Abro los ojos y me doy cuenta de que ya amaneció y que me tengo que levantar, miro el reloj de mi mesita de noche y son 6:30 de la mañana.
— ¡Mierda se me hizo tarde!— grité
Salto de mi cama y corro hacia el baño, me lavo los dientes y me visto lo más rápido que puedo, voy hacia el armario y coloco la clave en el teclado, se abre la puerta de la habitación y desactivo las mayas eléctricas, agarro un arma más pequeña que la de ayer pero igual de potente y vuelvo activar las mayas, salgo de la habitación y la cierro, voy a la cocina, agarro un trozo de pan, guardo el arma en mi bolso y salgo de mi casa mientras como.
Llego lo más rápido que puedo al área de los cultivos. Por suerte no llegué tarde porque si lo hacía me quedaría sin trabajo y no tendría de que vivir. Me coloco el delantal y empiezo a recoger la última cosecha antes del invierno, como amo el invierno, a pesar de que paso hambre por falta de comida, por esa razón robo cada último día del mes para sobrevivir los inviernos largos y fríos.
Paso casi cuatro horas trabajando pero de repente se escucha una explosión que me distrae de mi labor, alzo la mirada y me doy cuenta que proviene del laboratorio de la ciudad y que un montón de cyborgs vienen corriendo hacia nuestra dirección. Al llegar a donde estoy los cyborgs se detienen y en lo único que puedo pensar es que me descubrieron robando el maíz o que le destruí la cabeza a un cyborg ayer.
— Humanos, un cyborg muy peligroso acaba de escapar del laboratorio y por seguridad registraremos sus casas, así que les pedimos que cada uno de ustedes se dirijan al centro de la ciudad, solo tienen treinta minutos para hacerlo, de lo contrario se les acusará de traición y serán condenados a muerte — dijo el que parece ser el líder
Los cyborg se fueron y las personas empezaron a ir al centro de la ciudad, pero yo aún no iría porque tengo que ir a guardar el cofre con la comida en el cuarto secreto, porque si lo descubren, los cyborgs me cortarán las manos. Tomo mi bolso y salgo corriendo a toda velocidad hacia mi casa. Al llegar noto que los cyborgs aún no la han revisado así que agarro el cofre y voy hacia mi habitación, abro el cuarto secreto y lo coloco adentro, salgo inmediatamente y sierro la puerta, coloco el cuadro en su lugar y salgo de la casa, miro mi reloj y solo me quedan quince minutos para ir al centro de la ciudad, así que empiezo a correr hacia su dirección. Al llegar todo el mundo está allí, me siento en el suelo y al tocarlo escucho el estruendo de una puerta de metal, me pongo de pie y veo al rey sobre el tribunal de discursos, es un hombre mayor, de piel blanca y cabello canoso, está vestido de negro y lleva la corona, atrás de él está la princesa Elina su única heredera, es una chica de piel blanca y cabello rojo, es muy hermosa la verdad pero eso no cambia que sea hija de un ser tan despreciable como su padre.
Sé que mi opinión de ella es muy dura a pesar de que no la conozco, pero seguramente se la pasa arreglando su aspecto y disfrutando de la gran vida mientras nosotros pasamos necesidad por culpa del rey.
— Hola a todos mis queridos súbditos— dijo mirando hacia nosotros— disculpen interrumpir sus trabajos pero tengo un importante anuncio para todos. Hoy en el laboratorio estábamos haciendo pruebas de un nuevo cyborg creado para su seguridad, pero todo se salió de control debido a que los rebeldes se infiltraron en nuestro sistema y cambiaron las órdenes del cyborg, que escapó del laboratorio y ahora anda suelto por la ciudad, por seguridad le recomendamos que no anden solos por el bosque y que tengan sus puertas y ventanas serradas. Si llegan a ver el cyborg por favor entregarlo a la guardia real. Gracias por su atención— concluyó el rey marchándose del tribunal junto con su hija.
Así que un cyborg escapó, que interesante, seguramente no pudieron controlarlo a su voluntad y por eso se fue, porque eso de que los rebeldes se infiltraron en su sistema no se los creo para nada, además los rebeldes llevan sin aparecer como unos tres años y que de repente aparezcan y cambien las ordenes de un solo cyborg es muy improbable, además no creo que ese robot sea peligroso solo lo dicen para asustarnos pero a mí no me engañan.
— Por dios que susto lo que hicieron esos rebeldes— dijo Kim mientras se acerca a mí.
— Si, pero no creo que el cyborg sea peligroso— le contesté sin pensar.
— ¿¡Que dices!? ¡Claro que es peligroso!, ¡¿no escuchaste a nuestro rey?! — me contestó alterada.
— Silencio te van a escuchar — le contesté en vos baja.
— Disculpa pero, si nuestro rey dice que es peligroso es porque es peligroso — aseguró.
— Ok está bien pero no grites me vas a meter en problemas — contesté— ahora tengo que seguir trabajando si quiero dinero para el invierno.
— Está bien, también tengo que ir a trabajar, adiós — se despidió y se fue.
Me da tanto enojo que ella piense que el rey es el ser más maravilloso del mundo, que no recuerde las torturas que le hicieron apenas hace unas semanas, pero, no puedo decir nada, así que mejor me voy a trabajar. Camino hacia los cultivos y cuando llego puedo ver que todos están muy alterados.