Penumbra ©

4.

Mes 10, día 17/4.109

Intento copiar con exactitud el dibujo del cráneo humano de una época muy distante que el profesor O'connell muestra ante nosotros, mientras él señala con una fascinación que toda la clase puede notar, como ha cambiado la forma del cráneo cada vez que el humano avanzaba una escala más en su desarrollo.

Él nos habla de cómo caminábamos en cuatro patas, luego dos y como con el tiempo fuimos y fuimos avanzando, lo que hace que un grupo de alumnos, apegados al creacionismo bufen sin cesar durante toda la explicación por qué bueno, a pesar de que uno de ellos tiene aura, la teoría de la evolución les parece ridícula.

No es no crea en Dios, eso no es lo que mi cabeza guarda, pero tampoco creo que estemos aquí como por arte de magia. O bueno, algo así. Más bien mi creencia se basa en que evolucionamos gracias a la ayuda e intervención de Dios.

Si, una teoría neutral que no descarta la una ni la otra.

Así que mientras yo divago e intento con un éxito del setenta por ciento imitar a la perfección el dibujo, el profesor O'connell intenta hace que el pequeño grupo revolucionario preste atención a la clase. Tarea difícil.

-Señorita Altermayer -Levanto la cabeza de mis apuntes cuando el profesor O’connell toma la silla de adelante y se sienta frene a mi- ¿Cómo le ha ido?

-Bien -Respondo sin saber muy bien a qué se refiere.

-¿Está usted entrenando? -Frunzo el ceño- Me refiero a que si debido a su color ya está recibiendo el entrenamiento que debería recibir, entrenando.

-Ah, eso -Bloqueo mi tablet y le doy mi atención al profesor- Mi padre lo está intentando, sin éxito. -El encarna una ceja, imagino que queriendo que me explique- No he logrado hacer nada, ninguna esfera de luz, energía o nada.

Y ahora que lo digo recuerdo lo frustrado que parece Wendell Altermayer por ello. Tan frustrado que estar al lado de él está pasando a ser una pesadilla que no tolero.

La presión que ejerce sobre mí casi hace que pierda la cabeza, que estalle y mandé todo a la mierda porque simplemente no entiendo cómo es que soy incapaz de crear una simple esfera de luz.

Ni siquiera Xander ha podido hacerlo, aunque no es que él ejerza una gran presión en mi, de hecho, no hay presión de ningún tipo y eso me frustra aún más porque estoy en medio de todo un huracán de presión por parte de mi papá y luego una tranquilidad por parte de Xander.

-Quizás necesita más tiempo, estar en calma. No debe presionarse.

-¿Por qué lo dice?

-Porque a veces, señorita Altermayer, cuando presionamos de más nos encontramos con una explosión de alcance mayor al que podremos controlar.

-¿Qué sugiere que haga? Necesito hacer algo, lo que sea.

-Sugiero que se tome un tiempo para usted y trate de hacerlo por sus propios medios. En algunos casos lo que parece ayudarnos, solo está siendo un obstáculo que no nos deja avanzar, piense en eso, examiné su alrededor y se dará cuenta que tal vez tengo razón. -Asiento y lo observó marchar mientras asimilo sus palabras, sin embargo, no puedo estar en calma cuando tengo en casa a la mayor causa de presión en mi vida, mi padre.

Así que sacó la placa de vidrio de mi mochila y marcó su número antes de que pueda arrepentirme y cambiar de opinión.

No contesta mi primera llamada, por lo que me veo obligada a llamarlo dos veces más antes de que por fin atienda el teléfono.

-Hija, ¿Cómo estás? -Se escucha un poco agitado y podría jurar que la voz le tembló cuando pronunció la palabra hija.

-Bien, o no tan bien como debería. Necesito que hagas algo por mi -Voy directo al grano esperando que no tenga tiempo de pensar lo que quiero hacer ni mucho menos preguntar por las razones.

-¿Qué sería eso?

-Necesito que me dejes libre hoy.

-Anahia, no creo que eso sea

-Lo necesito -Le interrumpo cortando cualquier excusa que pueda formularme, o más bien cortando su negativa a mi permiso- No está funcionando y lo sabes. Siento demasiada presión y tal vez eso me está bloqueando.

>>Necesito un tiempo, papá. Solo la tarde de hoy. Quiero estar tranquila e intentar las cosas a mi manera, quiero que esto funcione y sobre todo quiero que no me presiones, que confíes en mí y en qué puedo hacer las cosas a mi manera -Un silencio es toda la respuesta que recibo por su parte desde el otro lado de la línea. Me mantengo en silencio pensando que necesita asimilar mis palabras y contemplar la posibilidad de dejarme libre el día de hoy.



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En el texto hay: union, magia, primer amor

Editado: 18.06.2018

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