentos de nacimiento
—¿Y ella quiere eso porque?
—Quiere borrar el error de su vida —Miro detrás de mí y se acercó a la puerta y la cerro
—Es su hijo
—Te dije que no lo quería tanto
—¿Tú quieres que lo haga? —La mire —Hablo de aparecer en sus papeles
—Yo estaría encantado, pero quiero que tú decidas, no te voy a obligar a estarlo ni nada, respetaré tu decisión —Me quedo mirando un buen rato
—Sería un honor para mi ser la madre de tu hijo Alessio, es una gran responsabilidad, pero haré lo mejor que pueda te lo prometo
—Serás la mejor mamá del mundo —Me abrazo
—Eso espero
Rouses firmo los papeles, que tuvo que enviar a su abogado para que haga los trámites en Italia, ella estaba nerviosa.
—Bien, eso fue todo
—¿Quieres despedirte de él? —Le pregunto
—Creo que así es mejor
—Bien —Me miro —¿Nos vamos?
—Vamos
James había llevado a un parque a Erick hasta que nosotros termináramos.
Subimos al auto y Erick estaba ahí. Rouses lo tomo en brazos, y beso su cabeza, legalmente ya era su hijo, la miré.
—¿Te divertiste?
—Un poco James es un poco aburrido —Ella se rio —¿Y tú?
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Editado: 23.05.2023