CUARTO Y ÚLTIMO CAPÍTULO

- ¡Fabián! Vamos hijo, ¡abre los ojos! ¡reacciona, ¡por favor! – dice el señor Mariano -  señorita – le dice a Grace, que ya está mejor, pero con un golpe en un ojo – tráigame un vaso con agua fría – hará lo que no tenía que hacerle, ya que, en el pasado, con solo llamarlo a tirones, despertaba, pero ahora le ha dado muy fuerte – Grace regresa con el agua y se lo entrega – gracias, niña, siento lo del golpe – toma la nariz de Fabián y se la tapa con una mano, mira que el chico abre la boca para poder respirar y le pone el vaso con el agua para echársela, en ese momento Fabián comienza a toser como loco, levanta las manos como buscando algo y su padre lo hace levantar para darle palmaditas en la espalda y así lograr que salga el agua que le entró – hijo, gracias a Dios, despertaste, ya me tenías preocupado.

- pa… papá, ¿Qué ha pasado? ¡estás vivo! - dice asombrado - ¡por… que están todos aquí? – se asombra por todas las personas que estaban allí, pero calló en cuenta, que no se encontraban en la fiesta de sus amigos, sino, en su casa, prácticamente en su habitación- papá, ¿Por qué estamos en mi habitación? Y ¿la fiesta?

- ¿Cuál fiesta, hijo? – le pregunta extrañado – llegaste de la escuela, te cambiaste y te recostaste a hacer la siesta, pero… ya sabes lo que ha pasado. Volviste a tener esa pesadilla, hijo – lo mira preocupado – me preocupas, porque otra vez vuelves a tener esa crisis terrible

- no es nada papá, sabes que en esta época me da esa pesadilla – le dice para que no se preocupe.

- pero, ¿Qué es lo que le pasa a Fabián, señor Mariano? – pregunta Grace y Antonio al mismo tiempo, uno de sus amigos

- bueno, chicos; les voy a contar, para que en cualquier momento que pase, me puedan ayudar avisándome lo que pase, ¿vale? – ellos asienten, con una cara de preocupación. Todos buscaron donde sentarse para poner escuchar lo que tenía que decir el señor Mariano. Cuando Fabián llegó a nuestro hogar, con tan solo catorce meses de nacido, fue lo más maravilloso del mundo para nosotros, ya que era lindo y muy risueño, a pesar que sus padres habían desaparecido misteriosamente, él al parecer no los extrañaba – hizo una pausa y siguió – digo al parecer, ya que cuando tenía unos cuatro años, comenzó a tener sueños inquietantes, se despertaba llorando, llamando a su madre o a mí, y eso era constante, cada noche eran pesadillas que lo hacían llorar y perder el sueño, porque sentía miedo dormir – con un suspiro siguió narrando – un cuñado, nos recomendó que lo lleváramos a un Psicólogo, para que lo ayudara, al comienzo todo fue fenomenal, porque sirvió el tratamiento y las terapias le sirvieron bastante – Grace le pregunta

- pero, ustedes ¿qué hacen cuando cae en ese mundo de la pesadilla?

- Después que se tomaba los medicamentos, él vivía tranquilo y feliz, - mira a todos los chicos y dice – ustedes lo conocen bien, desde hace mucho, han vivido todos los momentos felices de Fabián, ¿cierto? – ellos asienten – bueno, les sigo contando, aunque, no falta mucho que decir – el señor Mariano, les dijo que cada mes de octubre, en especial, la semana del treinta y uno, Fabián sufre esas pesadillas que lo trastornan y lo ponen a delirar, a pesar de los medicamentos – por este motivo, siempre lo estamos vigilando, para que no se haga daño o a los demás – todos dirigen la mirada hacia donde está Fabián dormido en el sofá, se ve muy tranquilo, que parece que no le ha pasado nada, pero por dentro de él, se está destruyendo lentamente. ¿o no? ¿será que está dentro de la pesadilla? O ¿es realidad lo que está viviendo ese chico que teniendo los amigos que tiene, siga presentando estas crisis? ¿ustedes qué opinan?.

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Hola amig@s, ¿Qué les ha parecido esta historia? ¿qué opinan sobre el problema de Fabián?

Espero que voten por esta historia, que le den una oportunidad y pueda quedar en uno de los primeros puestos.

Me despido y les envío un abrazo

Zenyas (Dalgy)