Perfecto extraño, te extraño.
Una vez, hace mucho, deseé tenerte por siempre, deseé ser tuya y que tú fueses mío, un deseo por completo egoísta por decir menos.
Hoy, luego de muchos meses, luego de casi dos años de haberte conocido, puedo decir que podría amarte por mucho más tiempo y no debo. Me siento enferma, me siento devastada, me siento fuera de lugar.
En ésta situación mi paciencia infinita me juega una mala pasada, quiero tu felicidad a riesgo de mi dolor, quiero que seas feliz mientras espero tu regreso, quiero que me recuerdes mientras trato de olvidarte.
Nuestros amigos no te nombran, no te mencionan y yo me trago el deseo de preguntar por ti, no le hace bien a nadie mi obsesión enfermiza, mi locura asfixiante, tú estás bien y yo he de aprender a estarlo. Por mi bien y por el de todos, debo huir, debo seguir en la lucha para ganar tu olvido, debes morir en mi memoria.
Siento que más que amor, aún sabiendo que te amo, es un capricho, ese tormento al pensar o imaginar lo que pudimos haber sido, lo que pudo haber pasado.
Uno consigue sus metas a riesgo de sus peores miedos, yo luché por la mía y mi peor pesadilla se hizo realidad.
Te recuerdo con ternura, aún con todas las cosas que nos hicimos, todos los dramas con los que vivimos.
Te extraño.
Escríbeme.
Tuya, Kiowa.