Perdición

CAPÍTULO 6: TU NOMBRE

Giré sobre mis pies con los ojos abiertos como platos y retrocedí quedando al fondo donde no pudiera verme.

En cuanto Ali y Andy percibieron mi marcha salieron del barullo llegando a mí. Estoy alucinando , no tengo otras palabras para describir como me siento.

 

-¿Estás bien? , estás palida , ni que hubieses visto a un fantasma -bromeó Ali quitandole importancia a lo que podía pasarme.

 

-Estoy algo mareada , puede que me haya bajado la tensión -mentí sonriendo falsamente y evitando mirarlas. -Voy a por algo de beber , necesito algo frío -me avaniqué con la mano abriendome paso entre ellas.

 

-¡¿Necesitas que te acompañemos?! -gritó Andy con cara de preocupación elevando la voz mientras daba pasos alejandome de ellas.

 

-¡No , estaré bien , no os preocupeis! -giré mi cuerpo para mirarlas pero sin parar de andar.

 

Algo así no era fácil de digerir y el no poder decirlas nada me ataba de manos y pies.

Mientras me dirigía a los baños me hacía preguntas a mi misma que hacían que la gente me mirara extrañada por hablar sola. ¿Por qué había decidido dar la cara cuando nunca lo hizo?.

Entré a los baños poniendome frente al espejo y cogiendo agua fría con ambas manos para después echarla en mi cara.

 

Decidida a volver con las chicas , salí del baño con la cabeza cabizbaja mirando mis pies y encontrandome con otros más grandes , más anchos y más morenos que los míos.

Tuve que subir poco la vista para saber quien era. En cuanto ví el ancla en su tobillo sabía que era Caos.

Sin apartar la vista del punto inicial intenté dar pasos hacia uno de los lados , pero él imitaba mis gestos impidiendome el paso.

 

-¿Por qué ahora no me miras? , pensé que verme era lo que querías -dijo con su voz ronca y segura de seimpre.

 

-No haces nada por nadie que no seas tú , ¿por qué tendría que creerte? -subí la mirada hasta sus ojos verdes poniendome a la defensiva.

 

-¿Por qué no hacerlo? -contestó con otra pregunta saliendo del paso.

 

Que entrara en su juego no significa que me transmita confianza , pero puede que lo que ví en sus ojos sea cierto y no sea tan malo como él quiere aparentar , solo tengo que hacerselo ver.

 

-¿Y qué es lo que quieres? -pregunté apoyando el peso de mi cuerpo en una pierna.

 

-¿Cómo? -dijo sorprendido arqueando una de sus cejas.

 

-Si me has seguido hasta aquí es porque quieres algo , así que... ¿qué quieres? -formulé una vez más la misma pregunta sin abandonar mi postura.

 

-Tampoco te creas el centro de atención , yo también tengo mis amigos , también salgo... , esta vez ha sido casualidad o tal vez destino -alargó la última palabra esbozando una sonrisa ladina intentando llamar mi atención en un doble sentido.

 

-Pues permiteme que lo dude -contesté más firme que nunca chulescamente y ciertamente me sentí liberada y poderosa.

 

Como la primera vez que quedé sobre él con mis palabras , pasé por su costado rozando el brazo donde dibujado tenía la serpiente , o por lo menos fue lo que intenté e iba a conseguir si no hubiera cogido mi brazo parandome el paso.

 

-¿Ya te vas? , pensaba que la fiesta acababa de comenzar -apretó su mandibula haciendola notoria.

 

-Puede , pero no voy a quedarme para ver como la gente termina por los suelos , no es mi estilo -negué -y ahora si me disculpas... -pasé por su lado rozando uno de sus brazos volviendo sobre mis pasos.

 

Ali y Andy ya habían recogído , era hora de volver , la luz del día había desaparecido y después de tantas horas en la playa lo único que me apetecía era ducharme para quitarme la arena que tenía pegada al cuerpo.

Guardamos todo en el maletero y nos sentamos en las mismas posiciones que cuando vinimos. El motor arrancó y el aire acondicionado se encendió refrescando el interior del coche ya que ardia despues de haber estado horas al sol. Los asientos quemaban al igual que los respaldos.

Andy escendió la radio subiendo el volumen a tope haciendo que cantasemos cada canción que retransmitian moviendo la cabeza y el cuerpo al ritmo de estas.

Coney Island estaba a una hora de la universidad de Columbia y si Ali se hubiera acordado de echar gasolina podriamos no habernos quedado tiradas en el camino.

 

-Genial... -dijo Andy echando su cuerpo hacia atrás golpeando el respaldo del asiento.

 

-¡Joder! -gritó Ali enfurecida golpeando el volante con una mano.

 

-Llamaré a una grua -dije para calmar la tensión despues de suspirar.

 

Salí del coche con el móvil en la mano y marqué el número encontrado en la lista de emergencias. A las pocas señales un hombre contestó preguntandome donde nos habíamos quedado tiradas exactamente.



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En el texto hay: drama, novela juvenil, amor

Editado: 26.08.2018

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