Así te sientes, es muy triste ver como de serlo todo, pasas a ser nada, pero amas tanto a esa persona que terminas conformándote con las migajas que te da de vez en cuando. Sucia, por prestarte para un engaño, tú, que no paras de hablar de moral y afirmas odiar las mentiras, te sientes utilizada, triste y con deseos de morir, porque lo oyes llenarte de palabras hermosas, pero al final, vuelve a su vida, una vida sin ti, porque así lo decidió él, porque ya no te ama, pero es tan egoísta que no deja que lo olvides y tú lo sabes, pero eres tan cobarde que en vez de frenarlo, lo permites... Insegura, preocupada y humillada, porque anhelas que se quede, mas sin embargo, lo ves vestirse desde la cama y no puedes decirle cuantas ganas tienes de abrazarlo de nuevo, así que bajas la mirada y recoges tu ropa para vestirte también, luego sonríes para disimular la tristeza y si eres así, tenaz, rencorosa y algo estúpida, sueltas una daga de realidad para herirlo y sanar un poco tu ego, aunque qué ego imbécil, si lo dejaste en la puerta del motel.