Patinaje

Promesas de vida

En ese momento miré a la madre de Axel en lo alto de las gradas, me quedé asombrada ya que era una mujer alta con una cabellera sumamente hermosa, largo y lacio, el color era del mismo tono que Axel, a simple vista me parecía una mujer sumamente bella. Ahora entendía de donde proviene la belleza de Axel, no me sorprende que sea así de sexy si su madre es una chulada.

–Vaya– Observa detenidamente –Levanta a esa muchacha no seas grosero– Dijo la madre de Axel algo enfadada.

Axel me levantó de mala manera sosteniendo mis manos con fuerza para no caerme.

–¡MAMÁ DEBERIAS ESTAR EN CAMA DESCANSANDO! – Dijo Axel realmente furioso.

–¿Qué?, ¿Ahora no puedo ver a mi hijo junto a su novia patinando juntos?, además estoy bien…– Dijo mientras tomaba asiento –Ustedes sigan, finjan que no estoy– Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.  

En ese momento Axel me sacó de la pista, por mi lado estaba realmente en shock, me quedé observando la discusión entre Axel y su madre.

–¡No es eso mama!, ¡Realmente me preocupa tu condición, no estas bien de salud! – Dijo levantándola de su sitio.

–¡Cariño ya basta!, sé que mi salud es delicada, pero es no impide que pueda salir a distraerme, te pediría que me entiendas un poco en ese aspecto– Dijo disgustada de brazos cruzados.

Podría decirse que era como si volviera a escuchar a mis padres discutiendo por un segundo, sentía como si volviera a esos momentos donde me quedaba sola en una esquina tapándome los oídos para no escuchar, sin embargo, cambiando el hecho de que me encontraba enfrente de ellos, no parecía que le dieran importancia que yo estuviera aquí.

–¡¿Me puedes explicar por qué no estas en la escuela jovencito?! ¡¿Acaso no te basto con dormir en su casa?! – Dijo mientras miraba a Aylen.

–Eso no…– Se sonroja –¡¡¿Y vos me puedes explicar que haces aquí y no en la cama?!! –Dijo Axel con la cara roja.

–Ya te lo expliqué jovencito.

No cabe duda que sabía que él durmió en mi casa, seguramente piensa que hicimos cosas de adultos… “¡¡¡AY QUE VERGÜENZA, QUIERO QUE ME TRAGUE LA TIERRA!!!”, lo dije para mí misma.

–Pero si no descansas bien puede que…

–Cariño… no voy a estar en una cama todo el tiempo... yo también necesito tomar aire fresco– Acaricia la mejilla de Axel con ambas manos –Gracias por preocuparte por mí, pero hoy en día no tengo mucho tiempo para ver el cielo azul que tanto me gusta... y también… el azul del hielo– Dijo con sus ojos cristalinos.

No sé a qué se refiere con poco tiempo, pero suena muy bonito que no quiera pasar todo el tiempo en la cama. Quitando eso de lado, tenía muchas preguntas para este momento, miraba a Axel el cual, tan solo con su mirada me hacía quedar en silencio, sin duda no quería que me metiera ahora mismo.

–Está bien ma.

En eso la madre de Axel dejó su conversación para dirigirse a mí con una sonrisa.

–Hola nuerita, ¿Cómo te llamas?

–Ho-hola... Aylen... ¡QUIERO DECIR! ¡Mi nombre es Aylen! – Dije nerviosa.

–Oww, pero si eres toda una ternurita– Se queda pensativa –Aylen ¿Eh?... es un nombre muy bonito– Acaricia su cabellera – Estoy feliz de que alguien tan bella como tu este saliendo con mi hijo.

Interrumpe Axel.

–¡¡MAMAAAA!! ¡¡YAAAA!! – Dijo con la cara un poco ruborizada.

Todas las reacciones de Axel me parecen sumamente tiernas, ya se cuándo esta solo o cuándo esta con su madre, no pude evitar reírme un poco, ¿Que hizo Axel para que me sonrojara más de lo normal?

–AYLE…– Se interrumpe tosiendo –¡¡AMOR!! – Dijo Axel tratando de calmarse.

–Suegrita... ya se enojó... ¿Qué hacemos? – Dije con una pequeña risita.

–Seguir molestándolo por supuesto– Dijo agarrándole una mejilla.

–Ohhhh ¡Me agrada su idea! – Dije agarrando la otra mejilla.

–No, no, no, no– Dijo Axel rápidamente intentando separarnos.

Comenzamos a estirarle las mejillas a Axel mientras le hablábamos como si nos dirigiéramos a un bebe. Fue maravilloso este momento para mí ya que, si no fuese por su madre, ni loco me dejara hacerle esto, creo que sin pensarlo me daría un golpe en la cabeza. Luego de unos minutos mandamos a Axel a que nos comprara agua para las dos, mientras que nosotras nos quedamos sentadas a esperarlo.

–¿Cuantos años tienes?

–Tengo 17 años... – Respondí con nerviosismo.

–¿Y tu nombre completo?

–Sara... Aylen Evans.

–¿Hermanos o hermanas?

–Hija única seño.

–Dime Aurora o Giselle, o suegra que también suena bien.

–E-está bien...– Dije mirando mis manos.

–¿Tus padres conocieron a mi hijo?

–Mis padres trabajan y no están en casa de momento.

Creo que metí la pata al decir eso ya que provocó que se quedara un momento en silencio y con su rostro algo serio, hasta que de pronto comenzó a hablar.

–¿Usaron condón?, ¿Seré abuela tan rápido?

–¡¡¡¡¡¿¿¿EHHHHHHHHHHH???!!!!!... no, no, no… quiero decir que... n-n-no lo hicimos aún– Objeté muy nerviosa –“NISIQUIERA ME A BESADO CORRECTAMENTE”– Fue lo que pensé manteniendo mi cara roja.

De pronto llego Axel con las botellas de agua y se sentó al lado mío agarrándome de las caderas, haciendo que me ponga aún más nerviosa.

–¿Y de que hablan? ¿Están hablando mal de mí? – Dijo mientras nos miraba a ambas.

–Solo quería conocer a mi linda nuerita, es muy amable y super linda, sin duda te sacaste la lotería.

–Ya basta madre que la vas a poner nerviosa– Dijo Axel riéndose.

–“EL QUE ME PONE MAS NERVIOSO ERES TU PENDEJO” – Dije para mí misma.

Tomé mi botella de agua hasta que mi teléfono sonó e hizo que escupiera lo que tenía en la boca parándome bruscamente.

–¡¿ESTÁS BIEN?! – Dijeron ambos gritando.

–A-ay... sí, si es mi... mejor amiga debo contestar ahora vuelvo– Dije caminando para atrás para luego irme corriendo a un lugar más privado.




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