Era una mañana como cualquier otra, solo que a las afueras de la cuidad de París se podía ver como se acercaban tres carruajes
Los dos últimos eran de carga y el primero era para las personas
En el primer carruaje estaba el conductor y dentro de este estaban dos personas, un hombre algo mayor y en el asiento de enfrente una chica alta, de cabello rubio largo hasta un poco más abajo de los hombros, hacia los lados y ojos azules, que estaba mirando por la ventana con su barbilla apoyada en el dorso de su mano y con una expresión de aburrimiento total
-Hija, por favor, cambia esa expresión en tu rostro-dijo el hombre mirando a su hija
-¿Y que otra expresión puedo hacer si estoy aburrida?, padre-pregunto la chica mirando a su padre
-Deberías de estar feliz, al menos por mí
La chica suspiro
-Lo estoy, pero te dije que quería quedarme en Grasse
-De ninguna manera jovencita, no te alejaras de mi lado hasta que te hayas casado
-Si claro, como si alguien quisiera casarse con una discapacitada
-Por ultima vez, lo que tienes no es una discapacidad más bien deberías considerarlo una bendición
La chica solo rodó los ojos, se cruzo de brazos y regreso su vista a la ventana
Después de eso hubo un silencio total dentro del carruaje
Al llegar a la cuidad varios curiosos se acercaron hacia los carruajes para ver quienes habían llegado, entre ellos un hombre alto, cabello negro y corto rapado en los costados, pequeños ojos negros, barba y bigote muy cortos. Vestía con el uniforme estándar de la Policía Militar
En ese momento el hombre y la chica bajaron
-Bienvenido a Paris, señor Antoine Richis
-Tengo el gusto de conocerlo, comandante Nile Dawk-dijo Antoine sonriendo y haciendo una leve reverencia-en Grasse hablan con muchos elogios sobre usted
-Solo hago mi trabajo por cumplir señor, pero acomódese señor Richis, su casa ya esta lista asi que acompáñeme
-Muy bien. Conozca también a mi hija Nanaba Richis
Nile miro a la chica de arriba a abajo, y para ser sincero la primera impresión dejo mucho que desear, ya que no usaba un vestido sino un par de pantalones muy grandes y una camiseta igual de holgada, ambos de color negro, sumándole a su cabello desordenado y la mirada indiferente que le dedicaba
-Un gusto conocerla, señorita Richis-Nile le decido una sonrisa educada
-Hola-dijo Nanaba secamente mirando a otro lado
-Perdone a mi hija, es que esta agotada por el viaje-intervino Antoine
-Debe ser-dijo Nile-bueno vamos a su casa
Los tres comenzaron a caminar y los carruajes de carga los siguieron
-Owwww, ¡nuevos residente!-dijo Hanji emocionada
-Son solo más gente rica-dijo Mikasa-de seguro igual de estirados como los que ya conocemos
-Cierto, de seguro vinieron aquí por negocios-dijo Hanji- bien, como ya se fueron, me voy antes de que Levi se de cuenta que saque a Elliot a un lugar donde habían muchas personas
-Sabes como es Levi-kun con la limpieza, sobretodo cuando se trata de mi sobrino
-Si, por eso lo quiero-dijo Hanji sonriendo-ahora que recuerdo, tu deberías de estar en reposo
-Oye, estoy embarazada no invalida
-Para Farlan y Levi es lo mismo, así que ya vámonos
-Tsk. De acuerdo
-Jajajajajaaj, el embarazo te hace tener el mismo carácter de Levi
-Como sea, vamonos a comer que muero de hambre
Ambas se fueron del lugar
Mientras tanto, Nanaba, su padre y Nile llegaban a una gran casa que tenia un inmenso jardín dentro de esta
-Bienvenido a su nueva morada-dijo Nile señalando la casa
-Gracias, es muy hermosa-dijo Antoine-¿no crees hija?
-Mientras tenga mi propia habitación, esta bien para mi-dijo Nanaba desinteresadamente
-Los dejo para que se acomoden-dijo Nile para después retirarse
-Nanaba, deberías ser más amable con él
-Sé lo que pretendes y la respuesta es no, padre-dijo Nanaba algo molesta
-Hablaremos después, mejor entremos
Entraron a la casa y comenzaron a instalarse
Un buen rato después
Nanaba bajaba de su habitación con otro cambio de ropa, parecido con el que tenia puesto antes, y una capa con capucha de color azul
-¿A donde vas?, jovencita-dijo Antoine al ver que Nanaba se dirigía a la puerta
-Voy a salir a dar un paseo-dijo Nanaba poniéndose la capucha-si vamos a vivir aquí, tengo que conocer la zona
-¡Una señoría de tu clase, no sale sola a la calle y menos usando esas fachas que traes!
-Por eso mismo, con estas ropas nadie pensara que soy una señorita de clase y no me secuestraran-dijo Nanaba abriendo la puerta-volveré pronto, adiós-salio de la casa antes de que su padre pudiera decir otra cosa
A pesar de haber nacido en una familia de clase alta Nanaba no era una señorita normal, bueno todas las que la habían conocido la describían así
No fingía ser educada con todo el mundo, odiaba usar vestidos demasiado elegantes, odiaba ese mudo de imagen e hipocresía, y sobretodo odiaba los pretendientes que le presentaba su padre, uno más desagradable que el otro, siempre era así porque eran de posición alta. Y ahora su padre había visto con buenos ojos a Nile, ese tipo le desagradaba con solo verlo, no se imaginaba casada con él
Para ser exactos, casada con ninguno
Ya que ninguno entendía el sufrimiento por el que pasaba, debido a su discapacidad
Estaba tan hundida en sus pensamientos que no se daba cuenta por donde caminaba, hasta que choco con un par de chicas
-¡Auch!¡fíjate por donde vas!-dijo Nanaba molesta y bajando su capucha para que no vieran su rostro
-¡Más bien tú fíjate por donde vas!-dijo una voz de forma escalofriante-¡mi cuñada tiene a su hijo en brazos!¡y yo estoy embarazada!
-Mikasa, cálmate-dijo otra voz-enojarte puede dañar al bebé