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Ella salió con unos leggins y camino hasta el armario con su ropa en la mano, salió puesta una de mis sudaderas, le cubría el trasero, se acercó a mí y arreglo las cobijas, me dio un beso en la mejilla

—Diles que se larguen —Metí mis manos por debajo de la sudadera

—Deben ser tus hermanos, ahora se lindó y sonríe un poquito

—No quiero verlos

—Pues lo vas a hacer ¿Quieres ir a saloncito o quedarte en la cama?

—Al salón

—Ven

Tomo una manta y me ayudo a incorporarme, me ayudo a ponerme unas, pantuflas y me llevo al saloncito que colindaba con nuestra habitación. Me acomodo los cojines y me tapo las piernas.

—Rouses estoy bien —Me sentía viejo

—Lo sé —Me miro —No quiero que agarres gripa

—No voy agarra gripa, quiero agarrar otra cosa, pero no puedo —Se rio y beso mi frente

—Los haré pasar, sonríe un poquito, poquito

Salió de la habitación y Regreso con mis tres hermanos, Gia se lanzó sobre mí

—Auhh —Me queje

—Lo siento, lo siento, eres un tonto, nos preocupaste a todos —Estaba llorando

—Eres una llorona

—Y tu un idiota, aprueba de balas

—Si bueno, no íbamos a dejar que murieras, somos cuatro, el número impar no nos va

—Sí, además, cuidar a Rouses es muy cansado —Ella golpeó a Nicolás

—No hiciste todo el trabajo en realidad —Cronos entro seguido de un sujeto con máscara —Así que no te quejes —Me miro —Es bueno verte en pie y en una sola pieza

—Gracias, espero que Rouses no te haya dado lata —Ella me miro enojada

—Si te contara, envejecido más de lo que imaginaba

—Qué dramático —Salio de la habitación

—Se la ve mejor, parecía un robot, tuvimos que obligarla a comer —Hice una mueca

—Pero si es mi cuñadito, ¿estás mejor? —Cristiano entro —Para ti, es de parte de mi madre, dice que ayuda a cicatrizar más rápido las heridas, se disculpa por no venir.

—Gracias

Una de las sirvientas entro con una bandeja de postres y tés para nuestros invitados, ellos se sentaron, mirando el lugar.

—¿Que es esto?

—Es un salón

—¿Dentro de la habitación?

—Sí, tiene un pequeño despacho también, es muy grande

—Es como la película de un diario de princesa pero más grande

La puerta se abrió y mi padre entro.

—Hola, chicos, Alessio

—Padre

—Adriel —Mencione sin mirarlo, Rouses entro detrás de él

—¿Tienen hambre? ¿Puedo ofrecerles algo más?

—Esto está bien

—Tus padres están abajo Nicolás

—¿Mis padres?

—Si

—Prefecto, quería hablar con ellos de algo

Rouses me miro mientras me dejaban solo con él, bufe y antes de irse me dio un beso en la mejilla.

—Ya te traigo la comida —Se fue

—Te ves bien, Rouses te ha cuidado muy bien —Hablo —Me alegra que estés despierto

—¿Qué haces aquí?

—Quería verte, estuve muy preocupado cuando Nicolás llamo, Rouses se ve mejor de cuando te trajeron, ella no parecía estar consiente, ahora se la ve más animada

—Si está feliz, enojada, llena de vibras

—Estaba dispuesta a destruir medio mundo por ti —Sonrió —Tiene a los pequeños grupos a su lado, y ha doblegado a Gran Bretaña para que la apoyen, tenías que haberla visto, digna de ser la reina de la mafia, es sorprendente

—Lo sé

—Espero que seas muy feliz hijo, que seas muy feliz y que no cometas los mismos errores que yo cometí, ama a Rouses y respétala, si estás muy enojado apártate de ella hasta que se te pase, dile lo linda que es cada día y cuando se embarace…

—No crees que es muy tarde para esos consejos, los necesite hace mucho y la he jodido tanto con ella, tanto que me ha pedido seis veces el divorcio. Además, tú no tienes derecho de decirme nada, uno porque decidiste no ser mi padre y dos porque sé lo que tengo que hacer ahora. Después de tantos tropezones, nadie me dijo lo que debía hacer, como tratarla, como mirarla, nadie, tú ni nadie, yo solito lo aprendí, porque lo único que escuche de ti, fue aléjate porque tú eres el hijo pobre de un jardinero y ella nunca se fijara en ti, pero lo hizo.

>>Después seguiste envenenando lo que sentía por ella, diciendo que al final todo resultaría un asco, lo creí y termine engañándola frente a sus ojos, la perdí, la perdí y tuve que luchar para tenerla conmigo. Tú no fuiste mi padre sino mi enemigo, porque mi madre me eligió a mí y no a ti, pero esa no era mi culpa, ella lo hizo lo mejor por mí, pero eso no significaba que no te amara. Cada noche la vi llorar, cada noche ella lloraba mirando tu puta foto y cada día en las mañanas miraba la puerta esperando que regresaras, pero tú nunca regresaste, tengo un gran ejemplo del esposo que no debo ser, del padre que no debo ser. No se te ocurra mencionar la palabra embarazo delante de Rouses, solo la harás ponerse triste, ya que ella no puede quedarse embarazada desde que perdió al bebe.

—No lo sabía, lo siento mucho Alessio, pero si no le da un hijo a la mafia…

—Me importa un culo, los jodidos hijos, a la única que quiero es a ella, que se joda la corona, que se joda la mafia, ella es mi mujer, y si no le da hijos es porque yo se lo he dicho, crees que quería que un niño lleve mi sangre, que tenga mi apellido, solo sería condenarlo

—Erick…

—Erick, nunca sabrá lo que su la familia de su padre hace, él crecerá lejos de esto

—La amas demasiado, para no querer hijos

—La ame primero a ella, y luego a la opción de querer hijos, quitar a los hijos de la ecuación, no hará que la deje de amar —Sonrió

—Lo supe desde qué la viste bajar de ese auto, te quedaste más mudo de lo que ya estabas, y te sacaba una sonrisa, aunque no se lo mostraras. Después te di las pequeñas flores para que se las llevara, empezaste hablar y supe que la única razón era ella, le hacías reír y te enseño que el dolor no era malo, porque después podía venir una sonrisa. Lo recuerdo, tú le gritaste que parara de llorar y ella te grito que le dolía y le miraste raro. Vi cuando la besaste y ella se puso como un tomate, pensé que gritaría, pero en vez de eso, beso tu mejilla, te abrazo y tú te quedaste de piedra. —Lo miré, no sabía que me observaba, pasaba metido entre las plantas, y me gritaba cuando no le ponía atención, me decía que no la tocara porque la podía ensuciar y me hablarían, por eso. —Te fuiste para ser alguien digno de ella, y regresaste, no debió ser fácil