Alessio
—Su esposa está estable, pero necesita descansar, por ahora el sedante y los líquidos le sentarán bien, sus heridas van sanando, pero ha tenido problema nocturnos, se despierta gritando y bueno, eso deberá tratarlo más adelante
—¿Puedo verla?
—Claro, señor, pero está dormida —Asentí y pasé a su habitación, estaba dormida, me senté a su lado acariciando su cabello, ella abrió los ojos de golpe
—¿Alessio?
—Shh, duerme —Se giró —Estoy aquí —Apretó mi mano, y besé su mejilla, se alejó y me miro, me subí a su lado, se acercó a mí apoyando su cabeza en mi pecho, comencé a acariciar su cabello, llegando a su cuello, pero ella se movió
—No, ahí no
—No pasa nada
—No, por favor —La mire y bese su frente
—Está bien
Se volvió acomodar, quedándose dormida, prendió la televisión de la habitación, cambiando de canal, mientras Rouses dormía, pase el rato viendo una película antigua, la puerta se abrió.
—Sabía que estarías aquí —Hablo Nicolás
—¿Pasa algo?
—Sí, tenemos un inconveniente —Miro a Rouses —Te necesitamos —Apague la tele y me levante con cuidado, Rouses abrió levemente los ojos
—Regreso pronto —Asintió —Si me necesita hazme llamar
Salí de la habitación detrás de Nicolás, caminamos hasta la oficina de mi tío, realmente era muy grande, al entrar los demás ya estaban ahí, tomo asiento.
—El pequeño grupo que escapo, llego a Corea, es importante acabarlos, SeoJoon se adelantó, pero cuenta con nosotros, por lo cual hay que hacer un grupo para ir
—Yo iré
—Y yo
—Debemos acabar con esto —Indique —Yo iré y mis hombres también
—Es un grupo pequeño…
—Entre más rápido acabé esto mejor —Aclare, me puse de pie —Haré la llamada y partiremos mañana en la mañana
—Como usted diga emperador —Miro a su tío
—Parad con eso
—Debes elegir un nombre que no sea el tuyo
—Ya veré —Indique —Ahora si me disculpan voy con mi esposa
—¿Cómo está?
—Bien, cansada y algo traumatizada
—¿Podemos verla?
—Estaba dormida —Comento Nicolás —Después vamos todos
Camine de regreso a la habitación de Rouses, estaba en la misma posición que la deje, me volví acostar a su lado, quedándome dormido a su lado, el día siguiente me desperté muy temprano, me aliste para irme, pero me despedí.
—Tengo que salir, pero volveré
—No tardes
—No lo haré — besé su mejilla
El vuelo a Corea fue tranquilo, un vuelo de quince horas, estaba algo agotados. Llegaron en la noche, entro en la habitación y sé acostó mirando por la ventana, Rouses le hubiera encantado la vista, estaría con una sonrisa, tenía que idear algo para que dejara que la topara el cuello, maldito Ivo, ya no estaba, ahora solo le quedaba acabar con estos.
Rouses
El cuerpo le dolía, se incorporó en la cama y se tocó el cuello, parecía que le iba a quedar cicatriz, sacudió la cabeza y se puso de pie, camino hasta armario buscando ropa, cuando no encontró nada, decidió salir así en pijama, cuando llego a la parte principal se tocó con Stephano.
—¿Pero qué haces de pie?
—¿Y Alessio?
—Salió a una misión
—¿Dónde?
—En Corea, regresará mañana —Asentí —Yo quería disculparme
—¿Por qué?
—Por lo que paso hace mucho, yo…
—Eso quedo en el pasado —Indique —Ahora podrás recuperar tu vida
—Gracias por ayudar a Issabella
—Yo no la ayude, mate a Nathaniel y mate a tu novia
—Ella no era mi novia, era un cáncer, el cáncer de mi vida y el de la vida de Nathaniel, estaba muy enganchado en las drogas, como él decía, estaba perdido
—Nadie está lo suficiente perdido —Mi cabeza dolió y me tomé con las manos
—Rouses —Sangre, muertos, y…
—Debo ir donde está Alessio Ahora
Aterrizar en Corea y el vuelo me estaban matando la cabeza, el sol me hacía arder los ojos, el sol estaba en su punto más alto. Subimos al helicóptero que no llevo a las afueras de la ciudad donde se supone que estaban los demás. Al estar cerca de nuestro destino, la radio emitió un comunicado de que las cosas no iban tan bien, me aliste colocándome el rifle en la espalda y sai en los costados como de costumbre. Stephano me miro, comenzamos a distinguir el humo, el helicóptero sobrevoló la zona, mire el escenario, realmente no iba bien. La mayoría eran algunos mejorados, saltamos del helicóptero, adentrándonos en la maleza para salir a la zona de combate, las ráfagas de disparos eran constantes, comenzamos a contraatacar, cuando llegamos al centro, Siete estaba en el suelo, uno tenían a Alessio del cuello.
—Pero miren quien se digna en aparecer
—Me haces el favor y lo sueltas, se está poniendo verde y así no es muy lindo que digamos —Me miro y sonrió, apretó más su agarre —Que no escuchaste —Tome su muñeca haciendo que abriera su agarre Alessio cayó al suelo tosiendo, retrocedió estaba herido
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Editado: 23.05.2023