Capítulo 6: Entramos y salimos

En ese momento escuchamos los gritos de pánicos de las señoritas, solo vemos que sacan a patadas a todos los jóvenes y algunas señoritas se las llevan quizás para ser explotadas sexualmente.

—Veo que se divirtieron sin mi— dice un sujeto que parece ser el líder.

Tratamos de ocultar todos nuestros dispositivos y tenemos que planificar alguna forma de salir ilesos y también evitar que salgan personas heridas.

—Pongan la música— grita el líder.

Todos intentan de aparentar que es normal, pero con un miedo que se expresa en su lenguaje corporal, los chicos y yo tratamos de adaptarnos al ambiente y las personas. Lobo plateado intentara salir, pero supongo que abran guardaespaldas en las afueras del edificio o quera hacer una guerra por el territorio.

Los chicos y yo nos escapamos al baño para ver que logramos hacer.

—Carajos— dice Max.

—Calmate— digo.

—Tenemos un tipo que nos tiene en una prisión con mujeres sexys y nosotros estamos en pánico— dice Zack.

—Las mierdas pintan algo mal, pero te recomiendo que se calmen— digo algo ansioso.

Los chicos tratan de calmarse mientras que yo busco una forma de que nuestras habilidades puedan ser efectivas, las discotecas por obligación deben poseer un sistema de seguridad contra incendios el cual se debe manejar por computadoras o sistemas informáticos muy básicos.

Tengo las siguientes opciones: 1) mandar un mensaje a la estación de policías, 2) tratar de activar los aspersores y tratar de huir o 3) pedir ayuda a alguien a las afueras.

Creo que optare por la opción dos, en ese momento entra uno de los guardaespaldas de lobo plateado para entregarnos armas, las cuales nos pueden servir.

—Oye que pasa— digo antes de que se retire.

—El caimán tiene el poder aquí— dice.

—¡Caimán! — digo.

—Si, es uno de nuestros principales rivales, quiere que nosotros dejemos de distribuir y ganar terreno, pero no nos dejaremos— dice.

Puedo obtener ventaja de eso y que tal si mato dos pájaros de un tiro, lobo plateado muere en una balacera, le disparo me llevó el arma y nadie sabe quien lo mato y bandido estará feliz.

—¿Qué piensan hacer? —

—Combatir fuego con fuego—

Perfecto, ya tengo un plan. Zack y Max se logran infiltrar en la oficina administrativa en donde por obviedad tendrán una computadora con la cual podrán acceder al sistema de incendios para activar los aspersores, los guardaespaldas disparan en el momento y yo hago la fechoría.

Los chicos entienden el plan y cuando salimos al baño tratamos de mantener la ansiedad y acoplarnos al plan, los guardaespaldas están informados al momento de escuchar la alarma tendrán que abrir fuego.

—Que muerta esta la fiesta— dice el caimán.

Trato de tomarme un trago tranquilo porque será la primera vez que dispare.

—Estamos listos— dicen un mensaje de texto.

La alarma se enciende y yo me cubro detrás de la barra de tragos, solo escucho una lluvia de disparos, gente gritando y algunos vidrios rotos. Yo trato de buscar al lobo plateado, cuando lo encuentro trato de protegerlo con todo objeto que me ayude, silla o sillón.

Trato de llevarlo a la salida ya que todos están muy ocupados, los muchachos logran salir y el lobo plateado también nos subimos a uno de sus vehículos todo terreno y nos vamos lo más lejos posibles.

—Vaya muchachos, ustedes sí que son muy bizarros — dice el lobo riendo.

—Si, es nuestra especialidad— digo.

Zack sigue manejando y se mantiene serio, yo sigo nervioso con esto que estoy apunto de hacer en un momento veo como lobo esta viendo a la ventana creyendo que tiene nuevos discípulos a su lado.

—Trabajan para mi desde este momento— dice.

En ese instante utilizo mi codo para romper su nariz, saco mi arma de la cintura y le tapo la boca para dispararle justo en el pecho abro la puerta del carro y lo lanzo en la carretera.

—Vaya— digo.

Observo como estoy de nervioso y siento una sensación única, es placer y satisfacción es algo nuevo que había hecho, dejamos el vehículo y le quitamos las placas para que no lo identifiquen también lo tratamos de hundir en alguna finca con tierra y agua para que este no pueda ser identificado y que no mantengamos relación tomamos un uber para ir a casa tranquilamente.

Al día siguiente después de dormir los muchachos y yo tratamos de seguir, pero considero que tuve que hacer lo necesario. Reviso la computadora y me doy cuenta de que bandido vendrá a visitarnos para algo muy serio.