-¿Sin olfato?-pregunto Hanji
-Si, no puedo percibir ningún olor
-Mmmmm, interesante, puede ser un caso de hiposmia-dijo Hanji tocándose la barbilla-pero para estar más seguros, cuénteme su historia
-¿Porque?-pregunto Nanaba confundida, en toda su vida ningún doctor le había pedido eso, solo le había dicho de lo que sufría, que era lo mismo que le dijo Hanji, hiposmia
-Existen varios trastornos del olfato, la hiposmia es cuando se presenta una reducción en la capacidad para detectar olores, la anosmia es la total incapacidad para detectar olores y, en raras ocasiones, se puede nacer sin el sentido del olfato lo que se llama anosmia congénita-explico Hanji mientras sacaba un cuaderno y una pluma-por eso necesito conocer su historia para dar un análisis más acertado
-De acuerdo-dijo Nanaba-yo nací y crecí en Grasse, desde niña no percibía ningún olor, mis padres ya me habían llevado con varios doctores pero todos me decían que, tal vez, mi sentido del olfato se tardaba en desarrollarse, así que no le tome importancia. En una ocasión salí a pasear por el campo a oler las flores, pero como siempre no olía nada, al poco rato me encontré con un zorrillo, lo trate de acariciar pero este me rocío y salio huyendo, no le tome importancia debido a que no percibí ningún olor y regrese a casa. En cuanto llegue todos se alejaron de mi, decían que apestaba pero yo no sentía nada en mis ropas. Ese día me bañe en jugo de tomate pero como siempre ni ese olor sentí
Los años fueron pasando y nada, todos los doctores a los que iba me decían lo mismo, hiposmia, me recomendaban pomadas, medicinas y hasta inciensos para estimular mi sentido del olfato, ninguna tuvo resultado positivo en mi, me seguían diciendo que no perdiera las esperanzas, que mi olfato llegaría algún día, pero después de tanto ya perdí las esperanzas
-No la culpo por haber perdido las esperanzas-dijo Hanji sin dejar de escribir-para serle sincera, con lo que me acaba de decir, usted no sufre de hiposmia, sino de anosmia y como dijo que desde niña no ha sentido ningún olor, es muy seguro que sea anosmia congénita
-¿Entonces nunca podre oler?
-Hay una alta probabilidad, pero existen dos tipos de amosnia, la temporal y la crónica, también algunas personas pueden ser anósmicas de cierto olor en particular, esto es llamado anosmia específica y puede tener su origen de modo genético, para asegurarnos le haré un examen
El examen para detectar la anosmia consistía en usar como método rascar e inhalar olores, o usando olores disponibles como el café, limón, bareta y canela
Ninguno dio resultado en Nanaba
-Con este examen y con la historia que me contó temo que es muy poco probable que pueda oler, lo siento mucho
Nanaba bajo la cabeza y comenzó a reír un poco
-Sabe-dijo con la cabeza aún agachada-mi padre siempre me dice que no debo de preocuparme por esto, que debería considerarlo más bien como una bendición-levanto la cabeza para ver a Hanji-pero yo me considero como una discapacitada por no tener mi sentido del olfato
-Si me permite opinar, no estoy de acuerdo con su padre, porque aunque el sentido del olfato pueda parecer de poca relevancia en la vida, lo cierto es que nos valemos de él para realizar muchas actividades cotidianas. La pérdida o disminución de este sentido genera una mayor inseguridad en las relaciones sociales e incrementa el riesgo de sufrir accidentes domésticos y de padecer depresión. Sobretodo en las relaciones sociales, porque el olfato nos ofrece información sobre otras personas, y este canal de comunicación es muy importante en los primeros contactos
-Con las actividades domesticas no hay problema, tengo criadas para eso y en cuanto a las relaciones sociales, no me interesan mucho, toda la gente que he conocido a lo largo de mi vida son solo doble caras, estirados e hipócritas , diría que eso es lo único bueno de no tener olfato
-De acuerdo-dijo Hanji terminando de escribir-eso todo por hoy, puede venir cuando quiera ya sea por alguna enfermedad o si quiere conversar con alguien, siempre estoy aquí
-Muchas gracias-dijo Nanaba sonriendo y poniéndose de pie-adiós
-Adiós-Hanji la acompaño hasta la puerta
Una vez fuera del consultorio Nanaba comenzó a caminar, no se sentía triste ya que hace tiempo había sospechado que no podría oler, así que asimilar lo que la doctora le había dicho no fue tan doloroso
Siguió caminando hasta que unos maullidos la sacaron de sus pensamientos
-Miiiauuuu
-Hola, gatito-dijo Nanaba mientras se agachaba para tomar al gato en sus brazos-que bonito eres y se nota que estas bien cuidado-Nanaba miro fijamente al gato-ahora que recuerdo bien, eras el gato de la perfumería, ¿que haces por aquí?¿te perdiste?
-Mauuuuu-el gato movía su peluda y esponjosa cola
-Me pregunto a que olerás-Nanaba acariciaba al gato mientras sonreía tristemente-sera mejor que te lleve donde tu dueño-comenzó a caminar
El gato solo ronroneaba a las caricias
-¡Dross!¡¿donde estas?!-gritaba una voz a lo lejos
-Miauuuuuu-el gato salto de los brazos de Nanaba y se fue en dirección a la voz
Nanaba siguió al gato hasta que vio que se detuvo frente a un hombre
-Aquí estas, gato malo, no vuelvas a escaparte-Mike se agacho para tomar a su gato
-Disculpe, ¿es su gato?-pregunto Nanaba
Mike levanto la vista y sus ojos color ambar se toparon con los ojos azules de Nanaba
-Si es mio, lamento si le causo alguna molestia señorita
-No fue molestia, me encantan los animales, ¿como se llama?
-¿El gato o yo?
-Ambos
-Él es Dross y yo soy Mike Zacharius
-Un gusto conocerlos, soy Nanaba Richis
-El gusto es mio, señorita
Mike se acerco un poco a Nanaba para comenzar a olfatearla y percibió otra vez ese olor puro y delicado, con algo de nostalgia y tristeza