Con manta y comida se hace el
camino, andando y andando,
llegaremos a nuestro destino.
Donde acaba el camino, surgirá el
otoño, llenará el sendero de hojas
secas.
Luego el invierno de blanco vestirá
las laderas de aquellas montañas
que se ven hacia el horizonte.
Llegó la primavera y vistió aquel
camino de verde perfumado.
Con ella pasaron los meses llegó el
verano, y a mitad del sendero, del
atardecer rojizo del cielo, me
encontré a mi compañero, mi
amigo más fiel, mi hermano.