Pequeña Mia.

6. Cosas extrañas.

Salí de la tina y envolví mi cuerpo en una toalla, salí a mi habitación y me puse ropa interior y un camisón para acostarme, fui al baño a recoger la ropa que me había sacado antes de entrar a la tina y me di cuenta que estaba la chaqueta del Mikhail, no se le devolví, no quería verle la cara estaba bastante molesta con él, me sentí muy pasada a llevar por la manera en la que me hablo, si de verdad le importaba, que me pidiese disculpas y me diese explicaciones de su cambio de humor tan repentino, me pareció demasiado extraño que Mikhail se comportara solo porque intercambie unas cuantas palabras con ese sujeto que le caía mal.

Recogí la ropa y la eche al cesto de ropa sucia, estaba por acostarme hasta que sentí un ruido en la planta de abajo, era mamá, baje demasiado rápido las escaleras y casi llegando al último escalón, resbale y caí al piso, sentí la risa de mamá, genial en vez de preocuparse si me he roto algo se ríe de mis desgracias.

 

-Hola má.-Hable desde el piso.

 

-Hola Mia, ¿estás bien?-Pregunto entre risas

 

-Sí-me levante- ¿Cómo te fue en tu trabajo? Estos últimos días los horarios que tenemos no concuerdan y apenas nos hemos visto.-Hable algo triste.

 

-Me ha ido bien, de hecho me dieron vacaciones por toda la semana que viene, así que nos podremos ver y pasar tiempo juntas.-Sonrió.

 

-¿Enserio? ¡Genial!-Contesté alegre.

 

Me agradaba que mamá estuviera en casa, no me sentía tan sola y podía bromear con ella.

 

-Mia, ¿No te parece algo extraño este pueblo?-Pregunto mamá de la nada.

 

-Ehhhm…. ¿no?, quiero decir, no, claro que no mamá, ¿Por qué preguntas?

 

-Solamente quería saber, es que hoy un colega me hablo sobre que en este pueblo habían criaturas míticas, me hablo de hombres lobo, vampiros y muchas criaturas más y lo decía tan serio que no sé, la verdad es que me pareció algo extraño y absurdo.

 

-Mamá no puedes crees en eso, es obvio que solo lo dice para molestarte, quizás es una tradición asustar a los nuevos. –Hable.

 

Subí a mi habitación sin esperar una respuesta por parte de ella

Tome mi computadora y me puse a investigar sobre este pueblo, sobre sus leyendas, sobre sus criaturas.

 

Estuve aproximadamente dos horas navegando por la internet intentando obtener algo de información, leí mucho sobre los hombres lobos, son posesivos, temperamentales, agresivos, celosos, impulsivos, no tienen piedad etcétera. Obtuve mucha información sobre su especie, la verdad es que todas las descripciones sobre los hombres lobos eran como describir a Mikhail –Lo cual enserio era extraño -

También busque la rivalidad que existía entre vampiros y hombres lobos y era algo solamente por instinto, era como un perro y un gato, también encontré a su diosa, la diosa Luna quien es la creadora de la mayoría de los seres mitológicos.

 

Ya era tarde y estaba empezando a quedarme dormida, tenía bastante sueño como para seguir buscando cosas en internet, fui al baño a lavarme los dientes y me devolví a mi habitación para acostarme, una corriente de aire frío llego hacia mí he instintivamente mire hacia la ventana del balcón que estaba abierta, yo recordaba haberla cerrado, quizás solamente lo pensé pero no lo hice, así que fui a cerrarla rápidamente y esta vez sí me dirigí a mi cama, Ty se encontraba despierto y podía notar con la poca luz que entraba en la habitación que estaba engrifado y mirando un punto fijo de la habitación, me gire a ver y en la oscuridad pude distinguir unos preciosos ojos grises, los cuales reconocería en cualquier lado.

 

-Mikhail…-Susurré.

 

-Mi pequeña.-Comenzó a acercarse a mí

 

-¿Qué haces aquí?-Pregunté con un poco de molestia.

 

-Vine a pedirte perdón, no quise tratarte así, pero enserio me molesto saber que ese idiota estuvo cerca de ti y no quise hacerte sentir mal, de verdad perdóname por haberte gritado de esa manera, es solamente que él no es una buena persona y enserio me descontrole.-Me miro a los ojos con arrepentimiento.

 

-Mikhail, no sé qué decirte, pero te perdono, me haces sentir bien cuando estar cerca de mí y no te quiero tener lejos, solamente trata de controlarte, ¿sí?-Lo miré con ternura.

 

-Claro mi pequeña, todo por ti.-Rodeo mi cintura con sus brazos pero rápidamente se alejó.

 

-¿Qué sucede?-Pregunte un poco confundida.

 

-Ty me araño.-Me mostró su mano que tenía un leve rasguño.

 

-Ty, ven aquí.-Lo alcé en brazos y lo regañe mientras me reía.

 

-Tú gato es un demonio.-Murmuró Mikhail cuando deje a Ty en el piso.

 

-Claro que no! Solamente no te quiere porque no te conoce.-Exclamé.




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