Se le nubló la vista.
Los latidos del corazón golpeaban todo su cuerpo. La sangre se le heló. Dejó la estancia lo más rápido que pudo y bajó las escaleras. El temor yacía en el ambiente, sus pupilas en cuestión de segundos se dilataron. Gritos sin cesar, cada vez menos audibles, cubrían su retaguardia. La vista se le nublaba con cada paso que daba, una fuerza se agalopó entre ella, dificultandole el paso.
Una visión se presentó golpeándola fuertemente haciendo que su cabeza se fuera para atrás; la muñeca: se estaba riendo macabramente, con esos ojos grandes y amenazadores, llenos de maldad, una sonrisa pícara hacia un lado que era lo contrario a la paz, su vestido lleno de sangre, entre sus dedos posaba un cuchillo filoso, con ganas de seguirlo utilizando para fines deseosos y algo…fuertes. Se incorporó nuevamente, tenía que salir de ahí. Ya no notó la pesadez de hace un rato lo que le dispuso avanzar.
Le faltaban dos escalones para huir, pero no lo logró, no si antes la muñeca se adueñara de las almas habitantes de lo que alguna vez fue su hogar. Una fuerza la impulsó hacia atrás, sentía diferentes manos alrededor de sus tobillos, la parte inferior estaba flotando. Un momento para reflexionar de su vida llegó sin avisar, todo lo que había vivido y lo que le faltaba, Su futuro ya no iba a ser posible. Gritó cuando sintió esa fuerza arrastrarla de nuevo a la habitación. La puerta se cerró y en el borde de la cama se hallaba la muñeca, ensangrentada y atrás de esta diferentes cuerpos flácidos, unos encima de otros llenaban la cama. Todo lleno de sangre. Percibió que sus padres se encontraban en el montón, sin ojos.
La muñeca se levantó para saltar ante su próxima y última víctima, ya que después recorreria calles, estados, en busca de nuevas almas que pongan en riesgo su mundo, cualquier indicio de invocación hacia fuerzas más allá de lo inexplicable supondría un riesgo para las personas inocentes, y lo que para esa diabólica alma sería una ganancia.
Se desmayó.
Sí crees que alguien confía mucho en ti y, en su defecto, te cuente sus secretos, cuestionatelo, puede que las cartas se inviertan en un futuro y tú seas su próxima víctima; exprimiendo tus más jugosos secretos para usarlos en tu contra.