Todos necesitamos a alguien, alguien que nos salve.
Que nos salve de nuestra realidad y nos guíe a nuestra verdadera felicidad. Que nos haga sentir como la brisa del mar en un día soleado: libre
Solo tú puedes salvarme, esperaré pacientemente tu llegada y cuando sea el momento, mi alma se elevará al sentir la libertad.