Pequeños relatos.

Microcuento: Toda Aventura Empieza Por Un Sí.

1 de Octubre de 2022.

El día estaba nublado, pareciera que iba a llover en cualquier momento, pero para Sarah y Saul parecía un día de gimnasio, de esos en los que ya no das más del cansancio y sudas como nunca mientras haces tus rutinas. Pero en vez de ser en un gimnasio era en el hotel en el que ambos trabajaban, los dos son los conserjes del lugar.

—¿Te parece bien almorzar juntos? Claro si llegamos a terminar antes— pregunta Saul mirando a Sarah mientras hojea una gran pila de documentos en donde tiene registrado las entradas y salidas de los huéspedes.

—Claro, pero solo si prometes que te comerás todas las verduras del plato, no solo las que tú quieras— responde Sarah mirándolo con seriedad.

—No es justo, sabes bien que odio el brocoli, ¿a quién le gusta?— dice haciendo cara de asco.

—Es saludable, además a mí me gusta. Es eso o nada— contesta Sarah encogiéndose de hombros.

—Bien, comeré el brócoli y luego voy a demandar a ese restaurante, para que nadie más tenga que sufrir por el brócoli— acepta, mientras hace una pose de héroe.

La chica suelta una risa, niega divertida y se acerca al chico.

—Está bien mi gran y fuerte héroe— y le da un corto beso en los labios.

—Olvidaste increíble y guapo— menciona mientras la abraza por la cintura luciendo una sonrisa.

Sarah vuelve a soltar otra risa.

—Bien mi gran, fuerte, guapo e increíble héroe tenemos que terminar. O no habrá almuerzo— recuerda y vuelve a su trabajo.

Saul suelta un gruñido en protesta y sin más regresa al trabajo.

***

—Bienvenidos, ¿qué van a ordenar?— pregunta el mesero.

—Una ensalada con carne— responde Sarah por ambos y deja el menú sobre la mesa.

El mesero asiente una vez termina de anotar el pedido en su libreta, y se retira.

—Oye, hay algo de lo que quiero hablarte— menciona Saul mirando a la chica sentada frente a él.

—Claro, dime— contesta ella apoyando sus brazos sobre la mesa.

—Yo...a yo…— balbucea Saul, en ese momento el mesero regresa con sus órdenes.

—Tú…— menciona Sarah, llevándose un trozo de carne a la boca.

—¿Quieres casarte conmigo?— pregunta Sau con cierta rapidez, la chica empieza toser.

—¿Lo dices… en serio?— pregunta la chica con lágrimas en los ojos una vez logra respirar con normalidad.

El chico se levanta y se arrodilla a su lado, saca un anillo de su bolsillo y se lo muestra.

—Claro que lo digo en serio, lo he pensado mucho y... Sarah llevamos cinco años de novios, ya quiero dar el siguiente paso, quiero un futuro contigo, una familia. ¿Qué dices?— pregunta con una sonrisa.

—¿Qué digo? Saul digo que sí, sí quiero— responde y se abalanza a los brazos del muchacho.

—Estoy muy feliz, te amo Sarah— y coloca el anillo en el dedo anular de la suave mano de su prometida.

—Y yo te amo a ti— y besa los labios del muchacho.

12 de Octubre de 2022

Los dos jóvenes ya le avisaron a sus familias sobre su casamiento, estos les felicitaron y se ofrecieron en ayudarles con los planes en la boda.

—Y, ¿cuándo tienen pensado casarse?— pregunta la madre de la chica.

—Este viernes 21— contesta la chica, mientras se prueba los vestidos de novia.

—Entonces ya tienes que elegir tu vestido. Ese es lindo— menciona la madre al ver a su hija con un vestido blanco y largo con una capa detrás, algo digno de un cuento de hadas.

— No lo sé, lo hallo algo exagerado— comenta la chica con una mueca.

—Querida es tu boda, no una fiesta en la playa— le recuerda la madre.

—Entonces al ser mi boda, yo elijo qué vestido usaré— recalca la chica cruzándose de brazos, la madre niega divertida— Ese me gusta—

Menciona Sarah cuando sus ojos se posan en un vestido corto, rosa claro con bordado en el pecho y espalda.

—Sí que es lindo, anda pruébatelo— alienta su madre.

Definitivamente ese vestido había sido diseñado para ella, le quedaba hermoso y hacía resaltar su blanca piel de una forma que robaba miradas de quien pase por su lado. Los ojos de la chica brillaron hasta no poder más al verse en el espejo, ese era su vestido y sin duda era mejor que el de cualquier cuento de hadas.

17 de Octubre de 2022

—Sigo sin creer que vas a casarte— menciona Louis, el mejor amigo de Saul.

Los dos chicos se encontraban en una panadería viendo la comida que encargarían para la boda, al igual que el pastel que tendrán. Y debía ser perfecto para tal día, con el cual iniciaría un nuevo camino con la persona que más amaba.

—Créeme ni yo me lo creo, pero eso es lo que quiero, y es una vida junto a Sarah— responde luego de unos segundos de silencio, y con los cuales observaba el menú de las tartas.



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En el texto hay: fantasia, romance, terror supenso

Editado: 19.09.2024

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