Lunes, 20 de marzo de 2017

Hoy lo volví a ver,
Casualidades de la vida, ¿no?

Me percate que tenía aún esa mirada que tanto lo caracteriza. Aquella que yo amaba, una mirada inocente.

Quise acercarme a ti, saludarte, pero no tuve valor. ¿Miedo? ¿Cobardía? Ni yo misma lo sé. Vague casualmente en mis pensamientos, recordando con cariño y ternura, aquellos tiempos en donde eras dulce conmigo.

¿Por qué cambiaste tan de repente? Esa interrogante todavía ronda en mi mente.

Hoy, te volví a ver.
Podía sentir tu respiración, aun percibir tu aroma, aquel que me volvía loca.

Hoy te volví a ver.
Pasaste cerca de mí y solo eso me bastó para sentir tu piel, tan suave.

No te puedo olvidar, eso es lo que odio. Tengo tantas ganas de darle una nueva oportunidad a mi corazón para que se enamore de alguien más, pero es tan terco que incluso sigue esperanzado a que vuelvas algún día, lo abraces y lo llenes de tu calor.

Odio eso.
De alguna u otra forma me siento presa.
Me tienes todavía a tu merced, mi amado.

Hoy te volví a ver.
Recordé con amor el color de tus ojos, el sabor y la suavidad de tus labios.

Hoy te volví a ver.