¿Qué es la noche? ¿Qué somos sin la noche?, pero sobre todo ¿Qué somos sin el día?
No lo puedo evitar, mi mente se bloquea al pensar en escribir algo lindo, feliz y lleno de esperanza. En verdad no lo puedo evitar porque nada de lo que haga me hace pensar en algo lleno de color, lleno de esperanza y lleno de luz. Nada lo hace posible y eso me hace sentirme opaca y llena de tragedia inevitable porque es ese el momento perfecto en que la tristeza, soledad, miseria y enojo me hace pensar. Me hace crear.
Pero sobre todo, aunque no lo quiera aceptar me encuentro siendo esclava de la noche, esclava del pesar uno que no hace más que marchitar lo que podría vivir a mi alrededor y espantarlo lejos de mí. Lejos de la vida.
Y aunque no lo desee, me encuentro siendo esclava de la escritura, de la máquina y del ordenador con un documento lleno de páginas repletas de palabras de inicio a fin en cada una de sus páginas; páginas que n hacen más que reflejar la belleza de la soledad, la belleza de lo desconocido y de lo temido por el hombre. Pero ¿a qué le teme el hombre? ¿a qué le teme el humano?
Humano, hombre, homo sapiens sapiens o como quieras llamarlo, pero el mismo no hace más que destruir, no sabe hacer otra cosa y es justo en ese punto en que me pregunto a qué le teme o que es lo que lo hace ser tan despreciable, tan destructivo que acabe con todo a su paso.
Yo podré ser esclava de la escritura llena de tristeza, nostalgia, enojo, soledad, miseria; pero en cambio el hombre que se jacta de ser el ser con vida más listo ha destruido algo más que las esperanzas llenas de tonalidades y colores de las que yo me encargo de mandarlas lejos.
De mandarlas a la mierda.
Yo no me engaño diciéndome que el hombre tarde o temprano cambiará porque sabemos que no es así, porque no sé cómo explicarte con palabras suaves que YO una persona que escribe sobre dolor, tristes, pesadez, nostalgia, soledad, miseria y mucha negatividad no es el problema al que debes de enfrentarte pues el verdadero enemigo es aquel a que observo a diario sentada en cualquier banca de cualquier parte. Sí, ese mismo que lanza piedras a un pobre pájaro, que tira basura en el suelo en vez de ponerla en un jodido bote, que mata animales sin piedad alguna solo por demostrar un hecho. Demostrar la estupidez.
Entonces dime ¿Temes de quien escribe en la soledad en donde su única compañía es una lampara con luz naranja, una computadora con un documento abierto y una taza vacía desde hace varias horas?
¿En verdad temes de mí solo porque escribo de lo que nadie quiere hacerlo y porque le doy una historia, le doy sentido?
Si es así, eres solo alguien del montón, alguien que destruye por destruir sin retribuir nada.
¿Me temes por ser esclava de algo a lo que ya todos lo son? Eres incomprensible y vacío.
-Anónima.
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Editado: 28.04.2020