Passione

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—Te traje ropa para que te vistas

—Gracias

—Rouses, quiero pedirte disculpas —Lo miré —Por lo que dije yo estaba molesto y celoso, lo que paso con Sandra, yo estaba ebrio y…

—Puedes salir, quiero vestirme —Lo interrumpí

—Rouses —Se aceró frente a mí, sujeto mis manos, pero lo aparté

—Estoy harta Alessio, harta de que te cubras detrás de tú, estaba ebrio, o estaba molesto y celoso, para pretender hacer o decir cosas que son hirientes. Que eso sea justificación suficiente para que te perdone o no sé. Que seas el que pueda irse, y deba aceptar que regreses cuando te da la gana, y está mal cuando yo me voy. Aparte debo escucharte tus justificaciones cuando tú no eres capas de escucharme, eres injusto. No quiero saber lo que paso con ella porque yo te vi Alessio, como la besabas, yo estaba ahí. Pudiste haberte quedado en la casa, haberte ido algún lado a enfurecer y bebe, pero te fuiste.

—No recuerdo que paso te lo juro, y sé que no debía irme, lo sé, estaba por regresar cuando apareció, yo pedí una última copa, le dije que se fuera, lo siguiente que recuerdo es a ti frente a mí, y a ella a mi lado.

—¿Algo más? —Me miro

—No

—Bien, este matrimonio no se puede acabar por ciertas razones, para nuestra mala suerte, pero esto no será un matrimonio transaccional, ahora vete, quiero vestirme.

Se puso de pie, pero no escuche nada, mire sobre mi hombro y seguía ahí.

—¿Que quieres que haga para creerme, para que puedas perdonarme? —Me comencé a cambiar de ropa cuando vi que no se iba a mover, frente a él —¿Quieres que arrodille?

—Nada —lo miré mientras me vestía la parte de arriba —No quiero que hagas nada Alessio, solo apártate de mi camino y no me estorbes y aparta a tus lindas amigas, porque ya viste lo que soy capas de hacer, y no sabes lo fácil que es

—Carajo te juro que no paso nada

—Yo te vi, no me mientas, y te e visto estos días, joder como me puedes decir que no paso nada cuando se ve que tiene algo. Tú y ella tiene historia y se nota, y se nota que aún no lo superan

—¿Que quieres decir?

—¿Que es ella para ti Alessio? ¿Tu pasado, tu futuro o tu presente? —Me quedo mirando —Piénsalo, aunque con tu silencio dices mucho

—No es nada —Dijo mientras me ponía los zapatos —No es nada, tú sí, eres mi pasado, mi futuro y me presente

—¿Entonces porque la sigues dejando volver? ¿Por qué pareces muy cómodo con ella? —Tocaron la puerta

—Ni entres

—Adelante —Dije, Cronos entro

—El avión nos espera ¿Interrumpo algo?

—No

—Si —Lo mire y camine hasta estar frente a él

—Ella va a regresar, lo sé, las mujeres con las que sales usualmente se tienen poquito amor propio y siempre regresan rogando por más; cuando eso, pase, quiero que le adviertas que si me sigue jodiendo la paciencia no me importa que tan hermana del emperador sea, la destruiré. Porque lo que le hice a Regina y a Rachel es poco para lo que puedo hacer y lo sabes bien.

—¿Matarás a mi hermana? —Mire a Cronos

—Solo si me fastidia

—Eso quiero verlo

—Por cierto, sé que Regina ha impuesto una demanda más fuerte en tu contra, pero tranquilo cariño, ahora lo tuyo es mío, y no permitiré que se meta contigo corazón, Marcos se ocupara en conjunto con Ciro. Espero que puedas vivir a mi sombra y no sea mucho para ti. Nos vamos.

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Llegamos a Moscú, un auto de mis tíos nos recogió llevándonos hasta el apartamento que era de Aleck, subimos por el ascensor. Había mucho revuelo en la sala. Ágata nos recibió.

—Mi niña

—¿Saben algo?

—Nada cariño

—Tía Rouses —El hijo mayor de Aleck se acercó seguido de su hermano. Miro detrás de mí —Vienes con mis papis

—No, cielo me temo que no —Siguió mirando a Alessio y a Cronos —Él es mi esposo y su amigo

—Cariño —Me incorporé y mi tía me abrazo —Oh, no debiste venir, es muy peligroso

—Tenia que hacerlo Aleck es importante para mí

—¿Qué sabes?

—Nada Esteban, no ha llegado aún, vengan

—Señor Caruso —Apareció mi tío —Emperador, niña

—Tío

—Gracias por mandar ayuda

—Sabes que son como mis hermanos tus hijos

—Lo sé, pasen, debes estar cansada

Nikolai me tomo de la mano llevándome al sillón, todo estaba igual.

—Ella es Pamela —La chica me miro asustada, se puso de pie y se arrodilló con la cabeza en el suelo

—Su majestad, Pamela Vólkov su majestad —Mire a mi tía

—Cielo, no debes hacer eso

—Por favor ponte de pie —Ella lo hizo, pero no me miro —Puedes mirarme, me estás poniendo incómoda

—No era mi intención, sepa disculparme

—Mi nombre es Rouses —Extendí mi mano —Un gusto Pamela, debes ser la amiga de mi hermano

—¿Su amiga?

—Toma asiento —Ella miró dietas de mí —Él es mi esposo y su amigo, no muerden créeme

Lo hizo con mucho miedo, y yo me senté en otro sillón, Nikolai y Faddei se sentaron a mi lado sonriéndole a Alessio que se quedó parado mirándolos.

—Igualitos a su papá

—¿Estaban no ha llamado?

—No, ha estado a fuera desde a noche, debe estar por venir

El llanto de un bebe se escuchó.

—Es Ekaterina, extraña a su mamá

—Supongo que si

—Puedo ir por ella si gustan —Hablo la chica que estaba sentada a lado de Alessio

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