Perdóname por ser mujer (1)

Extra-El Misógino Parte 2

Al día siguiente llegue temprano al colegio sin David que no fue a buscarme para ir juntos como siempre hacíamos. Bueno, no importaba no lo necesitaba, tenía a los demás. Por suerte como llegue temprano, no había nadie, así que podía ir a sentarme tranquilo. Al poco tiempo vi que llegaba mi ex amigo, el cual me miraba enojado provocando que yo también le hiciera mala cara. Se sento delante de mí, en el asiento de Luca.

ꟷ¿No era que ya no somos amigos? ¿que haces sentándote en este sector?ꟷdije enojado.

ꟷNo soy tu amigo, pero sigo siendo el de los demás. Este hijo de la empleada te pide que por favor no le hables ya que mi pobreza te molesta y a mi tu riqueza me asqueaꟷme contesto en el mismo tono

ꟷNo te preocupes, no te pienso volver a dirigir la palabra. A ver quién te pasa la tarea.

ꟷNo te preocupes Ricky Ricon yo puedo escribir, los pobres también sabemos hacer eso. Así que ahora cállate.

ꟷ¡Vos no me mandas a callar!

ꟷ¡Vos no me gritas!

Estábamos tan concentrados en pelear que no notamos que ya habían llegado nuestros amigos, los cuales nos miraban a los dos sorprendidos.

ꟷ¿problemas en el paraíso? ꟷpregunto Luca sentándose a mi lado.

ꟷNadaꟷrespondí de forma seca

ꟷ¿Nada?ꟷindago Daro que se sentó al lado de Davidꟷ Parece que se pelearon

ꟷ¿Qué paso? ꟷpregunto Pancho que se había sentado delante de David

ꟷPregúntale a Villalbaꟷrespondió David enojado

ꟷ¿Marco? ꟷdijo Luca haciendo que todos me miraran a mí.

ꟷCabrera y yo ya no somos amigosꟷrespondí intentando que no pareciera importante

ꟷDíganle a Villalba que más vale que me devuelva mi pelotaꟷdijo David sin mirarme

«¿Con que querés jugar a eso? Bueno»

ꟷDíganle a Cabrera que más vale que me devuelva mis cd de la playꟷcontrataque

ꟷDíganle a Villalba que me pague la remera que su perra me rompióꟷdijo sin mirarme nuevamente

ꟷDíganle a Cabrera que mi perra no le rompió nada.

ꟷDíganle Messi que más le vale que gane el mundialꟷInterrumpió Luca divertido, pero tanto yo como David lo miramos con enojoꟷ Yo solo quería ser popularꟷdijo con pena fingida.

La semana transcurrió así, David y yo no nos hablábamos ni nos mirábamos. Podría decirse que habíamos hecho una repartición de amigos de forma rotativa. Y tanto Luca como Daro se reían de nuestra pelea. Creo que él único que si se tomaba en serio nuestro conflicto era Pancho, pero este como ya era costumbre desde que ingresamos a la secundaria se la pasaba con su novia.

Lo que más me molestaba era que la culpable de todo esto era Esperanza, que lo único que hacía era estar pegada a su celular. Esa chica acabo con una amistad de 13 años y lo peor de todo era que a pesar de que la quería odiar, no me salía. Creo que era porque ella era esa niña por ello no la quiero odiar, pero lo mejor será que acabe con este sentimiento. Me iba a hacer notar, si eso, iba a sonreírle, ella caerá como idiota, estará detrás de mí yo al fin veré que era una niña estúpida como las demás, podre volver a ignorarla y le diré a David que al final no me interesaba.

«Muy bien es fácil, escuche que el preceptor la busca, así que solo iré con mi mejor sonrisa y se lo diré y ella se emocionará, se pondrá colorada y esas tonterías. Sencillo.»

Fui al aula ya que en el recreo ella siempre estaba sentada con su celular en mano. Me pare enfrente de ella y carraspeé la garganta para que sacara su vista de ese mugroso celular. Ella me miro sin expresión esperando a que yo dijera algo.

ꟷEl preceptor te buscaꟷanuncie con mi mejor sonrisa. Ella también me sonrió dejándome impresionado de lo linda que se veía sonriendo, se levantó y me dejo solo en el salón con un corazón frenético y un sonrojo en mis mejillas.

«Esta bien, eso no era lo que esperaba. Se supone que ella se tenía que sonrojar como una idiota, no yo ¡Le sonreí, la puta madre! ¿Acaso no sabe que yo no le sonrió a ninguna chica? ¡Acabo de hacer algo inédito! Además, ni siquiera me hablo»

Y ahí apareció otra vez ese sentimiento extraño pero cálido extendiéndose por mi cuerpo.

« Bueno, no importa voy a volver a intentarlo»

Y así seguí intentando ponerme en un lugar visible donde ella me pudiera ver, pero parecía que para ella no existía. Todas estas estupideces hicieron que yo fuera el que terminara mirándola todos los putos días. Creo que me había memorizado todos sus gestos. Se piñizcaba los cachetes cuando quería despertarse; le gustaba trenzarse el pelo y deshacerlo después de terminar; algunas veces hacía unas caras que daban a entender lo que piensa. También había notado que le gustaban las cosas gratis; no le gustaba hablar de chicos; parece que estaba interesada en unirse al equipo de vóley; era bastante aplicada ya que sacaba buenas notas; lee pelotudeces; come mucho. La verdad era bastante común, no había mucho de especial en ella, pero desgraciadamente para mi todas esas cosas de la nada se habían vuelto de lo más atractivas.



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En el texto hay: misterio, novelajuvenil, traumas

Editado: 05.12.2018

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