Narra Victoria:
Me dolía mucho la cabeza, no pude aguantar mas y me puse a llorar. Hasta que vi al chico de anoche.
-Déjala que te pasa – habla el chico, reteniendo su mano para que me soltara el cabello.
Cuando soltó mi cabello dije:
-Ayúdame por favor – le dije en un hilo de voz.
-Ven sígueme – dijo el ayudándome a pararme, cuando me levante pude observar que la chica me miraba con mucho enojo.
Seguí al chico; estaba llorando tenía miedo de que me hiciera daño.
De un momento a otro llegamos a un comedor.
El volteo, me quedo mirando y dijo:
Siéntate voy a traerte tu desayuno.
Moví la cabeza en señal de que lo escuché, y me senté.
Esto es extraño, que hago aquí, porque estoy obedeciendo a este tipo, estoy secuestrada, de repente algo llama mi atención es que ahí una puerta al frente del comedor, me acerco a la puerta y observo a través de los vidrios y me doy cuenta que estoy en un bosque, así que estoy apunto de mover la manija de la puerta y escucho la voz del chico que me dice:
Si abres la puerta te mato y nadie te va a poder encontrar, mejor siéntate y toma el desayuno que te prepare.
Al escuchar eso, de mis ojos brotaron unas lágrimas, así que me di vuelta y lo vi estaba con una bandeja con comida en las manos, de pronto dejo la bandeja en la mesa y se acerco hacia mi yo me asuste y más lagrimas comenzaron a bajar por mis mejillas.
-No llores no me gusta ver que las chicas bonitas lloren, dijo eso mientras me limpiaba las lágrimas.
Pero no paraba de llorar tenía miedo, hasta que el me abrazo.
-No llores, tranquila esto no volverá a suceder te lo prometo.