SEGUNDO CAPÍTULO

Cuando Fabián llega a su habitación, va al baño para darse una ducha y dormir hasta tarde, ya que mañana era domingo, así que se dispone a ponerse un pijama y se acuesta, aunque tiene mucho sueño, tiene miedo de dormirse, porque teme que esta noche pase algo malo, se cubre con su manta y cierra los ojos. En algún momento de la noche, lo despierta un ruido en la ventana de su habitación mira hacia ese lugar, pero no ve nada, recorre con la mirada, ya que, con la luz de la luna, en la habitación se pueden ver todas sus cosas; ya despierto se levanta de la cama y se acerca a la ventana, porque siente curiosidad sobre una luz muy brillante que se refleja, la abre y sale al balcón para descubrir la misteriosa luz, cuando la luz cubre su cuerpo, siente un fuerte dolor en todos sus huesos, que lo hace doblarse para el frente y para atrás, no se explica que es lo que le sucede, ya que es la primera vez que pasa.

- ¡ay Dios mío! Que doloroso es esto – murmura para que nadie de la casa lo escuche - ¿Qué será lo que me pasa? – se coloca las manos en la cara, porque siente como le están creciendo, la nariz, la boca, se sorprende cuando descubre que sus manos tienen garras de animal - pero, ¿qué es esto? – grita con todas sus fuerzas, alguien toca la puerta llamándolo – Fabián, hijo… ¿Qué está pasando? – pregunta su padre Mariano – papá, ¿no sé qué me pasa? – él le dice – abre la puerta hijo, ¡por favor! – noooo, noo, no entres, ¡ay! ¡qué dolor! – grita Fabián, siente que se está muriendo, porque todos sus huesos se están rompiendo – nota algo extraño. Su piel va cambiando a una de… ¿pelos?, sus dedos se volvieron… largas garras, los brazos son… ¡patas! Sus piernas también van tomando formas de... ¡patas!, su cara está transformada con hocico, colmillos y orejas de… ¿perro? O ¿lobo? ¡por Dios!, ¡soy un monstruo! – se da media vuelta para entrar a la habitación y se mira en el reflejo de la ventana, pega un brinco que casi se cae por la baranda del balcón, da un grito tan fuerte que la vibración del sonido, rompe el vidrio de la ventana. Su padre al sentir el estruendo, tira la puerta junto con sus otros hijos, entran a la habitación, encienden la luz y miran con horror el momento en que Fabián completa su transformación.

- pero, ¿Qué es esto?... – todos lo miran con miedo – hij… ¡hijo mío! – dice llorando su madre Maribel - ¿Qué te pasó, hijo? – Fabián, les responde con un fuerte gruñido, en vez de palabras y todos retroceden al ver un lobo negro grande que se les acerca gruñendo – su padre le dice

- Fabián, ¡cálmate! Y no te muevas – el chico, mejor dicho, el lobo, le gruñe al señor Mariano y éste retrocede hacia la puerta, para huir de ese lobo gigante, pero no le da la oportunidad, porque salta sobre él y lo muerde, dejándolo herido, corre hacia los demás que están corriendo despavoridos bajando las escaleras, pero como él es más rápido, salta y los hace rodar hasta que caen al primer piso, el lobo comienza a atarlos ferozmente matando a cada uno de ellos – nooo, nooo, ¡detente! – le grita Mariano, mientras se arrastra por el piso, llega a la escalera – son tus hermanos y tu madre… ¡reacciona, hijo! – se encuentra muy mal herido, pero con un poco de fuerza le dice – busca en tu interior, no te dejes vencer de la bestia. Eres un buen chico - Dice ya en las últimas, pero el lobo solo salta por unas de las ventanas de la sala de estar y se pierde en la noche.

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Hola amig@s, buen día, les traigo un segundo capítulo impactante. ¿Qué les parece? ¿Qué pasará con Fabián?

Un abracito

Zenyas (Dalgy)