Perper.com

Mike Cortés

Nunca he sido de muchos amigos, siempre he sido solitario, de hecho, si nunca nadie me hablara, no tendría ningún amigo, ya que yo nunca inicio conversaciones y gracias a eso, la gente me ve como el típico bicho raro que odia a la gente.

No siempre he sido así de introvertido, inclusive, en aquellos años de primaria, era el más extrovertido de toda la generación, el más popular, el alma de todas las fiestas y el que cada fin de semana hacía fiesta en su casa con refresco (ya que en ese entonces no podía beber cerveza) suficiente para llenar una alberca. ¡Je Je, buenos tiempos!

Pero... todo cambió al iniciar el sexto grado: Yo soy muy delgado, se podría decir que era el más flaco de toda la generación y por aquel rasgo de mi físico, me empezaron a decir "El fideo", todos los días, a toda hora y a pesar de ser un apodo muy "inofensivo", la verdad es que cuando te lo repiten muy a menudo, te lo crees y te desprecias a ti mismo y así, poco a poco, mi habilidad de socialización fue disminuyendo, entre más me molestaban, menos extrovertido era, hasta que llegué a ser totalmente introvertido

Gracias a mis pocas ansias de socializar, sólo tengo un amigo: Gabriel Bayer: una persona de baja estatura, ojos oscuros y cabello lacio y oscuro, él ha sido la única persona que se ha animado a hablar conmigo y he descubierto que tiene un corazón puro y empático, preocupado por otros.

También me percaté de que era igual de solitario como yo, e inclusive nació siendo extrovertido y fue transformado a alguien introvertido por la misma razón que la mía: un apodo, pero el suyo era "El enano sin amigos" por su baja estatura; aunque a diferencia de mi situación, se lo decían como forma de bullying e inclusive, le llegaron a hacer acoso físico y sexual.

Gabriel y yo, nos confiamos varios secretos, en efecto, no nos guardamos secretos, todo lo que sabe uno, lo sabe también el otro.

El primer secreto profundo que le confié, se lo dije hace 5 años, en 5° grado de primaria; aquel secreto era referente a mi orientación sexual, sentía que mi orientación sexual era homosexual, ya que me fijaba demasiado en el sexo masculino y me imaginaba que sería besar uno y la verdad es que eran pensamientos muy placenteros que me gustaba recordar con notable frecuencia.

De hecho, me gustaba un chico de nombre Adrián Reinolds, el cual me sigue gustando a pesar de haber pasado 5 años. Aquel chico tiene grandes músculos y un gran cuerpo, ojos verdes y cabellera rizada color azabache: el hombre perfecto; además, tenía grandes pectorales, producto de horas y horas de ejercicio sin descanso. Tenía la combinación perfecta de características que me dejaban maravillado.

El secreto de mi homosexualidad solo lo supimos Gabriel y yo, nunca se filtró a otras personas, logrando que creciera la confianza entre nosotros.

***********

Cambiemos de día: Ayer, 7:30 de la mañana: Llegué a la escuela como cualquier otro día normal y como siempre, mi mamá me trajo a la escuela, (total, mi familia solo se conforma por mi mamá y yo).

Entonces llegué a la escuela y justo antes de entrar, vi a Adrián abrazando a una chica: Isabel Jefferson: una chica fresa, alta, con ojos azules, cara perfecta y cabello lacio y castaño, ¡Por qué carajo estaba abrazando a esa zorra!

Llegué a clase tarde como siempre y me senté junto a Gabriel.

A media clase, mientras el profesor se había ido al baño, le pregunté el porqué Adrián estaba abrazando a Isabel. Él me respondió: "Es que son novios, ¿que no sabías?".

Al inicio pensé que era una broma estúpida de Gabriel, pero al finalizar la clase me di cuenta de que era cierto, ya que fui capaz de presenciar como Adrián e Isabel juntaban sus labios para expresar su amor. Pegué un grito dentro de mi cabeza; ojalá estuviese en el lugar de Isabel en este momento.

Mi estado cambió de estar feliz a estar enfadado; sin embargo, a largo del día, la emoción cambió a estar triste y celoso de Isabel. El amor puede llegar a ser una mierda.

Llegué a mi casa con aquella horrible sensación y me acosté en mi cama para hacer nada, sólo quedarme con mis pensamientos. Después de varios minutos con carácter negativo, a mi iPhone X le llegó una notificación: un mensaje de Gabriel mediante Whatsapp.

—Hola viejo.

—No estoy de humor, Gabriel. Déjame en paz por favor.

—Es algo importante, por favor.

—Bien, dime.

—¿Puedes entrar a una página de internet llamada: PerPer.com en tu computadora?

—¿Por qué debería hacerlo? Hazlo tú mismo.

—Es que escuché varias historias acerca de aquella página web y me da mucho miedo, ¿Podrías hacerlo por mí?

—Ok... —Escribí de mala gana.

—Gracias, eres un gran amigo. XDXD —Bromeo como usualmente lo hace, colocando emoticonos que hacen alusión a alguien riéndose sin control. A veces me sorprende lo inmaduro que puede llegar a ser.

—Claro... —Escribí con seriedad.

¡No podía creer que le dé miedo una cosa así de estúpida! Me quejé en voz alta y a pesar de estar de mal humor, busqué la página "del terror"; y para ello, me senté en mi escritorio, encendí mi Mac, abrí el navegador y en la barra de links escribí: PerPer.com.

Inmediatamente, cargó la página. En la pantalla de mi ordenador, sobre un fondo negro en la parte superior y centrado, estaba escrito PerPer.com con letras de color rojo.

Debajo de estas letras, se encontraba un formulario de registro con dos requisitos: Nombre completo y Contraseña. Además, no había ningún tipo de descripción de la página, lo que me pareció un poco extraño

Así que no contesté el formulario y cerré el navegador para evitar virus dentro de mi ordenador. ¡Malditos rateros sin vergüenza! Vi la hora y eran las 22:00 horas y, como al día siguiente tenía que ir al colegio, me fui a dormir aún con el sentimiento de tristeza.



#10150 en Thriller
#5751 en Misterio
#4061 en Suspenso

En el texto hay: suicidio, muerte y sangre, web

Editado: 13.04.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.