La curva de mi cuerpo te sintió fugaz, en mis recuerdos los pasos mudos arrastran consigo la suave caricia que me susurraste al oído. Cierro los ojos imaginandome toda clase de espejismos, de historias e incluso retratos vagos perdidos en alguna parte de mis profundos laberintos. Te siento así latente y resonando como campana de iglesia en cada rastro de sorpresa y pasión que me dejas con un soplo de martirio. Te deslizas sobre mis deseos como serpiente venenosa. ¿Qué haré si muero a causa de mi desespero? Buscarte en espíritu para adentrarme en los mas profundo de tus pensamientos y escuchar una vez más aquella voz que me eriza las entrañas, la vida y el alma.
El filo de mi mente junto al éxtasis de tu vibración son la perfecta combinación para caer en el pozo de la corrupción. No quiero amarte para volverme un acto indecente, no deseo retorcer mis dedos por ti... y aunque la suavidad de mi piel me traicione, la conciencia espiritual me grita que te deje ir.
Todos tenemos un amor que con una sola palabras nos enamora, nos derrite e incluso nos hace querer hacer cosas indecentes. Sin embargo, tal y como lo dice el titulo es un Amor ilusionista. Porque muchas veces lo que nos hace vibrar no siempre será lo mejor para nosotros.