Adivinen quién está siendo asesina por la mirada de una criatura.
Sí, así es... yo, una chica dulce siendo enterrada varios metros bajo tierra por una bella Elfa.
- ¡¿Y por qué tiene que venir ella?!
- Fue una decisión de mi abuelo Zita -Ragnar ya estaba frustrado.
Rag me estaba llevando a su "punto de reunion" donde se reunen sus grupo de caballeros para irnos hacia la aldea de las Hadas.
El lugar de reunion era el patio trasero y al parecer no les caí bien a todos que digamos, algunos sólo me miran de lejos analizándome, otros con odio y los que ya me conocieron amigables, me sirve.
Como bien saben, algunos no están contentos con mi presencia aquí y al parecer ya todos los habitantes saben sobre mí, ¿Qué cosas no?
- !Ella no pertenece aquí!
La chica Elfa era tierna hasta cuando se enojaba, pero daba miedo, su cabello era blanco y tenía unas orejas puntiagudas, tenía una coleta de caballo, sus ojos eran de color azul y su tez era pálida, ella era alta y lucía el uniforme de combate.
- No es nuestra decisión.
- ¡Pero..!
- ¡Basta!
Dios Ragnar dio un grito que me sobresaltó, yo estaba detras de Ragnar observando la discusión.
- Sabes que Zita tiene razón Ragnar, esa humana no pertenece aquí -habló todo cínico el chico Vampiro de ayer- No será malo echarla de aquí.
El chico tenía una tez pálida, sus ojos eran de color gris, sus colmillos resaltaban cuando sonreía y su cabello era de color café.
- ¿Disculpa? -me puse una mano en mi pecho haciéndome la ofendida- ¿Y a tí quién te invitó chupa sangre?
- ¿Cómo me dijiste pequeña presa? -se iba acercar a mí pero Ragnar lo detuvo.
- Si atacan a la invitada de Su Majestad, tengo ordenes de matar al quién causo el daño -su tono era amenazante.
El vampiro retrocedió con una mirada envenenada.
- Y para que les quede claro Zita y Olav, se les desterrará de la ciudad si hacen algo.
Diablos, eso si es de dioses. Además pfff Olav, su nombre es Olav. Tan machito y su nombre no le pega para nada.
Miré hacia otro lado para disimular una risa.
- ¡Pero Ragnar!
- Ya está decidido Zita, así que no gastes mi tiempo con berrinches y lloriqueos.
Esta sólo resopló y se fue del lugar.
- Joder, eso estuvo intenso -la voz de Dustin relajó el incómodo ambiente.
- Ni que lo digas hermano -el chico lobo le dió la razón a Dustin- Esos dos parecen novios por su actidud de mierde que tienen.
- Cierra la boca Ralph -vociferó el vampiro.
- Tranquilo Olav, ya sé que quieres que finjamos sobre su lejana relación.
El chico vampiro se quería abalanzar sobre del pobre lobo pero de nuevo Ragnar lo interrumpió.
- Ya basta Olav... compórtate.
- Entonces dile al estúpido del perro pulgoso de Ralph que se calle -gruñó.
- Disculpa, pero el único pulgoso es el imbécil de Stef -se excusó el chico lobo.
- Basta los dos -dijo exasperado Rag.
- ¿Conocen a Stef? -pregunté curiosa.
- Claro, es el único idiota que cree que nos podrá traspasar de popularidad entre las tropas -me respondió el lobo- Por cierto, soy Ralph bella dama -dijo acercándose a mí y besando mi mano.
Ralph era un chico alto y guapo, su cabello era de color negro, sus ojos eran de colores diferentes, uno azul y el otro verde, su tez era cafe por sus cabellos que tenía en la cara y al parecer es todo un don juan.
- Oh un gusto...Ralph -dí una pequeña risa tonta- Yo soy Safra.
- Un gusto Safra -me dió una sonrisa coqueta.
Pero antes de que pudiera hablar de nuevo, la chica Qilin de antes lo apartó de un manotazo en la cara.
- Soy Siena querida -me estiró la mano que con gusto acepté.
- Hola Siena, soy Safra -meniamos las manos de arriba y abajo.
- A nosotros ya nos conoces Safra -la voz más tranquilizadora que pude escuchar le pertenece al chico Grifo.
- ¡Howard! -lo abracé- Es genial verte de nuevo.
- Lo sé, soy de extrañar -me palmeó la cabeza.
- Ey Safra, te presento a los otros -Dustin me jaló para arrastrarme con una chica.
- Ella es Xanat -señaló a la Driada.
Ella era una chica alta con cabello grisáceo y unos bellos ojos negros, sus facciones eran finos y derrochaba una aire de seriedad y seguridad, al parecer su rostro era neutro, no mostraba ningun signo de sentimientos, por lo que no pude saber si me despreciaba o se sentía bien conmigo.
- Un gusto, soy Safra -ella solo asintió.
- Y él es Olav -me colocó enfrente del vampito.
Él sólo bufó y me miró de reojo.
- Niñata.
- Chupa sangre -lo miré molesta y él a mí de la misma forma.
- La otra persona malhumorada que se fue, se llama Zita.
- ¿Por qué reaccionó así?
- Digamos que siempre ha odiado a los humanos y cuando supo que tu llegaste, su mente se colapsó de tanto enojo.
Reimos.
- Por cierto ¿Cómo conoces a Stef? -preguntó Dustin cruzándose los brazos.
- Casualidad -no quería decir lo de los guardias.
- Hmm claro -dijo no muy convencido- Cómo sea, sólo aléjate de él -advirtió.
- ¿Por qué?
- Porque es un idiota, además ya sabe que estas en este escuadrón y no desaprobechará una oportunidad para arruinarnos.
- Sus tontas peleas de poder son estúpidas -dije con una cara de desagrado.
- Claro que no, lo hacemos para que ellos no se aprovechen de ese poder -dijo ofendido.
- Como sea -rodé los ojos.
Los resoplidos de unos caballos nos llamó la atención.
- Los caballos estan listos -Alf estaba llegando con varios caballos.
- ¡Alf!
- ¡Dustin!
Los dos chicos corrieron para hacer su saludo.
- Hola Safra - cuando terminaron Alf se acercó a mí.
- Hola Alf ¿Tú también vas a la misión? -pregunté al ver que tenía el uniforme.
- Sí, así es.
- Creí que sólo te encargabas del establo.
- Ahh, no, ayer fue mi día de descanso, cuando me toca eso siempre ayudo ahí -dijo mientras acariciaba a un caballo.
Editado: 16.07.2021