Cuatro meses, cuatro miserables meses habían pasado desde que la oji-verde había visto a la castaña por última vez, aun seguía con la esperanza de que viniera por ella, buscarla o dar señales de vida, pero al parecer mientras más transcurría el tiempo, las esperanzas se iban agotando, poco a poco las personas se iban olvidando de los problemas del pasado, era como si de a poco la castaña de atípicos ojos desapareciera, como si se tratara de una leyenda. Lauren se aferraba a esa nota que a la vez no prometía nada, era un "tal vez" que brindaba falsas expectativas, era algo a lo cual aún le daba una pequeña oportunidad de encontrarse con Dan Lee y aunque en innumerables de veces trato de olvidarse de ella, no pudo dejar de pensar en ella, todo los recuerdos la agobiaban cada vez que se descuidaba, era como un martirio diario.
Pero debía admitir que en el último mes también había descubierto un par de cosas, había descubierto que en realidad su amigo Kai en realidad si era gay, lo descubrió un día que iba saliendo, era un poco tarde ya que tenía que buscar un par de cosas en la biblioteca y al salir al estacionamiento, se encontró con una gran escena entre ambos chicos. Obviamente la oji-verde tomo una foto de ambos chicos, se la envió a Normani -la cual le envió una nota de voz diciéndole "te lo dije" repetida veces-, al día siguiente pidió un explicación ya que ella se sentía utilizada por el chico, él le explico todo junto a su pareja, le pidió perdón a cada oración que daba, la oji-verde acepto su disculpa ya que se había encariñado con el chico. Ahora actualmente ambos chicos ya pertenecían al grupo de la oji-verde, al parecer D.O solo era un chico muy celoso, pero es alguien de gran corazón y muy inteligente por cierto, los tres ya se tenían total confianza a tal punto que la oji-verde rebelo todo aquello que la agobiaba, todos sus sentimientos confusos y sobre todo sobre aquella castaña que le robaba los pensamientos.
—A ver si entendí —dijo D.O mientras comía su almuerzo—. ¿Ella durmió contigo y al día siguiente se fue?
—No en ese sentido DODO— dijo Lauren enrojeciendo por aquellas palabras, el chico solo se rio—. Dormimos juntas, pero no en la misma cama.
—Igual cuenta— dijo el chico mientras la miraba, la oji-verde solo rodo los ojos—.Pero de igual manera se fue sin decirte nada, es una perra.
—Me dejo el desayuno hecho, además me dejo una nota— dijo mientras bebía de su jugo, el chico solo la miro seriamente—. ¿Qué?
—La estás defendiendo— dijo finalmente riendo mientras miraba a la oji-verde, la cual se encontraba seria—. Hay que ver, estás perdidamente enamorada.
—No estoy enamorada de ella, soy heterosexual, por si no lo sabes— dijo mientras fruncía el ceño al ver al chico reír a carcajadas sosteniendo su estómago—. Hablo en serio D.O Kyungsoo.
— ¡Ay! —Exclamo el chico al sentir el golpe de la oji-verde en su brazo—. Vamos Lauren, se sincera contigo misma. Estas enamorada de ella, lo único que escuchado de ti son las maravillas que ha hecho por ti.
—Y la peleas que siempre tenemos— dijo tratando de defenderse, pero el chico solo la miro incrédulo.
— ¿Sabes? Así empezamos Jongin y yo— dijo D.O con una leve sonrisa, la oji-verde frunció el ceño—. Todo gran amor nace del odio.
—Es ridículo— dijo la oji-verde refunfuñando, el chico solo negó divertido al ver la actitud de su amiga.
—Mientras más lo niegues peor va a ser— dijo levantándose, recogiendo su bandeja y la de la oji-verde, la cual se lo permitió.
Ella se negaba a creer todo lo que aquel chico había dicho, no podía estar enamorada, menos de Dan, solo la extrañaba se había convertido en alguien especial, solo era eso, simple cariño, no debía ser otra cosa. Mientras más transcurría el tiempo la oji-verde estaba cada vez más aburrida, ya había terminado todos los ejercicios que había puesto el profesor, ahora ya no encontraba que hacer así que solo cerro su cuaderno y se dedicó a mirar por la ventana. Tal vez sea su imaginación, pero ella había estaba casi seguro que había visto a la castaña en el patio central, su vista no podía haberle fallado, tal vez ella ya estaba loca. Lauren simplemente agito su cabeza tratando de volver a mirar por la venta pero al fijar nuevamente su vista no encontró nada, pareciera que solo fuese una ilusión, como si se tratara de un espíritu, algo que solo se ve una vez.
La vida te regala a veces momentos bellos, los cuales nunca se vuelven a recuperar, por algo hasta los momentos más triviales hay que atesorarlos, porque nunca se sabe cuándo algo o alguien se puedan ir y jamás volverlo a ver. Los humanos tenemos la terqueza de ver lo que tenemos y pesar que jamás se ira de nuestro lado, pensamos que todos nos aguantan, que todos toleran las cosas que hacemos, pensamos que todos deberían aguantar cada uno de nuestras imperfecciones y alabar nuestras cualidades, pero la cruda realidad es que nadie es una monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, las personas solo ven tu apariencia, pero las que realmente se interesan en ti querrán conocerte más a fondo.
Lauren había reflexionado sobre eso desde el momento que la castaña había desaparecido, sus ojos se abrieron viendo los diferentes puntos de vista que ofrecía su vida, tomando la iniciativa de cambiar su actitud sobre todas las cosas, abriéndose hacia las puertas que se le ofrecían. Muchos habían notado el cambio que había dado la oji-verde, las personas empezaban a acercarse a ella en busca de su amistad, otros en busca de popularidad y había algunas que buscaban sacar a la antigua Lauren -lo cual lograban-, aquellas personas solo terminaban siendo destruidos -verbalmente- por la oji-verde y como hay un dicho muy famoso "el que busca, encuentra", aquellos que quisieran enfrentarse a la oji-verde terminaban como un perro, con la cola entre las patas.
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Ya por fin era viernes, la oji-verde estaba cursando sus últimas horas de clases para por fin irse con todos sus amigos hacia una heladería, en el transcurso de la semana solo estaba concentrada en los exámenes finales -al igual que casi todo los estudiantes-, no tenía casi tiempo para salir así que decidieron tomarse el fin de semana para salir y despejar un poco su mente, al igual que todos su grupo necesitaban un descanso de todo el ajetreo de las tareas, exámenes, proyectos e infinidades de cosas y que más descanso que salir a comer un helado. Lauren estaba muy entusiasmada, un poco desesperada por salir de las clases se podría decir, su plan original era salir todos juntos pero al parecer las chicas tenían algunos compromisos, así que se adelantaría ella con sus dos nuevos amigos y se verían en el lugar.