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narra Victoria:

Me desperte por el ruido que hacian los hermanos de lucas, me dolia un poco la cabeza porque había estado llorando como una estúpida casi toda la noche frente a lucas, honestamente ni siquiera tengo derecho de llorar por el hombre con quien me case porque no debí casarme con él en primer lugar, pensaba que éramos felices por lo menos en mi mente lo éramos   como pude dejarme engañar tan fácilmente y durante tanto tiempo sin decir nada. 

Pero eso ya se acabó, mire a lucas mientras aun dormía plácidamente estaba tan tranquilo que no quise despertarlo, me puse un vestido de flores y entre un poco de ropa en mi cartera me bañaría en mi casa. 

Tome un poco de papel y lápiz, escribí a donde iba para que no se preocupara, baje las escaleras y toda su familia menos su madre estaban ahí a pesar de que a simple vista se nota lo tristes que están me sonrieron antes de que saliera. 

Tome un taxi y me dirigí a mi casa. 

                                                                {…} 

Después de un baño me senté en el sofá de la sala juguetee con mi teléfono ya era hora de tener una conversación con mi esposo, marque su número y espere a que contestara. 

                                                                    llamada 

-Hola?_ escuche su voz y me congele por un minuto- di lo que tengas que decir victoria voy de camino a casa_ sonreí 

-Cuando llegues hablamos_ no espere a que contestara y serré la llamada  

                                                                Fin de la llamada   

Espere un buen rato a que el estúpido llegara ya era hora de dejar los puntos claros en esta relación y si alguien tiene una careta puesta pues se le quitara hoy. 

La noche llego rápido mientras esperaba, lucas había llamado un par de veces pero desde que le dije hace una hora que iba a hablar con mi esposo él no me ha llamado otra vez, supuse que estaba enojado porque claro que me había dado cuenta del pequeño enamoramiento por el que lucas estaba pasando pero supuse que era solo eso. 

Me senté en el sofá frotando mi cabello desordenado me había visto en el espejo del baño y honestamente parecía tan mal como lo estaría pasando un drogadicto en proceso de desintoxicación y me sentía miserable para colmo, no había comido nada en todo el rato que estaba esperando a ese bueno para nada. 

Estaba cansada de esperar y comenzó a darme hambre supuse que el inútil no vendría porque se fue con ella, cocine espaguetis suficientes para dos y le envié un mensaje a lucas lo vio pero no me contesto, aún estaba enojado al parecer. 

Ni siquiera habían pasado quince minutos cuando él ya estaba tocando la puerta, como demonios había llegado tan rápido, le abrí la puerta y entro. 

-No dirás nada ahora_ lo observe mientras se sentaba a comer sus espaguetis. 

-Que hay que decir, victoria_ estaba serio y ni siquiera me miro mientras comía lentamente  

-Sabes que tarde o temprano tenía que hablar con él, verdad?_ observe sus labios mientras comía lentamente aun sin mirarme, mis ojos se desviaron a los espaguetis en el plato y ya no pude apartar la mirada 

-Oh si, lo entiendo_ dirigió su mirada a mí por primera vez desde que llego yo aun miraba el plato. 

-Quieres?_ negué con la cabeza pero aun así él puso el plato frente a mi  

Sonreí y comencé a comer como una maniaca. 

Alguien toco la puerta...